(Punto de vista de Ana)
Me parecía increíble pensar que ya era casi Navidad...
Llevábamos prácticamente dos meses en la Academia y, aunque se me habían pasado volando, si echaba la vista atrás tenía la sensación de llevar aquí metida toda la vida. Habían pasado tantas cosas... ME habían pasado tantas cosas, y tantas cosas importantes.
Las últimas semanas en concreto, desde la firma y el pequeño contacto que pude tener con el mundo exterior y con Mimi, a través de nuestras cartas, habían sido de lo más intensas. La gala de "Lágrimas negras" fue una montaña rusa para mí. Pasé de la euforia al terminar mi actuación a la decepción cuando escuché las palabras del jurado; y de eso a la calma cuando Noe me dijo que ellos, los profes, sí estaban contentos conmigo, seguido del gesto de mis compañeros salvándome y permitiéndome respirar tranquila.
Escuchar al jurado ese día me dolió más que nunca. Otras veces no me habían valorado positivamente y, sin embargo, una parte de mí sabía que no les faltaba razón, que había mostrado carencias y no había dado lo mejor de mí. Pero ese día, al margen de "La Bikina", fue realmente el primero en el que yo me quedé satisfecha con el resultado de mi trabajo y me resultaron ajenas sus palabras, como si no estuviéramos hablando de lo mismo.
Me consideraba una persona humilde, abierta a la hora de recibir críticas y siempre dispuesta a recibir todos los consejos que me ayudasen a mejorar; pero en esa ocasión me resultó injusto lo que me dijeron. Seguramente no había sido una actuación perfecta en todos los sentidos, pero yo sentía que había sido una de las mejores que yo había hecho en el programa y que no me merecía estar nominada.
Supongo que ahí entendí que no se le puede gustar a todo el mundo, que es como una obviedad muy grande que todos conocemos pero que, en el fondo, una parte de nosotros se agarra a pensar que puede no ser cierta, que tal vez sí podemos agradar a todo el mundo y hacer algo extraordinario. Pero no es así. Y por muy estupendo que sea lo que hacemos, siempre puede haber alguien que no lo vea de la misma manera, y no por ello debemos dejar que eso nos hunda. Cuando les escuché decir todo aquello, comprendí que, por mucho que les respetara y que estuviera dispuesta a hacer autocrítica, lo que tampoco podía hacer era cambiar mi opinión en base a la de otros, que no podía dejar que lo que pensaran los demás anulara mi juicio propio y me hiciera dudar de todas esas cosas que sabía. Y no por cabezota, sino porque yo era la que caminaba conmigo cada día y sabía bien lo que había.
Fue un punto de inflexión necesario y, aunque la noche terminó bien para mí, al mismo tiempo me hizo más fuerte. Me hizo crecer, al comprender que al primero que hay que preocuparse por agradar y hacer sentir orgulloso con lo que haces es a uno mismo. Y que si esa sensación la vives con honestidad y sabiendo reconocer tus fallos pero también tus logros, las cosas irán bien. Y por eso encaré la nueva semana con una fuerza y una energía que tal vez no hubiese podido mostrar unas semanas atrás. Me daba bastante miedo el reto que suponía "Sax" y enfrentarme a él yo sola me dio vértigo. Por suerte, tenía unos compañeros y unos profesores maravillosos que creían en mí y que no me dejaron otra opción más que hacer yo lo mismo... Bueno, eso y una presencia siempre constante dentro de mí con una vocecilla a la que casi podía escuchar eso de: "Y cuando pienses que no puedes más, grita fuerte y lucha hasta el final".
De verdad que casi podía oír a Mimi a mi lado recordándome todo eso, con esa mirada de quien ya lo ha visto todo y tiene una seguridad brutal en lo que va a suceder; repitiéndome que lo voy a conseguir, que voy a ser capaz y que, cuando lo haga, ella sólo sonreirá tranquila pensando que ya lo sabía. No tenía dudas de que me estaría apoyando desde fuera y ya sólo el hecho de hacer honor a la confianza absoluta que ella tenía en mí, fue razón más que suficiente para intentarlo con todas mis fuerzas. Bueno, eso y que yo empezaba a cogerle el gusto a eso de llevarme a mí misma y a mis posibilidades al límite. ¡Quién te ha visto y quién te ve, Ana War!
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Lo bueno está por llegar || WARMI
FanfictionLas vidas de Ana Guerra y Mimi Doblas hubieran transcurrido de forma paralela y sin cruzarse jamás de no ser por LA experiencia que lo cambió todo: Operación Triunfo. Lo que empieza como un sueño por cumplir, muchos nervios y todas las ganas del mun...