Capítulo 4

4.6K 157 2
                                    

(Punto de vista de Ana)

-¡Venga, chicos! Vamos pasando.

Noemí estaba en la puerta de una de las clases indicándonos que pasáramos para poder empezar el repaso de la Gala 0. Decir que temía el momento de ver mi actuación era quedarse corta...

Era consciente de que los nervios y, al mismo tiempo, la emoción de verme por fin subida en ese escenario y el pensar que tal vez podía dormir esa noche en la Academia, me habían provocado un descontrol del que no me sentía nada orgullosa. En fin, que fuera lo que tuviera que ser...

Comenzamos a ver las actuaciones y la verdad es que la mayoría lo habíamos hecho mejor en cualquiera de los castings que en la Gala. Supongo que era por la euforia y los nervios de ver tan real y cercano el momento de hacer realidad nuestros sueños más locos, que nos habíamos descontrolado todos demasiado.

Cuando llegó mi turno no sabía ni dónde meterme. Asusta un poco sentir que una no tiene control cuando está en el escenario y que no es capaz de ser consciente de lo que hace. Ésa era una de las cosas que más interés tenía por aprender en la Academia: la presencia y seguridad en el escenario.

Un rato después llegó el turno de Mimi. A mí me había dejado alucinada, como siempre, porque con ella no se trataba sólo de la voz sino que tenía todo aquello que a mí me faltaba y que, a mí parecer, era tan importante en un artista. Su forma de pisar el escenario.

Había elegido el tema de "Don't cha" y no podía quedarle mejor. Ojalá yo pudiera bailar así y demostrar tantísima seguridad. Todavía seguía sin entrarme en la cabeza que alguien la hubiera puesto en duda y que hoy, por poco, pudiera no haber estado aquí.

La miré para observar su expresión y pude ver que, aunque no le horrorizaba lo que veía, tampoco le hacía sentirse del todo feliz. Ojalá poder hacerle entender el valor de su talento...

-La verdad es que pensé que estaría peor, después de la decisión del jurado de ponerme en duda. -Mimi comenzó a explicarse mientras Noe y Manu la escuchaban atentos- Yo me lo pasé muy bien y disfruté un montón. Sé que tengo que mejorar muchísimas cosas pero me siento bien al ver eso.

-Las cosas que tú puedes llegar a hacer son muy guays, Mimi. No todo el mundo puede. -Dijo Manu- Pero tenemos que trabajar mucho. Pero mucho.

-Si lo sé, para eso estoy aquí. Tengo todas las ganas de aprender que se pueden tener...

Tras ver las actuaciones de nuestros compañeros, salimos del aula y Noe nos dijo que teníamos una hora y media para comer y volver a vernos en la sala de ensayos para el reparto de temas. Madre mía, ¡qué nervios!

Tenía muchas ganas de empezar a trabajar en una nueva canción y mucha curiosidad por ver quién sería mi compañero. Íbamos a pasar mucho tiempo juntos y me hacía ilusión la idea de conocernos mejor y compartir algo tan intenso como preparar el número que presentaríamos ante todo el público en menos de una semana. Esto estaba empezando a parecer muy real.

-¡Aquí la Tierra intentando contactar con Ana Banana! -Noté como un par de brazos me envolvían por detrás mientras recogía mis cosas en la habitación antes de ir a comer.

Sonreí y me di la vuelta.

-Estaba repasando mentalmente las actuaciones de anoche y pensando en que ojalá me den algo sencillito en esta primera semana a ver si así no la cago tanto como ayer...

Mimi se puso seria y me miró con expresión enfadada.

-No me gusta oírte hablar así, Ana. Ha sido la primera Gala, estábamos muy nerviosos y ninguno hemos estado al 100% de nuestras posibilidades. Pero eso no significa nada más que el hecho de que esto acaba de empezar.

-Ya, si sé que no me tengo que rayar, pero es que me asusta que confíen en mí para un reto que al final no sea capaz de sacar adelante.

La expresión de Mimi se suavizó mientras me escuchaba.

-Tú puedes con todo, Anita. Parece mentira que no puedas verlo... Tienes una fuerza brutal. No tengo ni idea de qué es lo que te espera esta semana pero ya estoy segura de que lo vas a hacer increíble.

-¡Tú sí que lo vas a hacer increíble, tonta! -Le di un abrazo rápido pero de esos que dicen mucho en pocos segundos... -Tienes que empezar a darte cuenta de que verte en el escenario es sinónimo de quedarse embobado.

-No exageres. Yo tengo mucho que trabajar, ya has oído a Manu antes...

-¿Y qué te crees que tenemos que hacer los demás? A todos nos han dicho lo mismo, Mimi. La Gala de ayer no fue brillante ni mucho menos, para nadie, pero de aquí sólo podemos ir hacia arriba.

Salimos de la habitación y comenzamos a caminar hacia el comedor. Mimi entrelazó nuestras manos en un gesto que se estaba convirtiendo en algo totalmente natural e inconsciente.

-Sólo prométeme una cosa. -Dijo.

-Lo que quieras. -Puse mi mano en el pecho para hacerle ver que me estaba tomando muy en serio lo que me decía.

-Prométeme que pase lo que pase estaremos ahí la una para la otra siempre. -En ese momento se paró en seco y yo con ella. Ya podía oírse el bullicio de nuestros compañeros en el comedor y a mí me producía entre ternura y gracia nuestro momento tan intenso en medio de tanta cotidianeidad.

La miré sonriendo.

-¿Sólo eso?

-¿Y te parece poco?

-No es cuestión de mucho o poco. Simplemente me parece la promesa más fácil que he tenido que hacer jamás.

-Mira que cuando alguien promete algo, nunca, nunca, nunca lo puede romper. -Se puso muy seria, como una niña que siente que puede cambiar el mundo con cada pequeña decisión que toma.

-Te lo repito, amiga. Te lo prometo y es el compromiso más sencillo y natural que he adquirido nunca...

-Bueno, pues yo también te lo prometo. -Me ofreció su mano para sellar nuestra promesa con un apretón. Yo la agarré y tiré de ella para abrazarla.

-¡Pero qué formal te pones cuando quieres!

-Yo me tomo muy en serio mis promesas, Ana. Ahora ya no hay vuelta atrás, ya no te libras de mí ni queriendo...

-En ese caso perfecto, porque nunca querría hacerlo.

Nos separamos con delicadeza y Mimi me dio un beso rápido en la cabeza. Entrelazando de nuevo nuestros dedos sin darnos ni cuenta, nos dirigimos al comedor. En menos de media hora tendría lugar el reparto de temas y casi nos quedábamos sin tiempo para comer..

¿Qué nos pasaba?

Lo bueno está por llegar || WARMIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora