Millie Bobby Brown, vecina, una vez enemiga pero siempre mejor amiga, desapareció el viernes 25 de diciembre por la mañana.
La noche del 24 además de ser Noche Buena festejamos mi cumpleaños en casa de Ayla. Ella había asistido, casi obligada por mí, aunque realmente no recuerdo mucho de ella allí. Nos habíamos besado en mi auto nuevo momentos antes, ella había confesado haber estado prendada de mi a los catorce y yo me había refugiado en lo que mejor sabía.
Sadie y Gaten aseguran que ellos la vieron regresar a su casa. De hecho, Sadie fue quien se regresó al mismo tiempo que ella y mi amigo las escoltó a ambas a sus respectivas casas antes de volver a por mí. Ellas no se quedaron mucho, Millie no había estado demasiado bien según la pelirroja. Se habían permanecido en la fiesta solo hasta las tres, tres y media de la madrugada. Ese horario coincide con el que estuvo conectada por última vez en Whatsapp. Con quien habló fue con Aidan, le respondió un mensaje en el que él le deseaba Feliz Navidad, además calmó sus ansias afirmando que estaba sana y salva en su casa. Kelly confirmó esto último, ella la oyó llegar. Así que la madrugada del 25 Millie la pasó en su cama.
Al otro día se levantó temprano. Algo habitual en ella, Millie siempre fue una madrugadora empollona. Desayunó y le dijo a Kelly que había quedado en encontrarse con compañeros de la organización en la que ella militaba para repartir los regalos que habían recolectado para los chicos de los merenderos en los que era voluntaria -Millie nunca dejó su trabajo comunitario-. No se llevó el celular, se había olvidado de cargarlo. Sus compañeros nunca la vieron llegar.
Y eso es todo lo que supieron informarme.
El mismo días que no regresó Kelly dejó asentada la denuncia de su desaparición. La policía pidió todos los datos que se pudieran brindar sobre ella, una foto actualizada y el testimonio de los amigos. Ni para eso estuve yo. La señora Brown decía que pronto me tomarían declaración a mi también.
-Entonces, ¿nunca estuvo con ustedes? -le pregunté a Wyatt aunque ya sabía la respuesta.
El rubio se había iniciado en la militancia casi al mismo tiempo que mi vecina. Ellos se habían conocido por ser delegados de sus respectivos cursos en la secundaria. Wyatt compartía con Millie su amor por la política, cosa que a mi siempre me aburrió. Ellos habían sido buenos amigos, hasta que Wyatt, dos años mayor que nosotros se egresó. Al parecer ellos se habían seguido viendo extraescolarmente.
Como en un flashback recordé qué el rubio de risos oxigenados en algún momento no me había caído bien. En realidad ningún chico que se acercara a mi vecina solía caerme bien. Siempre, por algún motivo enfermo, me gustó ser el único en su vida.
Y mirenme, buscándola por todos lados con Aidan pisándome los talones.
-No. Como le dije a Kelly y a Aidan, ella nunca llegó. Nos pareció raro, Millie no es de las que faltan a su palabra y mucho menos cuando se trata de ayudar a nuestros niños. ¿Siguen sin saber nada de ella? -la pregunta fue más para Aidan que para mí. Al parecer él había acudido a ellos apenas Kelly le comunicó su preocupación por la tardanza de Millie el mismo 25.
Cuando encendí mi teléfono descubrí que también yo tenía artas llamadas de todos ellos. Al parecer, además de la normal preocupación de mis progenitores por mi estaba la hipótesis de que podríamos haber desaparecido juntos. Ojalá hubiera sido así.
-No. La policía dice que hay que esperar unos días por si ella desapareció por voluntad propia. -respondió Aidan en tono de indignación.
-Millie aún es menor. -se quejó Wyatt.
-La policía es una mierda. -opiné yo que no le tenía ni mucho aprecio ni mucha confianza a las fuerzas de seguridad de esta ciudad- Recién hoy, pasados los tres días y gracias a la desesperada insistencia de Kelly van a empezar a buscar de verdad.
Ya era 29 de diciembre.
-Si hay algo que pueda hacer... -nos ofreció Wyatt. Él estaba preocupado por mi vecina también.
Millie regresa somos muchos los que te necesitamos.
-Estamos pegando estos carteles por la ciudad. Hemos cubierto nuestro barrio y la zona sur. -le comentó Aidan que sacó unos cuantos de su mochila y se los dejó.
-Yo los pegaré por esta zona, si quieren déjenme más y con los chicos nos encargamos de zona norte.
Así lo hicimos.
Yo por mi parte, incapaz de quedarme sentado a esperar le pedí ayuda a Caleb. Él me dijo que si ella no llevaba su celular consigo era muy difícil rastrearla, algo intentaríamos.
Gaten a quien no le gustaba lo que hacía Caleb, esta vez se nos unió y agradeció que el moreno tuviera conocidos que supieran de informática.
-Yo estaré con ustedes. -afirmó Sadie con brusquedad ante mi negativa. No la quería con nosotros.
Gaten le había avisado al parecer de que nos reuniríamos en casa de Caleb y ella se había aparecido.
-Deberías acompañar a Kelly y Ava ellas están muy mal. -le sugerí yo que no me la bancaba.
-Tu madre y tu padre están con ellas. Este es el lugar en el que debo estar, te olvidas que soy también su mejor amiga. -ese título era mío y ella lo sabía, se lo dejé pasar- Te conozco Finn Wolfhard, sé que no tienes límites. Si alguien va a encontrar a Millie ese eres tú.
Nunca nadie había esperado tanto de mí, excepto, tal vez, Millie. El hecho de que la bruja tuviera una certeza tan grande me llenó de energía. Mis ojos se encontraron con los suyos, en nuestras miradas había una firme determinación. Asentí en reconocimiento.
-Vamos a encontrarla. -les dije a todos los presentes.
Estábamos ya acomodados en la habitación de Caleb, y aún faltaba alguien por llegar.
El timbre sonó y fui yo quien bajó a abrir pues era yo quien lo había invitado. Era lo más justo. Él la había estado buscando desde el primer momento aun cuando yo estaba sumido en mis miserias. Además, teníamos una una promesa que nos habíamos hecho.
-Pasa Gallagher, estamos arriba.
Íbamos a encontrarla. Teníamos qué.
---------------------
111 pidan un deseo ;)
Bueno parece que el team para buscar a la pelada se unió.
¿Dónde creen que está ella? Me encanta leer sus teorías 👀.
Nos leemos pronto. Un beso enorme! XOXO.
ESTÁS LEYENDO
Vecinos & Ene(A)migos ||Fillie
FanficFinn detestaba a su vecina, su vecina lo detestaba también. Él tenía la culpa por haberla llamado 'piojosa'. Era justo que fuera él quien propusiera ser amigos. Millie se arrepentía de haber decidido ser su amiga, pero más se arrepentía de quererlo...