Capitulo 37

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-¿Quién te ha dicho que me escondo de ti?- dije mientras me levanté de la cama.

Marco esta aquí, Áron se acaba de ir y por alguna razón sé que Deysi y Alejandra no vendrán a mi rescate.

- Esta claro que lo hiciste, me imagino que Ale dijo que estaba en la entrada del lago, o escuchaste mientras hablaba con ella por teléfono.- se acercó a donde yo estaba.- No hay caso en que digas que no te escondías de mí. Yo lo sé y tú también.- dijo susurrando en mi oído.

Su cercanía era mucha, pero por alguna razón no podía retroceder y alejarme de él.

- No hay motivo para que me esconda de ti - dije elevando mi rostro para demostrarle que no me afectaba su cercanía. Aunque la verdad es que lo hacía.

- ¿Te parece este motivo suficiente?- me cuestionó pasando los dedos de mano lentamente por mi cuello. Un escalofrío me recorrió por completo.- Ya lo ves, sabes que la conexión que hay entre tu cuerpo y el mío no se puede negar.

Y ahora ¿para dónde cojones me voy?

Giré mi rostro hacia la ventana esperando ver a Deysi, Ángela o a Ale, si me ponía cerca de la ventana Marco no me tocaría por que alguna de ellas podría verlo. Él pareció entender mis pensamientos y dijo:

- Si crees que mi hermana o tu prima con Ángela nos interrumpiran estas equivocada- Tomó mi mentón en una de sus manos, haciendo que lo viera directamente a la cara.- A Alejandra le pedí que acomodara mis cosas en la habitación que compartiré con ella y a Deysi y Ángela les dije que empezaran a picar unas verduras que traje, para una ensalada que "Tu Noviome pidió que trajera.- acercó su rostro al mío y sino trajera puestos unos shorts juro que mis bragas habrían caído.

Con su nariz acarició mi mejilla y con sus labios rozó los míos, levanté mi mano para alejarlo pero se adelantó a mis movimientos y me tomó la mano, haciéndome retroceder hasta que mi espalda tocó la pared. Quise alejarlo con mi mano libre pero fue un error. Tomó mis dos manos y con una de sus manos las colocó por encima de mi cabeza, quise soltarme pero la fuerza puesta en su agarre era mucha.

- No te dejaré ir hasta que tú y yo hablemos lindura.- mi respiración estaba entrecortada por culpa de él.- Te llamé pero como ya no respondiste supe que no me atenderías. Es por eso que estoy aquí, me hiciste venir a buscar respuestas Elizabeth.- su boca se acercó a mi cuello y en el dejó una cadena de besos húmedos, su lengua se arrastraba lentamente sobre mi piel. Marco al notar que mi cuerpo no se movió siguió besándome pero esta vez lo hizo dejando pequeños mordiscos en cada beso.

- Lo ves, ni siquiera intentas huir. ¿Y sabes por qué Elizabeth?- dejó un corto beso en mi boca- ¿No puedes hablar Elizabeth? ¿Te ha comido la lengua el ratón o ha sido mi primo?- como no respondí continuó- Sabes deberé corroborar por mí mismo si esa lengua se encuentra allí.

Cuando terminó de decir esto estampó sus labios en mis labios, y logró sobresaltarme, sus labios eran exigentes en mí, su lengua intentó abrirse paso en mi boca pero no lo estaba logrando yo me estaba rehusando a devolverle el beso. Marco al notarlo con su mano libre atrajo mi cuerpo al suyo, y apretó una de mis nalgas. Al sentir ese apretón un pequeño grito salió de mi boca por la sorpresa, y Marco lo aprovechó para introducir su lengua en mi boca. Marco hizo un gruñido suave y ¡Como el demonio! Que me gustó ese sonido.

Mis manos se encontraban acorraladas a la pared, y mi cuerpo presionado al suyo. Movió su cabeza hacia la izquierda y eso le dio más acceso a mi boca. No sé en que momento fue, pero mi boca le devolvió el beso y lo sentí reír contra mis labios.

- Llevo tantos días queriendo besarte.- dijo y volvió a la cacería de mis labios.

¡¡¡Matenme le he devuelto el beso!!!.

  ¡¿Qué mierda te pasa Elizabeth, tienes novio. No. Puedes. Serle. Infiel.!

Y menos con tu amor de siempre ¡Es su primo!

Ese pensamiento me hizo regresar en mí y cómo Marco no espero que me siguiera resistiendo su agarre en mis manos se aflojó lo suficiente como para soltar una de mis manos y estamparla  en una de sus mejillas.

-¿ Pero qué demonios te crees para venir y besarme? ¿Que acaso no te has dado cuenta que tengo novio? No tienes derecho para hacer lo que hiciste.- dije subiendo el tono de mi voz y alejándome de él.

- ¿Qué que me creo? Te respondo lindura; soy el cabrón al que deseas tanto como yo a ti. Sí, sé que tienes novio. ¿Qué no tengo derecho a besarte? Tú tampoco tenías derecho de atormentar mi mente siendo novio de Wendy y más sin embargo lo hiciste. Estabas en cada puto momento en mi pensamiento, si tú me atormentaste a mí deseando tus labios ¿Por qué yo no te voy a atormentar a ti, besándolos?- dijo con la respiración alterada.

Okay... ¿Y ahora que debo decir?

-¡Que haya aparecido en tu mente no es mi culpa, así que no te agarres de eso para hacer lo que se te venga en gana!-

- No es hacer lo que se me venga en gana, es hacer lo que realmente tengo ganas. Hay un mundo de diferencia lindura.-

- En todo caso es lo mismo,  ¡respetame!.-

- No puedo hacerlo, y menos si pienso que mi primo tiene el derecho para hacer lo que yo quiero hacerte.- se acercó peligrosamente a mí. - Dime Elizabeth, ¿no te ha gustado que te haya besado?

Si, me ha gustado.

Pero no voy a admitirlo.

- Claro que no, si besos quisiera tengo a "mi novio" para que me bese.-

- Entonces te voy a besar hasta que prefieras mis besos y ya no los de Áron.- nuevamente me acorraló en la pared.

- Suerte con eso.- dije aparentando seguridad .

- La tendré lindura, la tendré.- dijo y dejó un corto beso en mis labios. Luego se dirigió a la puerta, la abrió y giró sobre sus talones para verme directamente a los ojos.- Por cierto Elizabeth ¿Ya le has dicho a mi primo que yo probé tus labios antes que él?

Me lanzó una sonrisa triunfal y no esperó mi respuesta, se marchó dejándome en la habitación con la respiración agitada y la mente volando a mil por hora.

Amor Secreto ( En Edición.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora