―¿Que tal te fue en la cita? —Leo le entregó un par de libros a Javier, se encogió de hombros y sonrió—. ¿Por fin te dio el postre?
―¿Podrías dejar de decir eso? —le dio una palmada en la espalda y Leo soltó una risa—. Ella no es así...
―Pues solo era una pregunta —los dos caminaron hasta el mostrador de la biblioteca y le entregaron los libros a la anciana, esta se los selló y con una arrugada sonrisa los despidió—. ¿A donde fueron?
―A un parque... —Javier no despegaba la vista del suelo, Leo le golpeó las costillas con el codo—. Ella mencionó que había tenido problemas con su familia.
―¿Y eso que?
―Creo que por eso dejó México.
―¿Por su padre?
―¿Que problema puede ser tan grande como para que deje su país? —Leo se detuvo en seco, tomó el brazo de su amigo y Javier lo miró asustado, trató de seguir sus ojos, estaba mirando a una chica de cabello quebrado al otro lado de la acera; caminaba de la mano con un tipo centímetros más alto que ella.
―¿Esa es Vanessa? —Javier lo golpeó en el brazo, Leo lo miró.
―Escúchame Jiménez, tal vez esté en problemas —Javier se interpuso en la vista se su amigo.
—Te preocupas por nada, quizá hayan peleado por alguna herencia o yo que sé, no tienes por que preocuparte —Javier tomó a Leo del brazo para seguir su camino.
―Tal vez —murmuró más para si mismo—, pero tiene muchas cicatrices...
―¿Espera que?
―Si... En los brazos, piernas y parte del torso.
―Espera —Leo se detuvo, Javier lo miró—. ¿La has visto desnuda? —Javier rodó los ojos, era como si Leo escuchara por partes—. Eso es un sí.
―Fue su culpa, ella salio en ropa interior a la terraza, me dijo que me mostraría toda su ropa interior... —callo al instante, cerro los ojos y negó con la cabeza—. El punto es que tal vez su padre la maltrataba o alguien más —dijo después de abrir los ojos.
―¿Y le has preguntado porque las tiene?
―Lo intenté, pero ella solo me dijo que no estaba lista para hablar de eso. Me preocupa que le vaya a pasar algo malo.
―No lleva ni un mes viviendo aquí y tu ya te estas enamorando de ella —Leo pasó una de sus manos por su barba sonriendo—. Javier Dominguez se esta enamorando de verdad.
―¿A qué te refieres con eso? —Leo se encogió de hombros—. Estuve enamorado de Vanessa.
―¿Qué sientes cuando estás con Amelia?
―Pues... —Javier miró al suelo y tartamudeo— Yo...
―Te pones nervioso, te sonrojas y sudas como puerco —comenzó a reír—. No te había visto comportarte así con Vanessa.
―Creo que te estas adelantando a los hechos.
―¡Allí va Alondra!—Javier se giró rápidamente, Leo se soltó a reír. Javier volvió a poner la vista en el—. ¡La amas!
―¿A dónde fuiste ayer en la noche? —Braulio se acercó a Amelia de una forma muy brusca—. Fui a buscarte a tu casa —se encogió de hombros.
―¿De cuando acá tengo que decirte lo que hago?
―Eso hacen los amigos...
―Lo siento, pero ni siquiera me conoces —el chico abrió los ojos ofendido, una mueca apareció en su rostro y se cruzó de brazos—. Y perdona que te lo diga, pero para llegar a ser amigos tienes que saber muchas cosas de mí que jamás te diré.
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Si supieras...
FanfictionQuerida Amelia: Han pasado algunos meses desde que no sé nada de tí, me siento solo, aun asi estando rodeado de amigos. ¿Estas bien? Para serte sincero estoy preocupado por ti, desearía que cada amanecer estuvieras aquí a mi lado. ...