Propuesta.

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Janis

Desperté por sentir un peso sobre mi estomago, y de inmediato reconocí la risita traviesa.

—¡mamá Janis! ¡Arriba papá!

—¡Scarlet! ¡¿Qué diablos haces acá?! —retumbó la voz de Jimmy. No podría decir si estaba enojado o divertido.

—quiero ir a nadar.

—eso no es justificación, pequeño gnomo, llevas casi dos días como un pescado en el océano, es hora de descansar, ¿verdad, Jans?

—que va, si quieres quedate a dormir, Pagey, y tu Scarlet esperame quince minutos en tu habitación, yo te llevó al mar —di un beso en su frente y se fue de ahí dando saltitos.

En cuanto me levanté, los engañosos brazos de Jimmy me hicieron caer al colchón de nuevo.

—¿me dejarás solo?

—tu eres quien nos deja solas, y mi mente ya se imagina un porque, sueltame —me zafe del agarre y camine hasta la puerta del baño.

—agh, ya te dije que solo tengo ojos para ti —se levantó hasta llegar a mi altura —.¿por qué no me crees?

—porque fue así como me convenciste de ir de gira contigo, ¿como podría creer de nuevo en las mismas palabras?— giré la perilla para entrar.

—bueno, bueno, ya, iré con ustedes —levantó las manos en forma de paz.

—bueno, no tardo en salir —entré al baño y después a la ducha.

Justo cuando salí envuelta en la toalla, Jimmy se estaba quitando la ropa.

—¿qué diablos haces acá? Violación señor —acusé mientras reía.

—quería bañarme contigo, pero vas de salida —dijo retirando sus pantalones para dormir.

—si...te esperaré con Scarlet.

—bueno —se encogió de los hombros y retiró sus calzoncillos.

—tu nunca cambias, depravado sexual —cerré la puerta luego de salir y reí.

En efecto, Scarlet y yo desayunamos para después encontrarnos con Page, quien parecía cansado.

—hasta que las encuentro —se sentó al lado de su hija y tomó mi mano.

—espera un momento —me levanté y até su cabello con una cinta para este.

—gracias...moría de calor, y por lo que veo mi pequeña Scarlet también lo hacía, por esa complicada trenza —acarició su cabello rubio y largo.

—si, mamá Janis fue cuidadosa.

—bueno, ¿a donde iremos hoy, Page? —ambos me miraron extrañados. A veces olvidaba que el apellido era el mismo.

—supongo que mi hija quiere ir al mar, como hemos hecho estos últimos dos días, así que el destino ya esta marcado —sentenció Jimmy.

—no suena mal, sólo debo ir a comprar otro protector solar, después de ayer la piel me quedo toda roja.

—bueno, si quieres vamos contigo, ¿verdad Lilith? —le dijo a la pequeña rubia.

—oh, no, yo los alcanzo en la playa, de verás —sonreí divertida.

—bueno, ya ha quedado claro.

No pasó mucho para que acabáramos por separarnos, Jim se marchó con Scarlet tomando su mano, ellos irían por todas las cosas mientras yo me conseguía un protector solar realmente decente.

Una carta para Jimmy PageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora