Una última carta.

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Janis

"Estados Unidos, Marzo de 1971.

Jimmy, necesito que pongas total atención en lo que te voy a decir.

Este, es mi fin.

Es la ultima carta que enviaré.

Esta noche Janis hablará contigo, y te explicará muchas cosas.

De verdad, quiero que pienses bien lo que vas a decir, que rectifiques todo lo que piensas, porque es muy probable, que de ahora en adelante, yo no volveré a menos que sea estrictamente necesario.

Cuidale, quierele, protegele.

Tuya, La Chica Cósmica"

La doble y le deje en un sobre.

Estábamos en un hotel ahora, por lo que descansaba mejor y ya no sufría tanto por el calor.

Él y yo nos habíamos vuelto a acercar. Aunque de poco en poco, pero las cosas ya iban mejor.

Guarde el sobre y todo estaba listo.

Salí al balcón y mire el cielo. Tan azul como los ojos de mi familia. Tan despejado como mi soledad, por lo menos hasta ese momento.

Hasta sentir brazos rodeando mi espalda.

—¿que haces aquí? Hace mucho sol.

—necesitaba un poco de aire.

—se te ve bien este vestido, pero mejor aun sin el.

—basta, hoy no.

—bueno, ¿quieres salir? Ya sabes, a comer algo, te tengo una pequeña sorpresa.

—¿que es? —dije curiosa.

—creo que lo olvide, pero igual me darás una noche ¿no?

—creo que también lo olvide.

—pero yo creí que me darías un poco esta noche.

—anda, vamos —reí.

Salimos a caminar un rato, compramos un helado y seguimos con nuestro paseo.

Poco después, llegó la tarde.

Él ya debía irse, por lo que yo le esperaría en el hotel, pero antes le daría una despedida a mi estilo.

—hmm...volveré cariño —dijo el contra mis labios.

—después de esto, no querrás volver a hacerme a un lado.

—no cariño, te pondré de lado.

—hmm...quiero ver que lo intentes.

Sacó su miembro de entre sus pantalones, elevo mi vestido y tuvimos sexo en el balcón del hotel.

Acabó por quitarme toda la ropa que me quedaba, haciéndome ver las estrellas.

Cuando ambos terminamos, era hora de irse.

Me vestí de nuevo y le acompañe hasta la puerta.

—nos vemos —le abracé.

—hasta luego.

Así es como se fue.

Unos veinte minutos mas tarde, baje a entregar mi carta en recepción.

Le dije a la chica que se la habían enviado a Jimmy Page, aunque yo no tenia idea de quien era el remitente, así que solo la entregara al destinatario.

Me regrese a mi habitación y decidí darme una ducha, y en cuanto salí decidí ponerme linda.

Me recogí el cabello en un moño, un vestido negro no muy ajustado, un par de zapatos que dejaban ver mi estatura real.

Solo me quedaba esperar.

A que Jimmy no trajese una chica, y que mirase mi carta.

Era hora de decirle quien era yo.

Que la Chica Cósmica, no era nada mas ni nada menos que Janis Gibson.

A pesar de ser tan audaz como los chicos gustaban de llamarme, en ese momento mi valentía se fue. Tenia miedo de que Jimmy me odiara al saberlo todo.

Jimmy

Íbamos de regreso al hotel luego de nuestra fiesta.

Esta noche, solo tenia ojos para Janis, a demás, ninguna chica estaba tan linda esta noche.

Al llegar a recepción, nos entregaron varias cartas. Pero a mi solo una.

La chica cósmica.

Camino al décimo piso en donde nos quedábamos, la leí.

En cuanto llegue a la puerta, abrí con cuidado.

Cuando la miré, ella estaba en el balcón, bebiendo tranquila, mirando la ciudad, admirando a la distraída y gran Nueva York.

—ya estoy aquí —dije desde el marco de la puerta, y ella dio un pequeño salto

—hola... —sonrió.

—hermosa...¿no? —pase mi mano por su cintura y mire la ciudad así como hacía ella.

—sin duda...pero también ruidosa.

—me gusta, aunque tienes razón, es muy acelerada.

—nunca se detiene.

—jamas lo hace...

—y jamas lo hará —finalizó por mi.

Pasamos un par de minutos ahí, disfrutando de el silencio, hasta que ella tomo mi mano y la apretó un poco, haciendo que le diese la mirada.

—Jimmy...yo...quiero hablar contigo.

—por supuesto.

—yo...se que te han llegado cartas.

—estupido Robert, ya no puedo decirle nada porque...

—yo...—comenzó a temblar —yo soy la chica cósmica.

Por completo me dejo sin habla.

Era algo que no podía creer pero también sentí que era verdad, aunque mi orgullo gritaba traición.

—entiendo si no me quieres mas contigo, te engañé. —soltó mi mano y se dio la vuelta —no volveré a acercarme a ti de nuevo si así lo quieres...per —la besé.

A pesar de que una parte de mi ser se sentía engañada, la seguía amando.

En cuanto nos separamos la abracé.

—algo en mi lo sospechaba, pero no estaba tan seguro.

—¿de verdad?

—incluso pensé que fue Brandon, y cuando le interrogué el dijo que tu tenias la letra idéntica, pero...no pensé que eras tu.

—bueno...la verdad es que tu...me daban ganas de matarte, pero...de poco a poco caí en ese vacío sin fondo de nombre Jimmy Page.

—yo sentí interés, y de no ser por tus pequeños empujones que prácticamente me tiraban al suelo, nunca habría sabido como enamorar a mi pequeña pelinegra.

Me acerque a ella de forma dulce.

Junte su frente con la mía y la besé.

La besé como nunca.

Una carta para Jimmy PageDonde viven las historias. Descúbrelo ahora