Capítulo 18

7.5K 549 195
                                    

Han pasado exactamente ocho días desde que me encuentro en este lugar.

Ocho días siendo el centro de atención del magnate, donde lo he tenido a mi lado en su forma más humana y tranquila, sin ceños fruncidos, sin gritos a sus empleados, sin comentarios sarcásticos a sus familiares, solos él y yo, disfrutando de nuestra compañía mutua en una gigantesca cabaña alejada de todo tipo de preocupaciones y malos ratos.

Nick no ha descuidado ni un poco sus obligaciones como presidente de Seller's Enterprise, todo lo contrario, ha destinado las mañanas para resolver asuntos pendientes, recibir llamadas y contestar correos electrónicos que, según él, no hacen más que aburrirlo y desear no volver nunca. Luego de eso, ha demostrado sus dotes en la cocina –sin dejarme cocinar ningún día, alegando por el estado y bienestar de mis heridas-, haciendo todo tipo de comidas y vanagloriándose de que todo lo que sabe es gracias a su madre quien se tomó muy enserio el enseñarle.

No obstante, no pude estar tranquilo los primeros días, no cuando había dejado todo atrás sin avisar a nadie, tomó todo de mi convencer a Nichollas de que me prestara su teléfono para comunicarme con Joey y –muy a mi pesar- avisarle que tendría que renunciar pues no podría asistir por algunas semanas, ella, no conforme con el motivo de mi llamada, me aviso que Nick había conseguido a alguien que me remplazara, y que no debía preocuparme por dejar el trabajo, que una vez regresara de "mi luna de miel" podría reintegrarme al restaurante.

Sobra decir que pegué el grito en el cielo cuando lo supe.

También tuve que escuchar los reclamos por parte de Matt por no avisarle de mis escapaditas con Nichollas y, me hizo prometerle que le contaría con señas y detalles en que se basó nuestro viaje. Por otro lado, y el más importante de todos, hablé con el hospital de mamá, debía asegurarme que todo estuviese yendo "bien" mientras yo me encuentro fuera, y, desde entonces, no he dejado de comunicarme ni un solo día con ellos.

A parte de ello, las tardes y noches Nichollas solo se dedica a estar pendiente de mí, a abrazarme de la nada y a besarme en el momento que menos lo espero.

El día de hoy, a diferencia de los otros, Nick pidió comida a domicilio puesto que al parecer y según lo que entendí; Andrew junto con su padre y Agatha vendrán a quedarse el resto del día y parte de la noche con nosotros. Cosa que, hasta el momento, no ha sucedido.

Luego de eso, tonteamos un poco alrededor de la cabaña para luego regresar a la sala y terminar acostados en su sofá, convertidos en un puñado de cobijas y extremidades entrelazadas viendo una película de la cual no recuerdo el nombre, con uno de sus brazos sobre mis hombros y mi cabeza apoyada en su pecho, mientras no dejo de engullir las palomitas de maíz que ha hecho para acompañar nuestra velada.



Los créditos de la película aparecen finalmente en la pantalla y, solo entonces, me incorporo un poco para mirar de reojo el hombre a mi lado que ni siquiera parece darse cuenta que el filme ha terminado, ni siquiera parece haber notado que me he movido de mi antigua posición.

Aprovechando su distracción, elevo una de mis manos y aparto varios mechones de cabello que caen por su rostro, para luego delinear las facciones toscas y masculinas de su mandíbula, para entretenerme un poco más con la barba que se ha dejado crecer estos días.

— ¿En qué tanto piensas? —pregunto, en voz bajita mientras vuelvo a acostarme y empezar a mover mi cabeza como un gato en busca de una caricia.

Una mano áspera agarra de manera firme mi cabello pero sin llegar a ser dolorosa y eleva mi cabeza para después empezar a repartir una serie de húmedos besos a lo largo de mi cuello para terminar en mis labios. Un suspiro después me deja libre y suelta mi cabello, para pasar sus manos por las hebras oscuras de modo que queden más o menos en orden.

Esclavo De TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora