N/a: quiero advertir que esté capítulo va a ser demasiado triste y que tocaré fibras sensibles en el corazón de cualquier zepphead, así que están todxs advertidxs.
Janis
Después de volver de la luna de miel, y en si luego de varios meses. Nos reunimos, el séquito Zeppelin y sus esposas.
Los niños corrían en la casa de Robert, quien miraba feliz a sus hijos.
Karac, era su bebé, su nene. Era la luz de sus ojos. Si bien Carmen le sacó el instinto paterno, Karac hacía que lo desbordara.
Scarlet era su gran amiga, miraban las nubes juntos, dándoles miles de formas.
Ella, al ser mas grande, le enseñaba todo lo que aprendía. Y él, bueno, se comportaba de la forma mas tierna en que podía hacerlo.
Incluso Jimmy llegó a plantearse la idea de que terminaran juntos algún día.
Después de tres meses de descanso, debían irse. Cosa que acepté como si nada. Después de todo, era eso lo que hacía que pudiésemos tenerlo todo, y también, era algo de lo que Jimmy dependía, amaba todo.
—Robert está de terco.
—¿Y eso es acaso novedad? —pregunté haciendo una trenza mas en su cabello mientras veíamos "Psicosis" en el televisor.
—No, pero le dije que podíamos esperar mas... Karac está enfermo, pero las fechas de los conciertos ya están fija, y demasiados boletos ya han sido vendidos.
—Jimmy, el quiere lo mejor para Karac, para Maureen y Carmen, entiendelo.
—Lo hago, porque yo doy todo de mi para que tu y Scarlet tengan todo, pero a veces exagera.
—Jimmy.
—Bueno, así lo veo yo.
—Esta bien... Creo que si quiere comenzar la gira, tiene derecho, además, Karac ya está recuperándose poco a poco.
—Pero no del todo, me preocupa eso, a veces Maureen teme perderlo durante la noche y se queda a dormir con él o lo lleva a su cama.
—Es algo que toda madre haría, una vez enferme de hipotermia y mi madre no me dejaba sola, hasta Brandon me cuidó es vez... Y estoy segura de que yo también lo haría con Scarlet.
—Si... Pero es que siento algo... Algo me dice que ni deberíamos irnos...
—Jimmy, estas actuando cual paranoico, además, yo he visto bien a Karac. Aunque tose mucho... Esa enfermedad no me gusta nada.
—¿Lo ves? ¡Ya lo aceptaste!
—Mas bajo, Scarlet ya esta durmiendo.
—Bien... Si todo sigue como ahora, mañana nos vamos.
—Te voy a extrañar un montón...
—Y yo a ti, Jan, pero es lo que amo, y es mi trabajo.
—Eso lo entiendo, pero no se si deba sentir celos de tus guitarras.
—Janis Rune Page, deja de exagerar —sonrió para acomodarse y quedar sobre mi.
—Mira quien lo dice, jaja —acaricié su cabello antes de que nos besáramos.
Pasaron días hasta que por fin se fueron, comenzando una gira de seis meses. Hacía poco, Robert había tenido un accidente que casi le hace polvo el talón, dejándolo en silla de ruedas, pero no impidiéndole cantar.
Por fin se recuperaba, y ahora, era Karac quien enfermaba.
Fueron dos semanas. Dos en las que Maureen Plant y yo creíamos que Karac mejoraba mucho... Pero todo cambio esa horrible noche.
Había mucho viento, no había luna... Era oscuro y desolador.
Me quedé a dormir con ella esa noche... Esa, que nunca podría olvidar.
Pasamos mucho hablando de cualquier cosa. Acabamos descansando después de todas las platicas posibles. Dos mujeres solas pueden hablar como si no hubiera un mañana.
Al día siguiente, la acompañé a despertar a su pequeño... El pequeño que nunca podría volver a abrir sus pequeños ojos.
En cuanto vinos que no respiraba, tratamos de realimarlo, llamé a emergencias, pero ya era tarde. Karac, se nos había ido. Maureen llamó de inmediato a Robert, quien vino enseguida, y todo acabó por derrumbarse.
Pedimos a los para médicos que dejaran al niño... Después de todo, era Maureen quien no podía dejar de llorar. Y en cierto modo, la entendía, yo alguna vez, sufrí lo que ella pasaba.
Cuando llegó Robert junto a Jimmy, fue la primera vez que lo vi llorar. Abrazaba al pequeño cuerpo que algún día me robó mil y un sonrisas, que le iluminó desde que nació... Y no podía hacer nada mas que llorar y pedirle que despertara.
Jimmy
Estaba inconsolable. No sabía como hacer para que Robert dejará al cuerpo. Sólo lo abrazaba y pedía que despertara. Pero eso, no pasaría.
Pero después de varios días, no podíamos hacer que Robert dejara de llorar. Dormía en la habitación que alguna vez su hijo lleno de risas y vida. Su cabello dorado, ya no brillaba, sus ojos eran ahora de un azul frío.
Maureen se culpaba y Jan... También lo hacía.
Yo sólo me dedicaba a decirle que no, que eso no era culpa suya. Y era verdad, eso que Percy sentía, yo también lo sentí. Lo sentí, cuando Janis tuvo que pasar el legrado, perdiendo a nuestro hijo.
Pasaba el tiempo y Robert se hundía en su depresión. Maureen trataba de seguir por él y Carmen. Jamas olvidarían a ese pequeño que llegó para iluminar sus vidas, y que hacia meses... Se había ido.
Me costaba entender porque la vida era así. Por que era tan cruel. Porque quitaba siempre lo que uno mas amaba.
—Robert.
—¿Si? —dio un trago a su cerveza.
—Esto que tu sientes... Lo sentí yo, pero hay mil maneras de manejar el dolor... Yo no elegí la mas adecuada... Pero después lo sientes menos, aunque nunca se va.
—Jamas pondré el trabajo antes... Jimmy, esa noche pude haberle dado un beso de buenas noches y decirle que lo amaba —las lágrimas brotaron y lo abracé —. Pude haberle cantado para dormir... Pude haberle contado un cuento —mi camisa comenzaba a mojarse a causa de sus lágrimas.
—Percy, entiende, todo pasa por algo, quizá no estabas preparado para verlo partir así, todo tiene un porque...
—Ahora te entiendo... Ahora entiendo que sentiste cuando pasó todo lo de Jan... No debí juzgarte mal...
—Eso pasó, de vez en cuando las heridas se abren, pero nunca de la misma forma. Jamas se vuelven a hacer tan profundas... Es algo con lo que aprendes a vivir.
Tiempo después, le compuso algo. Una canción que cualquier persona creería que era sobre algún noviazgo. Pero en realidad, esa canción siempre sería para Karac.
—All of my love, al of my love, oh, all of my love... —culminó, mostrándo como qiedaba.
—Es hermosa, Percy.
—Es lo menos que puedo hacer... Es en su honor.
—Robert, donde quiera que esté, te sigue amando tal y como eres... —Jan le dio un abrazo para así consolarlo mientras volvía a llorar.
—Todo mejorará, de verás —me uní al abrazo. Era lo menos que podía hacer. Era en su honor. En honor a Karac Pendragón Plant, el príncipe, de nunca jamás.

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Una carta para Jimmy Page
FanfictionEl decía que ella era una chica hueca. Ella decía que el era un ególatra. El decía que ella no valía la pena. Ella decía que el tenia un ego mas grande que el mundo. El no sabia quien era ella. Ella si sabia quien era él. Jimmy Page decía que no la...