Capitulo 28

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Marco, Wendy y Ale se despidieron, ya que tenían que ir a dejar a Wendy de regreso a Adanta. Al momento de despedirse de mí Marco susurró en mí oído:

- Te veo mañana lindura.- y se había marchado riendo lo más maléficamente posible.

Áron había dicho que podíamos usar cualquier habitación para dormir, pero doña Siomara había dejado claro que Deysi y yo nos quedáramos en su habitación, mi hermano se quedaría al lado, y Kevin en la siguiente habitación, Áron siempre en su cuarto.

Antes de dormir habíamos estado hablando y Áron había dado algunas ideas para mañana. Mi hermano se encontraba emocionado pero creo que se debe a qué le ha gustado Alejandra y espera verla mañana.

Ni mi hermano se escapa de la belleza de los genes de esa familia.

Al momento de dirigirme a la habitación con Deysi, mi prima sacó de un pequeño armario pijamas.

- Estas las tengo aquí desde el año pasado que vine a quedarme una semana con la abuela.- me contó, dándome una pijama que consistía en pantalones cortos y una blusa de tirantes.

Me desvestí y mi prima hizo lo mismo, no era la primera vez que nos cambiamos juntas, ya que desde pequeñas lo hemos hecho. Desde que llegué a la fiesta no he tomado agua, así que me dirigí a la cocina a tomar algo, he venido tantas veces a esta casa que ya conozco todo el lugar.

Todos se encontraban ya en sus habitaciones pero aun así había luz en la cocina. Me acerqué despacio no haciendo nada de ruido, no fuera a ser el diablo y se nos haya colado un ladrón. En una pared había un florero algo grande y lo tomé, si un desconocido estaba allí seguro se lo rompía en la cabeza.

Cuando llegué a la puerta grande fue mi sorpresa al ver a Áron allí limpiando el fregadero y recogiendo algunos de los vasos de plástico que habían quedado allí usados.

- ¡Por Dios! - exclamé - Creí que un ladrón se había colado.- Porque prácticamente todos estaban dormidos, excepto Deysi y yo.

- ¿Y pensabas pegarme con ese florero?- preguntó riendo.

- Claro - respondí y puse el florero en el suelo. Entré al lugar y me dirigí al refrigerador para sacar la jarilla con agua. Repito, conozco todo en esta casa.

- Que valiente.- me respondió él. Me giré y lo sorprendí viendo mi cuerpo. Inmediatamente apartó su mirada y noté que se sonrojo.

La ternura que siento hacia él se hizo presente, y me acerque más a él.

-¿Dime, es cierto lo que dijiste mientras bailamos?- me encanta ver su rostro sonrojado.

- Cada palabra.- me dijo, aunque era obvio que le costaba sostener mi mirada.

Tomé de mi vaso con agua, y luego lo deje en la encimera. Me acerqué a él y Áron se sorprendió.

Es tan lindo, que parece un niño tímido.

-No muerdo Áron.- Le dije, y él  solo sonrió un poco.

- Eso ya lo sé.- esta vez me sostuvo mas firme la mirada.

¿A qué sabrán los labios de Áron?

Eso puedo averiguarlo ahora mismo.

Amor Secreto ( En Edición.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora