Capítulo 60

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- Elizabeth fue la hija que siempre quise tener y es por eso que la mayoría de mis bienes pasan a sus manos, desde antes que yo muriera te había cedido todo lo que ya has escuchado Eliz. - Toda la sala estaba en silencio.- ¿Recuerdas cuando te hice firmar varios documentos?- por supuesto que lo recuerdo.- En esos papeles te hice dueña de lo que era mío. Me habría gustado estar contigo en el cambio de vida que tendrás pero no podré- sus lágrimas volvieron a correr- Pero al menos he dejado un buen futuro para ti, hija.- mis lágrimas rodaron y no me importó que me vieran llorar.

Yo imaginé que la tía había muerto con un mal sentimiento hacia mí, yo era su sobrina, y ella me veía como una hija, es por eso que creí que no aceptaría de buena manera el saber que había quedado embarazada, por eso creí que le había dejado la pequeña floristería a Diego.

Pero me equivoqué, todo lo imaginé mal.

Nunca por mi mente pasó que mi tía poseyera tantas propiedades, ni siquiera sabía que tenía una empresa en Estados Unidos, ni nada de lo que antes se mencionó. Yo creía que solo tenía unas cuantas floristerías, que a lo mucho serían unas tres o cuatro, ¡Pero acaban de decir que las poseía en todo el país! Ni siquiera sabía que tenía un hotel o viveros. No sabía todo esto de la tía Delia.

Ella siempre fue una mujer reservada y desconfiada. Creo que ni mi padre sabía nada de esto, y lo digo por la cara de asombro que tiene tanto él como Diego y todos los demás que están en ésta sala.

Los abogados dijeron algo sobre firmar unos documentos pero yo aún seguía en shock. Al finalizar todo me dijeron que debía tener una charla con ellos ya que me instruirían y enseñarían sobre cada uno de los negocios que ahora me pertenecen.

He pasado de ser una chica que trabaja en una estética, a ser una de las jóvenes más adineradas de Adanta.

Cuando llegamos a casa, papá y Diego me asaltaron con preguntas.

- ¿Sabías que Delia te dejaría todo eso?- cuestionó mi padre, me atrevo a decir que no lo aprueba.

- No, yo sol-- Diego no me dejó hablar.

- ¡Claro que sabía! No en vano iba a visitarla tantos días.- la envidia se veía en el rostro de mi hermano.- ¡Lo que no me puedo sacar de la cabeza son la palabras de la tía: "En la nueva vida que te espera". - dijo imitando la voz de mi tía.- No me puedo creer que siendo yo el hombre me haya dejado una misera floristería cuando tenía tanto que pudo heredarme.- dijo y se sentó en el sofá.- ¿Qué mentira le dijiste para que te nombrara heredera mayoritaria "hermanita"?-

- A comparación tuya yo no me ando con mentiras. ¡Y bajále a tu jodido tonito "hermanito"!- respondí imitando su tono.-

- ¡A bueno! Ahora como ya tienes donde caer muerta ya te sientes con ganas de gritarme.- habló fuerte mi hermano- Menos mal te heredó algo porque a la hora que mi papá y mi mamá faltaran no iba a dejar viviendo a una mocosa como tú bajo mi mismo techo.- no podía creer lo que oía.- Ya suficiente tengo con saber que si tú no hubieras nacido todos en la familia me preferirán a mí, y esa herencia habría sido mía.-

- ¡Mira Malp-- iba ha a hablar pero mi padre interrumpió.

- ¡¡¡Se callan los dos!!! ¡¿Qué demonios les pasa?! ¡Parece que no fueran hermanos! - mi padre estaba realmente enojado.- ¡¿Quién te dijo que al morir yo, podías disponer de esta casa Diego?! ¡¿Se te olvida que existe Daniel y tu hermana?! ¡Y tú Elizabeth cuida tu vocabulario!- papá se quitó sus anteojos.- En lugar de alegrarte porque a tu hermana le han dejado una herencia vienes y actúas como bobo peleando con ella, y tu hermana en lugar de actuar sabiamente e ignorarte te sigue el juego.-

Amor Secreto ( En Edición.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora