Estoy en el suelo del baño con mamá, ella abraza desesperadamente a mi hermana, está llorando y sollozando. Sus dedos van a sus labios y nos indica que guardemos silencio, Sophie se acurruca un poco más en sus brazos y trata de tranquilizarla. Hay mucho ruido en nuestra casa: cosas cayendo, rompiéndose, gritos.
La sangre de mamá está en todas partes y mancha nuestra ropa.
La sangre de papá también cubre mi cuerpo, tenía que protegerlas..., y la única manera de hacerlo era defendiéndolas cuerpo a cuerpo.
Me aferro con fuerza al trozo de vidrio entre mis manos y ruego para que él no nos encuentre, porqué si lo hace, estaremos acabados.
— ¿B-Bueno? —La voz de mamá es un susurro asustadizo y me hace prestarle toda mi atención—, Necesitamos ayuda... mi esposo se ha vuelto loco y amenaza con matarnos... él está en la sala de la casa rompiéndolo todo... con mis dos hijos, tienen dieciséis.
No sé lo que pasa, pero tengo la certeza de que no es algo bueno, las lágrimas caen por mi rostro y mi cuerpo se estremece por los espasmos, mamá trata de tranquilizarnos susurrando palabras consoladoras y meciéndose con nosotros. Ella está herida y es lo que más me preocupa.
—Estamos encerrados en el baño... —mira a su alrededor, encendiendo la pantalla de su teléfono y alumbrando un poco el baño—, n-no, no hay manera de salir... Sí señor, por favor, no tarden.
La llamada se corta.
Se oyen pasos y gritos, mamá se tensa a mi lado, yo gateo hasta quedar delante de ellas, Sophie susurra mi nombre cuando no me siente a su lado. Afirmo la botella en dirección a la puerta por si él llega entrar e intenta hacernos daño, una sombra se asoma por la rendija de la puerta, la perilla se mueve cuando intenta forzar la entrada.
Papá patea la puerta con fuerza, pero el seguro no permite que la puerta ceda.
—No hagas las cosas más difíciles, Amanda —sisea—, ¡Prostituta de mierda!, ¡eso es lo que eres!, ¡Maldita perra! —Sigue pateando la puerta y gritando miles de cosas que no logro entender del todo—, Sophie, sé que estas allí adentro, ábrele la puerta a papá.
Escucho los sollozos de mi hermana y mamá tras de mí, estoy más que dispuesto a matarlo o morir en el intento por todo el daño que nos ha hecho, quiero verlo morir. Quiero hacerle pagar por todas las veces que me ha violado, quiero...
Otro golpe en la puerta hace que la perilla se rompa y la puerta se debilite. Como puedo me pongo de pie y enciendo la luz, mamá me mira asustada desde abajo y tratar de tirar de mí, yo me agacho con ella,
—Mami, yo... yo las voy a proteger ¿sí?, pero necesito que saques a Sophie de aquí, yo... voy a distraer a papá —otro golpe nos hace encoger en nuestro lugar y voltear a mirar hacia allí, no resistirá mucho. Ella niega con su cabeza, histérica—, si, si, escúchame, necesito que escapen. Sophie, no dejes de correr ¿me entiendes?, pidan ayuda y luego, cuando estén a salvo llamen a la policía.
Como puedo, las acomodo a un lado de la puerta, de modo que, cuando papá la rompa y entre, ellas puedan salir.
Tomo el frasco de ambientador y pongo mis dedos sobre el gatillo.
Todo se queda en silencio por unos segundos, nada más que nuestras respiraciones en la habitación. Miro a mamá por un segundo antes que un sonido ensordecedor llene el espacio y un pitido llena mi espacio auditivo, la puerta se abre de golpe. Papá está parado con una pistola en sus manos en el umbral, sus ojos llamean en furia.

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Esclavo De Ti
Teen Fiction"Aveces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante" -Oscar Wilde Tan atractivo, Tan alto, Tan reconocido, Tan vacío, Tan arrogante, Tan falso, Tan él. ~▪~ ¡Tenemos nueva portada! Hec...