EL PRESENTE CAPÍTULO PODRÍA TENER HECHOS O SUGERENCIAS QUE IMPACTEN LA SENSIBILIDAD DE ALGUNOS LECTORES.
SE RUEGA DISCRECIÓN y recuerden: ESTO ES FICCIÓN
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No tienes tiempo,
Te estoy vigilando,
Ha llegado el momento de destruir...
Tu supremacía.
Él es el lado oscuro de la luna. El es el secreto mejor guardado. Es la vida bajo llave que guarda para que nadie descubra las cosas horribles que ha hecho. Es los ojos que me ha prestado para poder echar un pequeño vistazo a una cabeza impregnada de demonios.
Sólo eso he podido discernir: un vistazo. Y sé que hay más. Pero necesito que él vea desde mi perspectiva que no es la persona que fue, que hayan sido las circunstancias que hayan sido las que le hayan dejado en la posición complicada que está ahora, todo ha cambiado.
Nada es lo mismo.
Nada lo fue desde que él se apareció por primera vez desde mi llegada al hospital de Yorkshire o a la Universidad.
Éste es el lado oscuro de la luna.
Donde estoy ahora.
Me he metido a la boca del lobo para conocer qué tan oscuros son los rincones donde hay carne podrida.
Estoy dentro.
Conociendo lo que hay más allá de lo que muestra.
Dicen que si damos la vuelta al mundo, seguiremos viendo la misma cara de la luna ya que ella gira con la Tierra. Y que no hay más satélites desde lo cuales pudiese ser posible observar qué esconde la cara más peligrosa de todas.
Es él.
Es Nick.
Estoy intentando destruir...
...su supremacía.
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-De rodillas.
El altavoz suena. Ahoga exactamente lo que la voz me ordena. Mis rodillas desnudas se afirman sobre las baldosas frías.
-N...No... No te...tengo miedo...-murmuro hacia mis adentros.
-No hables si yo no te lo ordeno.
Pego los labios.
El tono en el que profiere sus palabras me deja, ciertamente, un poco atemorizada, intimidada y a la vez, extasiada.
Mis ojos están tapados por su corbata gris. Mi favorita. La que tenía puesta cuando llegó y lo encontré en su despacho. Nada puedo ver. Nada me es posible discernir.
