(Punto de vista de Mimi)
-Yo sólo os pido una cosa. -La voz de Miriam se impuso sobre el resto en la habitación.- Que os calléis, por favor, porque lo de estas noches atrás fue demasiado, eh.
Se escucharon las risas de Nerea y Agoney.
-No, y encima no os riáis, cabrones. -Con Miriam nunca se terminaba de saber si estaba de broma o enfadada de verdad.- La Academia es muy grande y hay muchos sitios a los que ir a hablar. La habitación es sólo una, así que si vais a estar aquí que sea para dormir.
-Eeeeella, gobernantaaa. -Soltó Agoney.
-Sí, tú ríete, pero como el lunes estés sin voz nos jodemos los dos. -Le dijo la gallega.
-Zassssss. -Cepeda se unió al combate dialéctico que había empezado.
-Y tú calladito también, Luis. -También tenía para él... -Que Aitana y tú os pasáis el día pegados ensayando y resulta que entráis aquí y seguís igual. ¿No estáis hartos ya de veros las caras?
-Pues la verdad es que no. -Contestó él mirando a Aitana y ella se rio.
-Ay, de verdad, ¿qué voy a hacer yo con estos hijos míos? -Miriam en modo madre dramática era lo más...
Cogió, se metió en su cama y empezó a organizar su ritual nocturno, consistente en ponerse mil cremas, sus cascos, meter cincuenta mil cojines y un peluche gigante entre las sábanas y tratar de hacerse un hueco en medio. Si aquí al más cuerdo lo habían sacado de Narnia por lo menos...
-Y calladitos, ¡eh! -Fue lo último que dijo. Al menos por el momento.
Los demás, no sabía muy bien si por evitar el conflicto o porque realmente estaban tan cansados como ella, fueron haciendo lo mismo y metiéndose cada uno en sus respectivas camas. Parecía que hoy ya no quedaban muchas ganas de fiesta...
Yo me levanté de la cama y Ana, que seguía sentada, me miró.
-Voy a ponerme el pijama, que lo tengo en el vestidor.
Ella asintió y yo salí de la habitación. Mi cabeza no podía parar de dar vueltas.
Se me hacía raro pensar que, por fin, nos habíamos dicho todo. Que habíamos sido completamente honestas la una con la otra, sin ocultarnos nada. Y era algo que yo valoraba mucho, especialmente por su parte.
Tenía que ser muy jodido creer que tienes tu vida hecha, con tu pareja, y que todo está bien y, de repente, empezar a cuestionártelo todo porque aparece otra persona. Yo, en este caso...
No tenía que estar siendo nada fácil para ella y, sin embargo, estaba asumiendo lo que le pasaba y lo estaba compartiendo conmigo. Y no tenía ni idea de lo feliz que me hacía eso... Saber que, pasase lo que pasase de aquí en adelante, ambas teníamos la certeza de estar creando un vínculo basado en la confianza y la verdad.
Con el pijama ya puesto, fui al baño y, a continuación, volví a la habitación. Las luces ya estaban apagadas cuando entré y tuve que caminar muy despacio para no chocarme con nada ni hacer ningún ruido, cualquiera se arriesgaba a despertar a Miriam...
Me sentía un poco rara yéndome a dormir sin decirle nada más a Ana. Al fin y al cabo, no habíamos sido nosotras las que terminamos con nuestra conversación, sino que nos habíamos visto forzadas a hacerlo cuando entraron nuestros compañeros. Por eso, me dirigí a su cama con la intención de darle las buenas noches pero, para mi sorpresa, me la encontré vacía y perfectamente hecha.
Extrañada, me giré hacia mi cama y allí estaba: con el pijama ya puesto y tapada casi hasta el cuello.
Me acerqué para hablarle sin que nadie más lo escuchara y así no despertar a ninguno de mis compañeros.
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Lo bueno está por llegar || WARMI
FanfictionLas vidas de Ana Guerra y Mimi Doblas hubieran transcurrido de forma paralela y sin cruzarse jamás de no ser por LA experiencia que lo cambió todo: Operación Triunfo. Lo que empieza como un sueño por cumplir, muchos nervios y todas las ganas del mun...