Si supieras...

Capítulo XXVII: Brujería, brujería (tan dentro del alma mía) Parte II.

El primer concierto había sido un éxito, dejando a un lado los nervios de Javier todo había salido muy bien, ya habían parado por Guatemala, El Salvador, Honduras, Ecuador, Colombia, Chile y Argentina. Estaban en el aeropuerto, Amelia se sentía nerviosa por volver a México y encontrarse con alguien allí.

Por más que trataba de disimularlo, Amelia no dejaba de caminar de un lado a otro, mordía sus uñas y jugaba con su cabello nerviosa.

―¿Estás bien? ―preguntó Patri.

―Si, es solo que, me siento un poco aburrida... ―mintió Amelia, Javier la miró de reojo y volvió la vista inmediatamente al celular.

―¿Que te han parecido los conciertos? ―preguntó Carlitos, Amelia se levantó se su asiento y caminó hasta Javier

―Sorprendentes, nunca había ido a un concierto... Tu voz es magnifica... ―susurró Amelia, Javier la miró, pasó su mano por su espalda haciendo que se sentara sobre sus piernas

―Tu eres magnifica... ―tomó su rostro y la besó, Txus tosió frente a ellos.

―Par de tórtolos, haya hay baños, no creo que se molesten si los usas... ―rió por lo bajo. Amelia se sonrojó, se levantó y se sentó a un lado de Javier 

―¿Estás bien? ―le preguntó Javier, Amelia miró sus pies, el pie de Amelia golpeaba el de Javier.

―Estoy bien ―suspiró- me siento un poco cansada, eso es todo...

―Mientes ―le susurró Javier―. Estás preocupada, tal vez a ellos les puedes mentir, pero a mí no...

―Quiero ir a ver a mi madre, mis hermanos me dijeron en donde la habían sepultado... ―apartó un mechón corto de su cabello y levantó la mirada―. Quiero verla

―Será lo primero que haremos al llegar allí.

Cuando llegaron a la Ciudad de México varios fans los abordaron, gritaban y se empujaban todos con tal de conseguir una foto con alguno de ellos, Amelia sintió un escalofrío recorrer su espalda, miró por todas partes pero no pudo reconocer a alguien específico, volvió a mirar y allí estaba. Un hombre de cabellos cortos la miraba entre la multitud, tomó del brazo a Javier y se agachó.

―¿Qué tienes? ―le murmuró Javier, su vista estaba puesta en la cámara de un celular de un fan, cuando se hicieron la foto, Javier miró a Amelia que colocaba la capucha de su sudadera, su mirada  estaba perdida en el suelo.

―¿Crees que pueda adelantarme? Me duele un poco la cabeza por tantos gritos ―Javier asintió mientras firmaba la playera de una chica―. Gracias ―tomó su maleta y caminó hasta la camioneta donde Txus, Frank y Carlitos esperaban.

―¿Y los de más? ―preguntó Txus mientras encendía un cigarrillo.

―Están con unos fans, la verdad no creo que tarden tanto ―le dedicó una sonrisa y entró a la camioneta. Se sentó en la parte trasera y miró por las ventanas polarizadas. Un hombre alto había salido en busca de alguien―. Es pero que no me haya visto ―susurró para sí misma, el hombre volvió al interior, Javier y los demás salieron, se encaminaron a la camioneta y entraron.

―¿Qué pasó? ―le preguntó Javier mientras se sentaba a su lado, pasó el brazo por los hombros de la chica y la acercó a él.

―No es nada, solo creí haber visto a alguien ―le sonrió―. Estoy bien.

―Vale.

Cuando llegaron al hotel las cosas no fueron diferentes, incluso habían muchas más personas, la camioneta trató de entrar al estacionamiento del hotel pero los fans no lo permitieron, golpeaban todo el vehículo, los de seguridad tuvieron que hacer una barricada para que todo pudieran salir. Javier se tensó, sus manos le sudaban y sus piernas le hormigueaban.