Una primera carta.

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Janis

Había pasado ya una semana.

Todo iba bien, bastante tranquilo, aunque sentía que el estrés seria un problema con el que no podría lidiar después.

Mi padre me aconsejó escribir, así como lo hacia en mi adolescencia loca y desenfrenada, no estaría mal, tenia sangre de escritora corriendo por mis venas.

Pero sabia sobre quien, y para quien serian esas cartas.

Jimmy Page.

Nunca viví con un ser tan odioso, no podría seguir mi vida si ese tipo seguía entrometiéndose en mi camino, como un huracán que lo destrozaba todo.

Saque papel, un  bolígrafo, un sobre blanco, cera roja y mi sello personal.

"Inglaterra, Mayo de 1970.

Querido Jimmy, o como quieras que te llame, la verdad es que considero que no mereces compasión alguna.

Tienes una sonrisa descarada,quizá perfecta para cualquier otra de tus queridas y odiosas groupies, tus lindos ojos verdes que solo me quieren ver enloquecer.

Cariño, te falta tanto por aprender, no toda chica que se te ponga enfrente quiere acostarse contigo, mi querido ególatra.

Por mi puedes pudrirte en el séptimo hoyo del infierno, deberías dejarme en paz, mi querido odioso.

Tu amas que todas las mujeres te amen, pero lamentablemente no has aprendido a amar a una en específico.

Así que, pudrete, mi amor.

Att: J. G. La chica cósmica."

La doble a la perfección, la introduje en el sobre con cuidado, humedecí con la lengua el pegamento que el sobre ya tenía y lo cerré.

Encendí una vela y pase la cera con cuidado a través de las llamas, y cuando por fin comenzó a brillar y derretirse, coloque un poco en el centro que unía la tapa y el resto del sobre, en seguida puse el sello.

La pequeña imagen quedo plasmada.

Ahora iba a entregarla.

No era tan idiota o descarada como para ir a dejarla directamente a la habitación de mi querido narcisista.

Fui y la deje en recepción.

Hasta que ese hombre llegó.

—Hola niña,—dijo agitando la mano a forma de saludo

—Hola, anciano, —sonrei maliciosa

—Deja de meterte con mi edad,—amenazo

—¿o qué? ¿Me vas a hacer gritar así como a la chica de ayer?— había salido poco esto después de nuestro bello encuentro, y el rubio le había llevado a una castaña. Poco después escuche los peores gritos de mi vida diciendo "¡oh Page! ¡Mas rápido!"

—no seria mala idea, debería castigarte —,dijo en mi oído.

—si, si, lo que tu digas viejo, toma distancia, soy una niña, podrían acusarte de pedófila —, me burle. Era hora de bajarle el ego, y que mejor recordando a Lori Maddox.

—con eso no te metas —rei esta vez.

—hasta pronto —Sonreí y me marché.

Tome "prestado" el mercedes de mi padre. Hora de divertirme.

Necesitaba un descanso, así que iría a dar vueltas por la ciudad, quizá encontraría a algo o alguien interesante.

Y el mi camino me tope al rubio. Que hermosa forma de comenzar.

—hola —después de hacer auto stop, decidí llevarlo. Quizá no fuera tan malo después de todo.

—lindo día ¿no?— Sonreí.

Jimmy

Estaba practicando.

Por alguna razón Robert no había llegado. Le había dicho que salir en estos días nos  sería una buena idea.

Estaba tranquilo, tocando algo...¿viejo? When the levee breaks era de nuestro primer disco.

Hasta que el dios griego llegó.

Y llego acompañado de la pequeña...¿amargada? Si eso, amargada.

Se dieron un abrazo y ella camino en otra dirección luego de haber intercambiado algunas palabras y miradas lindas. Sonrió y se fue.

Plant traía un paquete entre sus manos.

—hola —saludó sonriendo.

—hola dios griego —me burle, —veo que te llevas bien con la amargada esa —señale.

—y si así fuera ¿a ti que? No creo que haya problema con eso, ¿o si?—, sabia como hacerme enojar.

—si tu lo dices, veo que traes algo, que es —dijo Jonesy.

—pues, resulta que esa amargada como tu la llamas, Page, tiene un gusto literario bastante bueno, me llevo a una librería y yo, compre El hobbit, ella compro uno de Alister Crowley, parece ser que no son tan distintos.

—¿cual compró? —eso me pareció... Interesante.

—a ti que, igual no te importa esa pequeña amargada, ¿o si? —dijo sonriendo de nuevo.

—tienes razón. Anda, vamos a ensayar —, moví la cabeza en señal de que se apurara.

Si bien esa chica que parecía de lo mas aburrida, ahora se me hacia interesante.

Normalmente Charlotte me manda al diablo cuando le quiero hablar de Alister Crowley, dice que le da miedo.

Pero el hecho de que a la niña le gustará tal contenido de ocultismo me pareció fascinante.

¿Quien diría que Jimmy Page sentiría otra cosa que no fuera odio por esa enana?

Poco después del ensayo nos fuimos a duchar y apostarnos para el concierto.

Alguien llamo a la puerta.

—¿Quien? —volví sin interés

—Peter Grant —dijo desde fuera.

—pasa —entro de inmediato.

—te llegaron algunas cartas.

—damelas —las entrego en mi mano.

Unas tres eran de Charlotte, dos de mi madre y una no tenia remitente.

—¿no sabes quien la manda?—le dije a Peter.

—no, aunque al ver que decía tu nombre la vine a entregar.

—esperemos que sea alguna groupie considerada.

Tome el abre cartas y saque la carta con cuidado.

No era de una chica común.. No había ninguna fotografía interesante ahí. Pero esa cosa tenía bastante realismo para mi gusto, ¿tenía que decir que no todas eran para mi? Esto tenía que ser broma.

Aunque la firma ni la conocía.

"La chica cósmica"

Un misterio el cual quería resolver.

—y, ¿que resulto?—irrumpió la voz  de mi representante.

—mi padre — mentí.

—eso si que es extraño, vámonos.

Salimos juntos de ahí.

Era hora de averiguar quien era. Tenia a dos sospechosas, aunque Lori no me decía las cosas de una forma tan honesta, podría ser ella.

Y la otra era mi pequeña enemiga. Janis.

Entre ellas dos había un vacío muy grande, aunque eran las únicas opciones que tenia.

Hora de subir al escenario.

Una carta para Jimmy PageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora