—¡Nat! ¡Qué gusto verte de nuevo!
Serge deja unas pipetas al verme llegar y me recibe con una enorme sonrisa que evidencia sus blancos dientes.
—Oh, gracias, Serge. Eres un encanto.
—De nada. ¿Estás bien?
—Sí, ¿por qué? —Me pongo mi chaqueta y las antiparras.
—Te noto un poco preocupada.
—Gracias por preocuparte. Sólo creo que debería descansar mejor. ¿Tú cómo has estado?
Definitivamente Serge es un gran observador. Quisiera poder hablar con alguien de esto. Quisiera poder decírselo a Sophia. Pero no tengo idea qué tan grande sea la bomba que llevo entre manos. Sólo llevo tres días en este laboratorio y ya me he estudiado la mitad de la Supercarpeta Jefferson.
Jefferson...
No tiene que ser cierto.
Mi cabeza no ha dejado de darle vueltas. Le pedí a Babe que me confirme todo, que ponga en copia de fuentes, códigos, los virus que envió, los rastreadores que utilizó hasta que fue Samurái quien atinó con la información certera.
Aún así no termina de cuadrar en mis esquemas.
—¿Crees que podrías?
—¿Eh?—me espabilo.
—Ejem...¿segura que estás bien? Creo que deberías pedirle permiso al doctor e irte a descansar.
—Lo estoy, descuida. ¿Qué me decías recién?
—Te consultaba si... Olvídalo.
—No, en verdad—me vuelvo a él—. Repítemelo. Esta vez prestaré atención, disculpa.
—Bien, yo...te decía si quisieras...
La puerta se abre de sopetón y ambos nos alteramos.
Jefferson entra con la chaqueta abierta y las antiparras sujetas a su cuero cabelludo.
—Sigan hablando, prometo no espiar—dice mientras se lava las manos.
—Dame tu móvil—me dice Serge muy por lo bajo.
—¿Qué?
—Dámelo.
Se lo paso y él, rápidamente, escribe algo. Me lo devuelve.
—¡Adiós!—se apresura en despedirse y sale.
Miro la pantalla.
¿TIENES PLANES PARA EL VIERNES POR LA NOCHE?
Y su número de teléfono.
—Natalie Hale, ya sabes que está prohibido tener encendido los celulares aquí dentro—me reta Jefferson.
—Claro—murmuro con un poco de reticencia, le hago una captura a la pantalla y apago el móvil para luego guardarlo.
—¿Estuviste estudiando?—me pregunta el doctor.
—Sí.
—¿Estás lista para una primera prueba?
Se coloca un guante de látex y el estómago me da un vuelco. ¿Qué sería una prueba para él?
—Supongo que sí...—titubeo.
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+18 Los Juegos del Jefe
RomanceObstinado con dañar física y compulsivamente a las personas. ¿Cuál es tu precio?