ONCE HORAS ANTES
GiveMeTheDrugsBabe: Pastelito, llevo mucho tiempo intentando contactar contigo. Sé que va contra las reglas pero quiero saber cómo ha seguido todo. He intentado seguirte el paso estos días pero has desaparecido de todas partes. Envía una señal de vida.
DIEZ HORAS ANTES
Tengo todos los datos. Me ha llevado trabajo juntarlos.
¿Que si estoy agotada? Pues, sí, agotadísima, luego de la mañana terrible que tuve en el departamento de asuntos internos y de haberme ganado un puñetazo en el rostro, decir que estoy frita es quedarse corto.
¡Y aún queda la visita a Jeill Nahej! Lo único que podría cerciorarme de que está por venirse un huracán enorme. Estoy preparada para lo que sea. La información que pueda proveerme será valiosa para ajustar aún más el círculo de los jodidos más jodidos hasta centrarme en el puto hacker.
Ya definí mi estrategia, mi plan concreto, mi táctica. Ya definí los primeros movimientos.
Pero si algo me enseña la guerra, es que hay que conocer el terreno y cernir una topología que auxilie el pasaje por el fuego cuando éste sea necesario.
Podré ser pequeña, podré parecer vulnerable, pero nunca, nunca me dejaré rendir por un puñetazo que me derribe. Créeme, amigo Virus, las he tenido peores.
Cuenta hacia atrás.
Mi primer encuentro con Jefferson.
Fue en la universidad. Antes de inscribirme a sus clases, ya corría el rumor de que era un profe insoportable pero más bueno que mil demonios. Me inscribí junto a Sophia sólo para hacerle el favor a mi mejor amiga.
Y empezó el caos.
Quizá, no ahí necesariamente. En la universidad es extraño que un profesor registre a algún alumno en específico, exceptuando cuando ese alumno le contradice en algún punto
Y yo era idónea en romperle la cabeza durante clases para rebatir cada uno de sus argumentos con forma de ley. "Porque las cosas son así" "porque no importa lo que digan los biologisistas, si las últimas investigaciones en genética dicen que son de este modo es porque son de este modo", "me habilitan mis mil millones de titulaciones para decir lo que estoy diciendo".
Digamos que el Señor Porqueyolodigo no s la tenía tan sencilla en clases. Aún así aprobé su materia.
Él para no verme más a mí y yo porque no era mi interés pasarme más tiempo en la Uni de lo estipulado.
Lo que el destino nos tenía preparado y no supe discernir es que el profe era uno de los titulares del programa de residencia para los practicantes recién graduados de la Escuela de Medicina. Y aún menos habíamos previsto que él sería mi tutor.
Ya teníamos un pésimo antecedente, eran frecuentes las discusiones, las cosas se pusieron un poco densas en el hospital. Literalmente, nos explotaba con tareas y obligaciones a las que no consentía. Aunque, para ser honesta, todo lo que viniere de Nick era motivo para llevarle la contraria. Me resultaba insoportable y quería que me cediese la tutoría a otro docente como la doctora Amber. El punto es que no preví que me terminaría reprobando el programa y eso retrasaría mi titulación. El hambre no podía esperar, el tumor de mamá y el burn out de mi hermana, tampoco.
Así que pedí ayuda y mis problemas parecieron empezar a resolverse.
El desastre empezó con un día que me quedé dormida; como podrá verse, tenía los problemas normales de cualquier chica que recién empieza su desempeño profesional...y que además es adicta a Minecraft, al HardDeep y a hurgar en la privacidad de las personas. Además de tener cierto afán por hacer amistades anónimas en la red.
Pedí ayuda y las cosas se alisaron un poco. Un tiempo. Un problema. Una solución.
Cuando en verdad, el desastre no había hecho otra cosa de desencadenarse.
Leer esto en mis apuntes, me hace pensar en que pueda ajustar el momento preciso, o al menos, un poco más aproximado de cuando El Virus se acercó a mí, cuyo por qué es obvio: andaba persiguiendo a Jefferson, Ken, Kaneki, todo Dirty, no obstante yo caí en sus manos (o mejor dicho, en sus dedos y su teclado) por añadidura.
Le doy un par de vueltas más, hago mapas conceptuales, descarto algunos puntos hasta finalmente poder cernir otro detalle concreto.
NUEVE HORAS ANTES
Segundo momento. Mi investigación a Dirty. Registrar sus movimientos, hacerme usuaria activa y de las que se suscriben un mes gratis, a su red de pornógrafos. Esto no sin tener que desprenderme antes de los prejuicios que me implicaban las nociones respecto del negocio de la pornografía. Todos tenemos ese lado oscuro de la luna, aunque otros están sumidos en la oscuridad absoluta.
Indagué a Dirty y a sus dueños, a sus creadores. A Nick, sobre todas las cosas. Le pedí "prestados" quinientos dólares que nunca le devolví, sólo los tomé para devolverle a mi mejor amiga un favor que me salvó la vida y todo por culpa de Jefferson, por lo tanto, él fue quien en cierto modo saldó una deuda con Sophia.
Para que llegue así el inconveniente del temporizador que, segundo a segundo, arrancaba céntimo por céntimo el dinero. Con un claro mensaje: no le interesaba el dinero. No lo robaba. No se lo quedaba para sí. Lo mandaba a una cuenta encriptada en la dulce espera de que le descubriese.
La amenaza iba dirigida a mí: estaba colaborando con Dirty y eso no le caía en gracia.
Antes de eso, Dirty no estaba jodida con ningún hacker.
Evidentemente, yo no quedé metida en el medio de todo por haber recibido el encargo de cazarlo. Al contrario: todo el tiempo he sido el nexo para que El Virus ingresase a Dirty y ahora tiene sus conexiones metidas hasta el hueso de la empresa.
Porque yo lo estoy.
Y apartarme, al menos un tiempo, será fundamental.
Claro: dejando al marcharme las interconexiones necesarias.
Mierda.
La alarma de mi móvil suena.
En una hora debo estar en la cafetería.
__________________________
#LosJuegosDelJefe
ESTÁS LEYENDO
+18 Los Juegos del Jefe
RomanceObstinado con dañar física y compulsivamente a las personas. ¿Cuál es tu precio?