Capítulo 1

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El fin de semana había llegado y eso no causa ningún tipo de alegría en mí, no ahora que prácticamente no salgo a fiestas o a bailar, mi vida se ha resumido en trabajar en una estética y descansar los fines de semana, leer como ahora o ver series animadas. El único cambio que hay en los fines de semana es que mi madre esta en casa, normalmente esta en una de las estéticas que montó junto con mi tía Catalina.

Ambas habían logrado montar el negocio y actualmente tenían tres, dos en Adanta nuestro estado y uno en Abrantes. Gracias al cielo pronto mi madre pondría otro en Salander un estado a aproximadamente una hora y treinta minutos de distancia de Adanta.

Me encontraba leyendo  "Siete Razones Para no Enamorarse" y por fin había llegado a la parte caliente de la historia, me acomodé más en mi lugar para disfrutar de la escena que en el libro leía, tan concentrada estaba que no escuché cuando mi móvil sonó. Cuando dejó de sonar, inmediatamente sonó el de mamá.

- ¡Hola!- exclamó mi madre, era un milagro que respondiera tan alegremente.

- Si, claro...- solo había una persona con la que hablaba así de alegre, y esa era mi prima Deysi - Por supuesto que iremos con Elizabeth, ¿a qué hora?, esta bien... adiós.

- ¿Deysi?- pregunte cuando cortó la llamada.

- Si, tu tía quiere que vayamos ahora por la tarde a visitar a su suegra. - Mi tía Catalina es la mamá de Deysi .

La suegra de mi tía vive en Abrantes, y aunque antes siempre estaba dispuesta a ir este no era el caso. Antes tenía un propósito para ir, ahora puedo decir que ya no, o simplemente había perdido la esperanza de ver esos ojos nuevamente. Ojos que aparecían hasta en mis sueños húmedos.

- No quiero ir - dije, porque realmente no quería salir, era agradable salir con ellas... Pero definitivamente no hoy, no ahora que había quedado picada y necesitaba terminar esa escena hot de mi libro.

Libro que Deysi me había regalado, seguro que no sabía que había una escena así, de lo contrario no me lo hubiera obsequiado.

- No estoy preguntando si quieres o no. Vamos a ir y punto, así que arreglate porque estarán pasando en...- dijo viendo la pantalla de su móvil.- exactamente una hora.

- Mamá- bufé resignada a ir. A lo que ella solo me dio una mirada de "Aquí mando yo"

Sí señoritas, donde manda capitán, no gobierna marinero.

Así que fui a mi habitación y empecé a hacer algo por la imagen en el espejo; Una chica de diecinueve años, con pijama, ( y eso que ya era medio día) el cabello amarrado en un moño en la coronilla de la cabeza y sin una gota de maquillaje. Sí, esa loca era yo.

Me metí a la ducha teniendo cuidado de no mojar mi cabello, cuando termine inmediatamente me envolví en una toalla y salí a buscar una muda de ropa para ponerme, decidiendo usar unos jeans ajustados de mezclilla, una blusa de tirantes negra ajustada que dejaba al descubierto una pequeña parte del abdomen y  la ropa interior.
Me agaché buscando bajo la cama una de mis zapatillas negras, porque hablando en serio ¿Quién a sus diecinueve años sabe donde están sus zapatos a la hora de salir?... ¿Ustedes? ¿Si? ¿No?. Bueno yo definitivamente no.

Cuando la encontré me puse de pie, pero no sin antes golpearme la cabeza con mi mesita de noche, no si es que para torpes yo ¡señores!. Regresé al baño para maquillarme y arreglar mi cabello. No me están preguntando pero igual les diré, mi cabello es largo, hasta mis caderas (las cuales llaman la atención de mas de un puberto), color castaño claro.

Mientras me aplicaba mascara de pestañas un recuerdo invadió mi mente... El recuerdo del chico del que quedé literalmente enamorada hace cinco años....

Chico que aparece en momento en mis sueños, sueños húmedos o sueños normales.

El chico con el que cualquier niñita  le habría gustado perder la virgidad. (O bueno eso creo por qué fue mi caso)

Amor Secreto ( En Edición.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora