Capitulo 12

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Se me quedo mirando y entonces los rieles del juego empezaron a moverse.

- No te lo estoy diciendo por eso-

- Entonces ¿Por qué?-

- Es solo que- se quedó callado- Es solo que me hubiera gustado que me hubieses dicho que te gustaba ese peluche.-

- ¿Y para qué se supone que te lo iba a decir?- cuestioné- además si no te diste cuenta no me has hablado en ningún momento. Y no tenía por qué decirte que me gustaba ese peluche.

- Pero se lo dijiste a mi primo-

- Si, se lo dije ademas a el lo conozco desde hace mucho tiempo más que a ti y no veo porque tendría que compartir contigo mis gustos.-

No me respondió nada más y se limitó a ver fijamente hacia adelante, al parecer nuestros amigos no se habían dado cuenta de nuestra pequeña discusión debido a que habíamos estado hablando silenciosamente.

Me limité a ver de igual forma hacia delante mientras los rieles cobraban velocidad Marco hizo lo mismo. La chica que iba también en nuestro vagón aprovechaba cada curva para acercarse más y más al "Tripolar" haciendo así que él se acercara más a mí, hubo un momento en el cual la chica se pasó de confianza y colocó su mano sobre la mano de mi Tripolar.

En ese momento estábamos empezando a subir la parte más alta de La Anaconda por lo que la velocidad había disminuído un poco.

- ¿Podrías tratar de no tocar tu mano con la mía?- le dijo Marco a la chica, con tono molesto- No quiero que entre mi novia y yo luego hayan malos entendidos por tu mano inquieta.- termino de hablar y puso su mano sobre la mía.

¡Y éste baboso ¿qué cree? ¿Que soy su "moustro espanta chicas"?

- No pongas tu mano sobre la mía para alejar a tu admiradora.- le dije muy bajo y sonriendo falsamente para que la chica me viera pero no me escuchara.

- No lo hago para alejar a la chica- dijo y entrelazado sus dedos a los míos.

¡Joder! ¡Joder! ¡Joder! Mentiría si digo que no se siente bien la calidez de su mano junto a la mía.

Los murciélagos de mi estómago acaban de cobrar vida nuevamente.

- Entonces... ¿Por qué más va a ser?- alcance a decir pero no hice nada para quitar mi mano de la de él.

- Porque quiero y en este momento puedo hacerlo.- dijo viéndome a los ojos en ese momento no sabía si los murciélagos de mi estómago se movían por su mano sobre la mía, por sus hermosos ojos viéndome, por sus palabras o porque en ese momento estábamos descendiendo a alta velocidad.

Sentí mis orejas y mejillas calientes y miré nuevamente hacia adelante. No iba a admitir que me ponía nerviosa.

No soltó mi mano en ningún momento, y yo no es como si hubiera querido que lo hiciera, era obvio que el juego mecánico no provocó ningún tipo de adrenalina en mí, no como mi Adonis podría hacerlo.

- Salgamos solos tu y yo Elizabeth - me dijo en voz baja cuando el juego se detuvo y los pasajeros delante de nosotros empezaban a salir de sus compartimentos.- Sin los chicos, sin "mi primo" no creas que no me he dado cuenta del cambio de ambiente que hay cuando estamos juntos, o la calidez que sientes tú cuando nuestras manos se rozan.

Joder... Por las gemas del infinito, este hombre era mago graduado de Hogwarts o de lo contrario no me imagino como puede saber todo esto.

Amor Secreto ( En Edición.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora