Una carta para Jimmy Page

¡Bienvenido! ya somos dos.

Janis

Había pasado una semana, una mas. Esperaba que todo pronto acabara, aunque faltaba un poco mas.

No suficiente con tenerme a mi de vuelta luego de haberme ido hasta Irlanda, mi padre también quería a mi hermano de regreso.

Él, estaba en América, en los Estados Unidos. Era dos años mas grande que yo y mucho mas maduro.

Ese día volvería. Lo vi entrar y corrí hasta llegar a el.

-¡Brandon! -lo abrace, el me cargo y dio un par de vueltas.

-¡enana! -sonrió después de bajarme.

-cuanto sin vernos - dijo mi padre.

-papá -,solo espere a que no se pelearan como habían hecho hace bastante tiempo atrás.

-Ven aquí -se dieron un abrazo.

-oye, Siugurd, debo...mostrarte algo -señale el ascensor.

-¿una pintura o dibujo? -negué con la cabeza -entonces vamos a ver que has hecho pequeña artista.

Subimos mientras hablábamos. Extrañaba mucho a mi hermano, el día era esplendido, sin tensiones ni problemas...

Hasta que el ascensor se detuvo en un piso antes al que íbamos.

-que raro -dijo el. Media un metro con ochenta. Me sentía rara cuando me miraba desde arriba.

-tal vez alguien va a subir -me encogí de hombros.

-tal vez, ¿crees que baje o que suba? -sonrió

-ay no se, no me preguntes eso -rode los ojos y espere.

Entonces me tope con alguien que ya no quería ni ver. Jimmy Page.

-hola niña -saludó como de costumbre

-¿y este cuantos años tiene? ¿Treinta? -dijo Brandon.

-callate; hola, Led Wallett -le di un codazo a mi hermano.

-que lindos, tienen el mismo humor, y no niño, tengo veintisiete, deberías enseñarle modales a tu...¿amargada? -sonrió malicioso. Hijo de...

-que casualidad, tengo tu edad, y esta amargada es mi hermana, tu eres quien necesita modales, el único huraño aquí eres tu -lo mire irónica. No tenia cara para decir eso.

-Page -llame con voz cantarina. Pobre idiota, a ese paso y seguía creyendo que me iba tener a sus pies.

-¿si, cariño? -me miró... coqueto.

-¿subirás o bajarás?, porque el y yo vamos a subir -lo miré de igual forma.

-voy a bajar, lindura, pero si quieres podemos subir -sonrió pervertido -claro, dejando a este...chico afuera, no creo que quiera traumas -,lo miró de reojo.

-hey, casanova, alejate de ella -mi hermano se interpuso entre nosotros.

-tu no te metas -lo fulmine.

-callate y presiona el botón, quiero descansar y tu de coqueta con este guitarrista prodigio -rode los ojos y presione el botón número cuatro.

-querido hermano, ¿por quien me tomas? Ni que quisiera estar con este verdadero hijo de... -me interrumpió.

-cuando te deje, no hablabas así -me fulminó a mi.

-¿van a detenerse o que? Ya llegamos a tu piso, retraída -estúpido Page.

-gracias por el aviso, Led Wallett -dije sarcástica.

-hasta pronto, anciano -dijo mi hermano, él y yo salimos del ascensor.

Caminamos mi habitación. Abrí la puerta y entramos.

-oye, ¿recuerdas que en el sesenta y ocho conocí a Hendrix? -saque un disco de el. Mi hermano era su mas grande fan.

-si, y también que te odie por eso -se sentó en el escritorio y leyó un poema que escribí, titulado "Pudrete, mi amor" -que original, ¿a quien va dirigido?

-eso último no importa ahora, toma -le entregué el disco firmado por Hendrix, lo pedí especialmente para Brandon, por lo que tenía su nombre.

-tu...-se quedó boquiabierto.

-yo...-le quite el poema y lo guarde en un cajón.

-eres la mejor hermana, - me abrazó.

Jimmy

Había pasado un rato ya luego de que me tope con la chiquilla y su hermano.

Genial.

No solo con tener a uno era suficiente, ahora tenía a dos.

Mi tarde iba tranquila. Por alguna razón solo encontré a Jonesy cerca.

-¿cuanto llevas aquí, Jones?- pregunte.

-media hora, creo que se van a tardar.

-¿quieres unos tragos? Yo invito - Sonreí.

-¿Page invitando tragos? ¿Qué eres y qué le has hecho al mujeriego de mi amigo? -se burló.

-soy Page, y solo quiero ir a beber.

-pues acepto -caminamos juntos.

-tu pagas la mitad -sonreí

-ese si eres tu.

En lo que esperábamos llego Bonzo y al último Plant.

-¿Qué te pasa, Robert? Últimamente estas algo raro -le dije a mi mejor amigo.

-busco...un regalo, para pagar un favor -se ruborizó.

-¿y para quien es? -dijo Jonesy.

-es para una chica, no tiene mucho que la conocí, bueno, que la conocimos -se rasco la nuca.

-dime que no es esa chica en la que estoy pensando -ay no. Mi amigo estaba perdido.

-depende de en quien pienses.

-sueltalo Page -dijo Bonzo.

-Janis -dije sin problema.

-has dado en el blanco -sonrio Plant.

-¿por que ella habiendo tantas? - pensé en voz alta.

-y ¿cual sería el problema?- enarco una ceja.

-vamos, acepto que tiene buen culo, no negare que sus lindos pechos me encienden, pero no cae tan fácil -moví mi vaso en círculos, viendo el vodka moverse de igual forma en su interior.

-el hecho de que se niegue a ti, no quiere decir que se negara a mi -movió su cabello.

-pues ella se ha tardado en caer, así que dudo que lo haga contigo.

-si, hablame de libros de ocultismo y esas cosas que a ustedes par de subnormales les gusta, aunque no de mas, no quiero tener pesadillas -pidió mi amigo.

-pues tengo un par de ediciones de hace un par de años, puede que alguno le guste...-abrí los ojos como platos ante mi acción. ¿Que diablos con lo que decía? Ni loco regalaba uno -pero deberás conseguir tu los tuyos.

-si, si, como digas Pagey, oye, mira ahí -ceñaló con su cerveza.

-¿quien es?-pregunte

-una pelirroja -dijo Robert sonriendo

-no es Jacky, ¿o si?- dijo Bonzo mas pálido.

-no, aunque fue divertido dejarla en el armario con la promesa de que volveríamos por ella -reí ante el recuerdo.

-fue divertido, ¿no Bonzo?- dijo Robert.

-si mientras duró, aunque estábamos ebrios, así que le deje el pez dentro.

-¿y Jonesy? -lo busqué.

-ya se fue a por ella -rio Plant

-¡era mía! - chillé