Esclavo De Ti

Capítulo 30

El ambiente en el cual nos hemos sumergido va más allá de lo tenso.

Luego del bochornoso momento vivido a un lado de la carretera, estuve dispuesto a retirarme e irme a mí casa, sin embargo, no bastaron más que unas palabras de Andrew para que volviésemos al vehículo y emprender nuestro rumbo con destino a un restaurante. Tal y como lo habíamos planeado horas atrás.

Desde entonces, las palabras que hemos compartido no van más allá de pequeñas frases y contestaciones monosílabas. Sinceramente, se siente como si entre nosotros se estuviese expandiendo un océano de incertidumbre, como si todo el avance que hemos conseguido al entablar una "amistad", estuviese perdiéndose con cada segundo que pasa. 

La noche ha caído sobre nosotros y con ella, el día que empezó como algo común y corriente, que pasó a convertirse en el renacimiento de una ilusión que daba por perdida y termino como un enfrentamiento entre mi zona de confort y la realidad...Casi llega a su fin.

La hamburguesa puesta frente a mi está intacta, no he sido capaz de comer bocado porque siento que podría devolver el estómago en cualquier momento, sin embargo, de la comida del chico frente a mí solo queda su empaque.

Poso mi mirada a las afueras del ventanal del McDonald's donde nos encontramos.

Cientos de personas caminan apresuradas de un lugar a otro en el caos que llega a ser la hora de salida laboral, todos y cada uno de ellos con una expresión diferente en sus rostros.

Alegría... molestia... miedo... cansancio... son solo algunos de los sentimientos que las personas llevan en sus rostros.

Presto un poco más de atención a los detalles, veo como un anciano camina tomado de la mano del que probablemente es su nieto, que tira de él en dirección a una tienda de videojuegos a unos pasos de distancia. El cabello largo de un chico se mueve cada que su cabeza sube y baja mientras juega con sus manos como si estuviese tocando una batería. Una pareja de chicas se pasea libremente por toda la acera, ni siquiera parecen consientes de las miradas recelosas de las personas que las rodean, tan solo están ahí, tomadas de las manos, caminando con total normalidad como si las demás personas simplemente no estuvieran allí, como si los comentarios que salen de sus bocas no pudiesen llegar a ellas, como si no llegasen a afectarlas... miro un poco más a la derecha, dos chiquillos, probablemente hermanos por su parecido, pelean tras las piernas de su padre, mientras él revisa su teléfono con gesto inescrutable. Todos y cada uno de ellos se ve tan común como cualquier otra persona, tan parecidos y a la vez distintos, ajenos a la realidad de los otros.  todos y cada uno de ellos se ve feliz a su manera. Tan... normales, que por un momento logro envidiarlas.

La espinita de malestar que llevo cargando conmigo desde hace años se hace un poco más presente y se instala con fuerza de tan solo imaginar que tan diferente sería mi vida si las decisiones de terceros no me hubiesen convertido en las migas de un chico que pudo llegar a ser alguien grande, pero se convirtió en sobras, en todo aquello que se abandona, en todo lo que algún día temió ser.

No puedo evitar pensar en: ¿Que hubiera sido de mí, sí mi padre me hubiese querido lo suficiente como para no hacerme daño?, ¿Dónde estaría ahora sí mi hermana estuviese con vida? ¿Dónde estaría si hubiese logrado quitarme la vida cuando ella murió? ¿Mamá seguiría con vida?, ¿Qué sería de mi si nunca me hubiese drogado para escapar de la realidad?, ¿Si nunca me hubiese inyectado heroína?... ¿Qué hubiese pasado si nunca me hubiese cruzado en la vida de los Da silva-Seller?, sin que pueda evitarlo dirijo mi mirada al chico frente a mí. Tan diferente al Andrew que siempre observe, tan lejano de él, como si fuesen dos personas totalmente distintas, condenadas a vivir juntas. Agatha una vez dijo que no he hecho más que romper su familia y, ¿Sinceramente?, le creo. Porque es imposible que algo de todo esto les hubiese pasado si no me hubiesen conocido ¿Solo para eso sirvo?, ¿Para destruir lo que se cruza en mi camino?