Capítulo 21

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(Punto de vista de Mimi)

Después de dos horas ensayando sin parar, Ana y yo decidimos que ya era suficiente y pasamos directamente a la ducha. Entre la clase de fitness de esta mañana y la sesión de coreografía que nos habíamos pegado, que se prepararan nuestros compañeros porque les íbamos a dejar sin comida...

Al día siguiente tocaba el segundo pase de micros y nos podrían decir muchas cosas, pero no que no le estábamos poniendo ganas.

La verdad era que trabajar con Ana era lo mejor que me podía haber pasado esa primera semana. Todo era fácil y agradable con ella, nos complementábamos muy bien y nos ayudábamos mutuamente en todo aquello en lo que la otra podía flojear un poco más. Y pasar tanto tiempo juntas estaba provocando sólo cosas positivas en mí, así que no me podía sentir más feliz y agradecida.

Tras ducharnos, nos cambiamos y fuimos a comer. Cuando ya estábamos totalmente inmersos en nuestras mil conversaciones paralelas en torno a la mesa, apareció Noemí.

-Hola, chicos. -Dijo ella. -¡Que aproveche!

Le dimos las gracias y nos miramos expectantes: sabíamos que era raro que apareciera en mitad de la comida y, sobre todo, un viernes, día en que los profes no venían a la Academia.

-Cómo me gustan vuestras caras de incertidumbre. -Se rio.- Son una mezcla de miedo y emoción a partes iguales.

-Es que está claro que algo nos vienes a contar. -Habló Roi.

-Pues sí, te veo avispado, Roi.

-Ya sabes que yo siempre... -Dijo él fingiendo humildad.

-Bueno, pues eso, que vengo a contaros que ahora en un rato, -hablaba muy lentamente, queriendo estirar el momento y hacerse la interesante- cuando acabéis de comer muuuuy tranquilamente, va a suceder algo.

-¿El qué? -Preguntó Aitana abriendo los ojos como platos.

-Pues algo que os va a gustar mucho. -Respondió ella.

-¡Noe! Dinos qué es, por favor. -Le rogó Nerea.

-Sorpresa... -Estaba disfrutando de este momento.- Sólo os digo que a las cinco os quiero a todos en el salón bien sentaditos en el sofá.

-¿Una visita? -Preguntó Nerea.

-No me vais a sacar nada más, lo siento. -Dijo ella convencida.- Lo dicho, a las cinco en el salón, ¿vale?

Todos le dijimos que sí y no tardamos en empezar a especular sobre qué sería lo que nos esperaba esa tarde.

-Ahí, ahí, dándole al coco. -Dijo ella riéndose.- Hala, ¡hasta luego, Mari Carmen!

Sin más, se dio la vuelta y se fue por dónde había venido, dejándonos muertos de la curiosidad.

-¿Qué pasará? -Preguntó Ana, sentada a mi lado.

-Pues seguro que alguna visita de alguien, lo que no me imagino es de quién...

-Es que puede ser cualquiera. -Dijo ella, tratando de pensar de quién podría tratarse.

-Lady Gaga, fijo. -Soltó Roi.

Yo no pude evitar soltar una carcajada.

-Sí, claro. -Dije.- Pasaba por aquí la muchacha y dijo: voy a hacerles una visita a estos chicos.

-Pues claro, ¿por qué no? -Seguía Roi.- A darnos unos consejitos. Yo lo veo súper factible.

-Claro que sí, amigo... -Le dijo Ana, riéndose.- Y a lo mejor se trae a Adele también, ¿no?

Lo bueno está por llegar || WARMIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora