22.

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No quiso decirme. Lo que consiguió que yo quisiera aún más saberlo, así que como valiente que soy le pregunte a la mamá de mi vecina si ella sabía por qué su hija estaba mal. Pero ella amablemente me mando a freir churros, al parecer me guardaba cierto recentimiento por las maldades que yo le había hecho a su hija. Seguro que la vecinita no contaba todo lo que ella me había hecho a mí.

Ya que en nuestras horas de penitencia ella no quiere ni mirarme la busqué en el recreo de la escuela. Estaba jugando a la soga con un grupo de niñas. Gaten aceptó a acompañarme debido que entre esas niñas estaba la pelirroja que a él le gustaba.

Nos acercamos, Gaten todo tímido y yo con complejo de matón y les pedimos que nos dieran a nosotros. Gracias a mi hermana y a mi prima, yo era bueno en la soga.

Mi vecina y la pelirroja no querían pero las otras dos niñas eran las que estaban dando así que de todos modos lo hicimos.

Obviamente yo le gané a Gaten, el pobre quedó todo rojo y cansado. Creo que se avergonzó que la pelirroja lo viera perder. Por eso, nunca, pero nunca me iban a gustar las niñas.

Así que como ganador desafie a la vecina a saltar, ella que parecía más animada de lo que habitualmente se muestra cuando está conmigo aceptó muy segura.

Iba a hacerla papilla.

-Te gané, ni para la soga eres bueno.

Solo que ellla me hizo papilla a mí. La tenía clara, me fui humillado y sin conseguir que me contara. Totalmente fracasado, si ni siquiera había podido preguntarle.

Vecinos & Ene(A)migos ||FillieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora