Capítulo 94

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(Punto de vista de Ana)

-Es que me voy a poner a llorar y todo... Que parece esto la Academia otra vez.

-Ay, ¡calla, Roi! Que si dices esas cosas, la que llora soy yo.

-Lo siento, Anita.

-Anda que vaya par de nostálgicos aquí los amigos... -Dijo Ricky mientras cogía su tostada.

-No te hagas el duro, Ricky Merino, que por dentro estás feliz de verte de nuevo en un desayuno como éste. -Le dijo el gallego.

-Es que desde las dos primeras semanas no estábamos así. -Indicó Raoul.

-Dios mío, si parece que ha pasado un año, por lo menos. -Dijo Aitana, a la vez que buscaba y localizaba el bote de miel sobre la mesa.

-La verdad es que es genial volver a estar todos juntos. -Dijo Mimi, sentada a mi lado.

-Si por mi fuera volvíamos a entrar todos a la Academia otra vez. -Se pronunció Marina, mientras se sentaba con su desayuno.

-Buah, a mí me fliparía. -Coincidió Roi.

-¡Bueno! ¡Dichosos los ojos! -Ricky habló excesivamente alto, queriendo llamar la atención, y todos dirigimos la mirada hacia el lugar que él parecía contemplar.- Si es la pareja del año, que por fin se digna a unirse a nosotros.

Alfred y Amaia entraban en el reservado del comedor que teníamos para nosotros y, mientras el catalán se reía, ella se tapaba la cara como si le diera vergüenza ser de repente el centro de todas las miradas.

-A saber por qué han tardado tanto en bajar... -Dijo Roi.

-¿Te lo explico yo?

-No, Ricky. -Mimi le metió la tostada en la boca, literalmente, para que se callara.- No hace falta que expliques nada.

Amaia y Alfred se sentaron a la mesa y la conversación transcurrió en medio de ese caos tan bonito y que tanto echaba de menos: el de los 16 juntos y revueltos.

-Pero, ahora en serio. -Tomó la palabra Ricky.- ¿Cómo lo lleváis? Lo de la gente y eso... ¿Estáis agobiaos?

-Pues a veces un poco. -Le dijo Alfred.- Para qué te voy a engañar.

-Pues yo no... -Respondió Amaia despreocupada.

-Ya, mi amor. -Ricky la miró con ternura mientras le hablaba.- Pero es que tú todavía no has descubierto lo que es el Twitter ni para qué sirve, entonces pues es un poquito normal que...

-Que me la sude todo. -Saltó Amaia, tan espontánea como siempre.

Todos nos reímos mientras ella se hartó a decir que estaba de broma, que en realidad sí que le importaba la gente y eso.

-No, pero a ver, que yo entiendo a Alfred. Que sí que es raro ir por la calle juntos o lo que sea y sentir que la gente nos mira y eso.

-No, y que la mayoría de la gente es muy respetuosa y nos da muchísimo cariño. -Dijo él.- Pero hay otra que se debe de pensar que somos marionetas o algo. Por ejemplo, sabiendo que vamos a cantar juntos mañana, yo he llegado a leer tweets pidiéndonos que nos demos un beso al final. ¿En qué cabeza cabe pedir una cosa así?

-Bueno, Alfred, son las niñas... -Le dijo Ricky.- Simplemente les gustáis y les parece bonito.

-Ya, pero es que eso tiene que ser espontáneo, no se puede llevar preparado.

-Ya, yo te entiendo, Alfred. -Le dijo Mimi.- Te sientes como si hubieras perdido un poco el control sobre tu propia vida, por así decirlo. Da vértigo.

Lo bueno está por llegar || WARMIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora