(Punto de vista de Ana)
-Ah, muy bonito... Aquí de fiesta máxima y ni avisáis. -La voz de Aitana, irrumpiendo en la habitación, llamó la atención de los tres y, con eso, tratamos de sentarnos de nuevo en la cama como las personas normales que no éramos.
-Es que a estas dos les entran unos ataques de amor que parece que no les llegara con la otra... -Soltó Ricky.
Aitana se rio y se aseguró de que había cerrado la puerta, pero cuando volvió a girarse, ésta se abrió de nuevo y apareció Amaia.
-Ay, ¡cuánta gente! -Dijo y cerró la puerta tras de sí.- Jo, justo estamos aquí nosotros cinco.
-Efectivamente, Amaia, somos cinco. -Le confirmó Ricky entre risas.
-Jobá, me refiero a que estamos los cinco que lo sabemos. Lo de Ana y Mimi, digo...
-Ya, te hemos entendido. -Aitana le pasó el brazo por los hombros.
-Ay, es que a veces me sigue dando como miedo decirlo en voz alta por si meto la pata o algo.
-Tranquila, Amaia, que a mí también me pasa. -Admitió Mimi.
-Bueno, ¿y qué? ¿qué tal estáis? -Preguntó.
-Eso, ¿todo bien otra vez? -Preguntó ahora Aitana, la cómplice oficial de la nota de Mimi.
-Sí, todo perfecto. -Le dije yo.
La verdad era que mi conversación con ella me había servido de mucho. Ya se lo había dicho: no dejaba de sorprenderme el nivel de madurez que alcanzaba con sólo 18 años. Otra prueba más de algo en lo que yo creía firmemente: que la edad es del todo relativa. Y ella era un buen ejemplo.
A veces sólo necesitas ver las cosas desde otro punto de vista, salirte de ti misma y observarlo todo con otros ojos para darte cuenta de que lo que a ti te parece un problema, en realidad no lo es. Y que a veces estamos tan metidos en nosotros mismos y en nuestras propias rayadas, que no vemos más allá.
Aitana asintió sonriendo, mientras nos miraba a Mimi y a mí, y Amaia la miraba a ella extrañada, sin enterarse bien de lo que estaba pasando.
-¿Cómo, cómo, cómo? -Habló Ricky.- ¿Que ha habido crisis Warmi y yo sin enterarme? ¿Pero en qué momento? Que no me he dado ni cuenta... Estoy perdiendo facultades.
-¿Cómo has dicho, Ricky? -Le preguntó Aitana.- Crisis, ¿qué?
Ricky rodó los ojos y se dispuso a explicarles el nuevo concepto que había creado para llamarnos a Mimi y a mí, el cual se ganó las risas de Amaia y el asombro total de Aitana.
-Ay, me encanta. -Dijo la pamplonica entre aplausos.- Jolín, es que hasta el nombre os queda bien. Qué rabia me dais.
Nos empezamos a reír todos y Amaia nos miró preocupada.
-No, a ver, era broma, ¡eh! -Dijo.- Lo de que os queda bien el nombre no, lo otro. Lo de que dais rabia. Si ya sabéis que yo soy vuestra fan número uno.
-No, perdona, el fan número uno soy yo, que fui el primero en enterarme del temita que había aquí. -Apuntó Ricky.
-Bueno, pero eso es porque a veces eres muy pesado y seguro que te lo dijeron para que no dieras más el coñazo. -Aitana se rio de su propio comentario pero, al ver los ojos en blanco de Ricky, corrió a abrazarle.- Es broma, Ricky. Si yo te quiero mucho.
-Joder, vaya panda de locos, ¿no? -Miré a Mimi mientras hablaba y ella asintió a mis palabras, sentada a mi lado sobre la cama.
Aitana y Amaia tomaron posición en el suelo y Ricky, a nuestro lado, nos miró otra vez muy serio.
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Lo bueno está por llegar || WARMI
FanfictionLas vidas de Ana Guerra y Mimi Doblas hubieran transcurrido de forma paralela y sin cruzarse jamás de no ser por LA experiencia que lo cambió todo: Operación Triunfo. Lo que empieza como un sueño por cumplir, muchos nervios y todas las ganas del mun...