(Punto de vista de Mimi)
-¡Ricky! Ábreme la puerta, maricón, que no puedo con la vida.
Nada. Ya era la segunda vez que berreaba como una loca desde el pasillo y nada.
-¡RICKYYYY!
Que no había manera, oye. Esto me pasaba por ser una puta empanada siempre y no coger mi propia llave en recepción, pero es que, claro, venía tan cargada de cosas y tan cansada que lo único que podía pensar en coger era la cama.
-Ricky, por favor, abre la puta puerta. No sé qué coño estás haciendo, pero mueve ese culo y ábreme ya.
Y la puerta se abrió por fin...
-¿Pero tú te crees que se puede llegar como una loca del coño a los sitios? -Mi amigo me recibió con su mejor cara de indignación.
-Calla y ayúdame, anda. -Me abrí paso y entré con todos mis bártulos, dejando un par de bolsas fuera para que él las cogiera.
-¿Qué es todo esto? Que sólo vamos a estar aquí un par de días, no hacía falta traer toda la casa.
-Sólo he traído mi maleta, Ricky, pero es que resulta que tenemos los mejores fans del mundo y me han llenado de regalitos en las firmas.
-Joder... -Entró cargado en la habitación y cerró la puerta tras de sí.- Que a mí también me han traído cosas, pero tú te has pasao, maricona. ¿Qué les das para que te quieran tanto?
Me encogí de hombros sin poder evitar sonreír. La verdad es que el cariño de la gente era la mejor parte de todo esto.
Llevábamos un par de días con firmas de discos por distintas ciudades de España. A mí me había tocado ir con Raoul, Cepeda y Thalía y acabábamos de llegar a Barcelona justo ahora, sábado a las tantas de la mañana... ¿Por qué? Pues porque al día siguiente teníamos ensayos para un número muy especial que íbamos a hacer en la gala de Eurovisión. Dios mío, que quedaba poco más de una semana para la final y yo no me lo podía ni creer.
El mes de enero había sido una auténtica montaña rusa para mí. Después de la llamada de Ana el día de Navidad, su padre se había vuelto a poner en contacto conmigo unos días después, para saber cómo estaba y darme las gracias una vez más por todo lo que hacía por su hija. A mí me superaba su gratitud y casi me costaba entender que ese hombre pudiese ser tan adorable. Por eso y porque sabía que estaría de acuerdo, se me ocurrió proponerle lo del regalo de Reyes para Ana. Y vaya si mereció la pena... Su cara al ver la pulsera fue el mejor regalo para mí, y que la acompañara durante todo este tiempo fue mi particular alivio. Sentía que estaba con ella más que nunca y que ella había entendido mi mensaje."Las guerreras sobreviven".
Y ella era la más grande de todas...
No habían sido semanas fáciles para ella, pero las había superado con creces y, sobre todo, se había superado a sí misma. Se le veía hasta en la mirada lo mucho que estaba creciendo en seguridad, en confianza, en templanza incluso. Afrontaba cada nuevo reto con una serenidad que antes no tenía y a mí me daba la vida verla más fuerte e independiente cada día. Ésa era mi Ana favorita: la que se creía capaz de todo.
A mí tampoco me estaba yendo mal fuera... Tras la expulsión de Cepeda, ambos ayudamos a Ricky a hacer la mudanza al piso que por fin había encontrado en Madrid. Vivíamos los tres muy cerca y empezamos a quedar para ver las galas cada lunes y para simplemente estar juntos y regodearnos en nuestra nostalgia, costumbres a las cuales se unió también Roi cuando salió y enseguida se vino a vivir a Madrid.
Yo empecé a trabajar con un productor, me pasaba tardes en el estudio improvisando, creando y jugando a inventar. No tenía prisa, quería hacer las cosas bien y llevaba tiempo maquinando un proyecto muy especial al que quería dar forma. También pude dar dos conciertos más, uno en Madrid y otro en Granada, al cual me acompañó Ricky, y de verdad que era un sueño ver aquellas salas llenas de gente que había ido ahí para verme a mí. Tanto tiempo acostumbrada a bailar para otros, a trabajar para otros, que darme cuenta de que esas personas querían verme a mí, personalmente, me hacía inmensamente feliz.
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Lo bueno está por llegar || WARMI
FanfictionLas vidas de Ana Guerra y Mimi Doblas hubieran transcurrido de forma paralela y sin cruzarse jamás de no ser por LA experiencia que lo cambió todo: Operación Triunfo. Lo que empieza como un sueño por cumplir, muchos nervios y todas las ganas del mun...