Vecinos & Ene(A)migos ||Fillie

16.

Cuando se cumplieron las dos semanas supe que la situación ya no daba para más. Gaten había descendido dos arenas usando mi cuenta, Caleb me había pasado en el God of War y yo había soltado sin querer frases como 'los pantalones rayados no pueden conbinarse con las remeras a cuadros' o 'no te acuestes con el pelo mojado que se te inflará' o 'Jeese la niñera es mejor que Yo soy Luna'.

Además de estar encerrada con ella, tenía que escucharla parlotear y parlotear y parlotear. Había descubierto una nueva forma de torturarme.

Así que tuve que rendirme.

-Acepto. -solté enfurruñado.

Ella se miró la uñas llenas de brillito.

-¿Qué aceptas?

-Acepto mentirle a nuestras madres.

-¿Decidiste que ahora si mientes? -preguntó suspicaz.

-Si. Una mentira piadosa.

-Pues resulta que ahora no quiero.

Ella seguía mirando sus uñas ¿qué tan importantes podían ser?

-¿Qué?

-Que tienes razón, no es bueno mentir a las mamás.

¡No! ¡No! ¡No! ¿Por qué no había aceptado su oferta?

-Eres una pendeja del demonio, eres insoportable... -estallé gritandole, hacía mucho que no la insultaba. Tres días.- Si te miras al espejo seguro que se rompe.

Ella dejo de mirar sus uñas y sus ojos parecían llamas.

-Y tu eres un bruto que no se baña nunca y eres un retrasado que no sabe cuanto es dos por dos.

-Cuatro. -dije haciendome el importante.

-Estaba usando la ironía.

¿Ironía?

-¿Qué es eso?

-Algo que los tontos no entienden.

Yo no tenía la culpa de que a ella le gustara leer.