Capítulo 98

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(Punto de vista de Ana)
                
                       
I'd climb every mountain
And swim every ocean
Just to be with you
And fix what I've broken
'Cause I need you to see
That you are the reason
                              
                   
Bloqueé el móvil y, con la mano que me quedaba libre, sequé las lágrimas que todavía resbalaban por mis mejillas. Había perdido la cuenta de las veces que había visto ese vídeo en el día de hoy...

Me lo había encontrado por sorpresa esa mañana de viernes, un día más en el que luchaba por despertarme entre esas cuatro paredes de las que quería salir corriendo pero a las que estaba atada. Una mañana más evitando a Jadel, tratando de refugiarme cuanto podía en el trabajo, manteniendo la mente ocupada e intentando que no se desviara hacia terrenos peligrosos en los que yo era demasiado tendente a recrearme.
                  
                   
               
Después de mi conversación con Ricky en aquella cafetería el día de mi cumpleaños, habíamos terminado en su casa, donde había podido desahogarme sin represión de ninguna clase y contárselo todo sin tapujos. Todo. Por primera vez estaba siendo cien por cien sincera con alguien, sin callarme nada de todo aquello que llevaba días atormentándome y me había obligado a tomar algunas decisiones de las que no me sentía nada orgullosa, pero ante las cuales no me había quedado otra alternativa.

Ricky se había quedado alucinado. No terminaba de procesar lo que yo le relataba, lo retorcido de los argumentos de Jadel, su empeño en no dejarme en paz, su afán de control y lo asquerosamente hilado que lo tenía todo para hacerme la vida imposible mientras él se beneficiaba a mi costa. A Ricky no terminaba de entrarle en la cabeza que alguien pudiera ser así, y yo no podía culparle por no entenderlo, porque yo tampoco lo hacía.

Su primera reacción, como había imaginado, había sido la de querer hacer algo. Le resultaba tan indignante e injusta toda esa situación que sentía que no podía quedarse quieto, que tenía que hacer algo, pero enseguida se dio cuenta de que no podía, que no era tan fácil, porque de ser así también yo lo habría hecho hacía mucho tiempo...

Terminó abrazándome al darse cuenta de todo lo que había tenido que pasar yo sola. Supongo que conocer por fin todo lo que había ocurrido, por qué yo había hecho aquello, y entenderlo bien, le llevó a comprender lo difícil que había sido para mí. Y pasar él mismo por ese proceso que yo había experimentado, el de intentar buscar soluciones que no implicaran el desenlace que finalmente había tenido lugar, el de tratar de encontrar otras opciones hasta darse cuenta de que no las había, le llevó a empatizar conmigo y ponerse en mi lugar del todo.

Y entendió también las razones por las que no había acudido a Mimi y simplemente le había contado toda la verdad, porque los dos la conocíamos y sabíamos que siendo tan sensible, tan impulsiva y con un sentido de la justicia y la lealtad tan grandes como los que ella tenía, no se hubiese estado quieta. Habría ido a ver a Jadel, habría liado una considerable y se hubiese tomado la justicia por su mano; lo que, irremediablemente y viendo el plan en el que estaba Jadel y todo a lo que parecía dispuesto, habría conducido a unas consecuencias horribles para todos.

No había otra salida y bastante me había costado a mí asumirlo, así que Ricky se mostró comprensivo y me dio todo el apoyo y el cariño que tanta falta me hacían. Me dijo que las cosas no se iban a quedar así, que de alguna manera íbamos a encontrar la forma de solucionar todo aquello sin que nadie tuviera que sufrir como lo estábamos haciendo las dos, y yo me limité a asentir. Quería creerle, confiar en que eso sería posible, pero es que el mundo no dejaba de demostrarme lo jodidas que estaban las cosas para mí y realmente no veía arreglo posible para todo aquello.

Lo bueno está por llegar || WARMIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora