Esclavo De Ti

Capítulo 21

El silencio se extiende largo y tirante entre nosotros.

Su vista me recorre de arriba abajo; una de sus cejas se eleva y lleva la copa de champán a sus labios.

La estúpida sonrisa que tiene en el rostro solo demuestra altanería y, una parte de mi exige borrársela a golpes.

- ¿Qué es lo que buscas? -Rompo el silencio, girándome en dirección al espejo y volviendo a la tarea de limpiarme.

-No mucho en realidad -se empieza a pasear por la estancia y su sonrisa se ensancha-, solo quería conocer a la persona que está con Nick; pero veo que... -eleva una ceja-, no eres competencia para mí.

Una risa carente de emoción se me escapa. Me giro en su dirección y doy un paso adelante.

- ¿Competencia? ¿Qué te hace pensar a ti que tú y yo somos competencia?

-Ahora en realidad, nada. Pero cuando supe que te acostabas con Nick no pude evitar sentir celos. Nichollas jamás va a poder olvidarme.

Ahora soy yo quien sonríe.

- ¿Estás seguro de eso? -cuestiono, cruzándome de brazos- Porque en todo el tiempo que él y yo hemos estado juntos no había escuchado tu nombre de sus labios.

-Ya... y supongo que son felices -dice.

-Más de lo que puedas imaginar. Nick y yo vivimos juntos -me jacto de mi presencia en la casa de Nick y sonrisa se borra de golpe-, oh, ¿No lo sabias?

- ¿Qué? ¿Eres su puta personal?

-Soy su novio -canturreo-, la única persona que lo ha hecho sentir en pocos meses lo que tú no pudiste en años.

Su risa resuena y hace eco por todo el baño, pero no tiene siquiera un ápice de diversión pintada en sus facciones.

-Di lo que quieras, seguro Nick ya puso un tubo en la sala de su casa para que puedas retorcerte. -Abro mis ojos con impresión y empiezo a sentir el latir desbocado de mi corazón. Pero trato de mantener mi rostro impasible; no puedo dejar que vea lo mucho que me afectan sus palabras-. Oh si, conozco tú pequeño secreto Carter. ¿Quién diría que Nichollas se encapricharía con un bailarín de tubo del The Door 74?

-Ya veo... yo no me tomé el tiempo de averiguar acerca de tu vida. Porque siéndote sincero, no me interesa; pero debes temerme mucho para venir aquí y decir que somos competencia -sonrío-. Creo que hemos terminado.

Empiezo a avanzar en dirección a la salida y, justo cuando estoy por pasar por su lado; me toma del brazo y me empuja hacia atrás. Las aletas de su nariz se expanden cada que respira con fuerza. Ha perdido todo rastro de control.

-Escúchame muy bien pedazo de mierda -dice, elevando una mano en mi dirección y señalándome con su índice-, volví por Nichollas, y ni tú ni nadie me va a impedir volver a estar junto a él. Y más te vale no interponerte en mi camino, porque te haré caer Rowling, y te voy a dar donde más te duele.

Me sacudo de su agarre y le empujo, lo tomo por su traje y lo atraigo hacia mí.

Es hora de dejar las cosas claras.

-De mí, puedes decir lo que se te venga en gana, no puedo detenerte -apretó mi agarre otro poco y el suspira-, pero mucho cuidado con amenazarme a mi o a los míos; porque no voy a permitir que ellos sufran por la culpa de un mocoso histérico que no puede cerrar las piernas. No sé qué habrás escuchado de mí. Pero no te conviene verme como tu enemigo, Douglas. ¿Quieres estar con Nichollas? Adelante, inténtalo, para que te des cuenta de que hace mucho te dejo de amar. Porque si hay algo que le gusta a Nick de mí, es que puedo escucharlo, entenderlo, que puedo darle todo de mi sin esperar algo a cambio y que me importa muy poco el tamaño de su billetera. -Le miro de arriba a abajo- ¿Tu pudiste? Eres hermoso, estas a su altura y tienen una larga historia. Pero te preocupa que ya no te amé. Te preocupa descubrir que nunca te amo. Que se haya dado cuenta de que tan solo estabas con él por su dinero. Porque lo que nos hace diferentes no es que yo baile en un tubo, mucho menos que tu tengas dinero. La diferencia, es que yo no me revuelco con los mejores amigos de mi prometido.