John Henry Bonham.

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Janis

Llevaba a James en mis brazos, al final mi hijo adoptó el nombre de su padre, siendo el tercero de su nombre. Sus ojos verdes me miraban atentos, acariciando con sus manitas mi collar, tratando de subir por mi pecho.

—¡Bonzo! —caminé un poco mas de prisa, últimamente no lo había visto de forma frecuente.

—¡Janis!

Nos unimos en un abrazo fraternal, siempre sería mi gran amigo de toda la vida, quien me enseñó a tocar la batería, además de ser un gran hombre en toda la expresión de la palabra.

—¿Y yo que, ah?

Jimmy. Era Jimmy. La gira por fin expiraba, pero pronto comenzaría otra. Hacía dos meses que se había ido, sólo se pudo quedar máximo uno.

—Amor...

—Shhh, no queremos despertarlo —acarició el cabello negro de James, para después darme un beso.

—Por cierto, hoy sólo vine a dejartelo, que ya anda todo el rato con "Llevame con Janis, extraño a mi Janis", de verdad me cansa.

—Bien, ya me tiene aquí, y yo a él.

—Hasta luego, Jan, cuidate que este hombre no pierde el toque —me dio un abrazo para luego marcharse.

Abracé una vez mas a Jimmy, para después dejar en sus brazos a mi hijo. Subí las escaleras y toqué la puerta que estaba justo enfrente.

—Scarlett, cariño, ya llegó papá —abrí la puerta y ella trataba de sacar una canción con la guitarra, se dio la vuelta y me miró.

—Vamos, que ya quiero verlo —le di un abrazo y besé su frente, para así bajar junto a ella.

Jimmy le hacía cariños al pequeño, quien parecía ser su copia.

—¡Papá!

—¡Lilith!

Me devolvió a James, para así abrazar y cargar a su princesa, siempre lo sería.

—Madre, creo que deberíamos ir a cenar, no había bajado desde la comida —me dijo ella.

Desde que Jimmy se quedó con la custodia de su hija, todo se volvió mucho mas fácil, y ella comenzó a decirme " mamá" o "madre" de forma natural.

—Vamos, yo lo iré a dejar, está cansado —Jimmy lo volvió a tomar en brazos.

—Nunca se cansa, la batería no se le acaba —respondió Scarlett.

—Shh, es tu hermano, dejalo —reafirmó su padre.

—Dejalo en el sofá, le gusta dormir ahí —indiqué.

Jimmy, mientras la cena seguía su curso, actuaba mas cariñoso. Sentía esa mirada dulzona de hacía ya mucho tiempo. Los años habían surtido sus efectos en ambos, en su caso, se volvió mucho mas delgado debido al uso excesivo de drogas, y yo, después de el embarazo me había vuelto mas flaca. Probablemente porque mi hijo se llevó todo de mi, Robert alguna vez dijo que fue como una sanguijuela, me había absorbido todo.

Pero conocía esa mirada, y solo e producía por varias razones: llevaba un tiempo sin una noche dándonos amor y lo quería, simplemente se le salía lo romántico, estaba feliz, o bien, me había sido infiel.

Una vez Scarlett y él terminaron de hablar, ella se retiró junto a su hermano, ella también ya conocía esa especie de mirada, y quería estar lejos de lo que podría pasar.

—¿Qué son todos esos rumores de que tu y Lori han vuelto? —escupí directa.

—Janis... —suspiró —, esa historia, es simple fantasía, ella y yo nos vimos, salimos, hablamos y esas cosas.

Una carta para Jimmy PageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora