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Este es el segundo capítulo que subo hoy, por la dudas que wattpad no haya notificado el anterior. 

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En las películas, cuando esta por suceder algo trascendental detienen el auto. Yo lo hice. Lo aparqué a un costado de la carretera y me odie por no llevar conmigo un cigarro. 

No dije nada. 

Abrí la puerta y sin importar que me iba a calar hasta los huesos, bajé. 

Millie también lo hizo. Detrás nuestro teníamos unas pequeñas sierras y enfrente el mar. La ruta separaba ambos paisajes tan disimiles. Estábamos en ese punto donde la ciudad empieza a terminar. 

-Da miedo. -murmuró Millie. 

Si, el mar inmerso en un paisaje invernal nocturno daba miedo. Además las olas parecían confundidas, como lo estaba mi propia cabeza. 

-¿Cuándo? -le pregunté, odiaba sentirme tan serio. ¿Dónde se había ido mi sarcasmo y sentido del humor? 

Yo era más dudas que certezas. 

-No debí contarte esto. -se arrepintió ella, deje por un momento de mirar el turbulento mar y me giré hacia ella. No era mucho lo que podía verla pero si distinguía sus ojos brillantes. Estaba tiritando. 

Ninguno de los dos tenía ropa como para estar al aire libre. Estábamos con lo que teníamos adentro de mi casa. 

No tenía un abrigo para ofrecerle, así que la traje hacia mí, ella me abrazo también. Al menos mi cuerpo serviría de reparo contra el viento. 

-Tenemos el auto ahí. -le dije intentando sonreír, la situación era de lo más incomoda. 

-No sé cuando empezó Finn, pero realmente supe que era lo más real que había sentido cuando empezaste comportarte de forma tan cruda conmigo en secundaria. Quería odiarte pero ahí estaba ese estúpido sentimiento, Sadie se enojaba conmigo. Ella no entendía que yo no podía evitar mis emociones. Con el amor nadie puede.

-Ahora entiendo muchas cosas, por eso ella me odia. Yo mismo me odiaba, ¿Cómo podía gustarte? -solté una risotada amarga, realmente necesitaba un trago o cualquier jodida cosa que me hiciera dejar de sentir ese nudo en la garganta. 

-Bueno, era un poco tonta en esa época. -Mills había estado hablando con cierta nostalgia que no supo esconder, sin embargo con esa frase había vuelto a reír. 

Ella era maravillosa. 

-Me alegra que ya no seas tonta. -le dije y lo que pensaba decir me causo un pellizco en el corazón- Yo no servía para esas cosas Mills, no sirvo. 

Vaya, lo había dicho. Eso era lo que pensaba de mi mismo. 

-¿A qué te refieres? -preguntó en un susurro. 

-A querer, ser novio, ser fiel... las citas. Todo eso que querría una chica como tú. 

-¿Una chica cómo yo? 

-Somos vecinos y mejores amigos Mills, eso es lo que somos y siempre deberíamos haber sido.  

Ella disolvió mi abrazo. 

-Alguna vez fuimos enemigos, también. -soltó para completar lo que yo había dicho, entonces, puso unos cuantos pasos de distancia entre nosotros- Deberíamos volver, ¿no insististe todo el día para que vaya a tu fiesta de cumpleaños? Hasta invite a Sadie para que me haga compañía cuando tu ya no fueras persona. 

-¿Por qué no a Aiden? -presioné. Necesitaba nombrarlo para recordarme a mi mismo que él era real.

-Lo hice, pero él no quiso. Cree que no te cae bien, ya sabes por las escenitas que has montado cada vez que están en el mismo lugar. -lo que ella me dijo sonó a reproche.

En serio estaba siendo un hijo de puta monumental, ¿Cómo iba a hacerle elegir entre su mejor amigo y su novio? Ella algún día iba a elegirlo a él y entonces yo, quedaría fuera de su vida. 

-Hago lo mejor que puedo, intentaré hacerlo mejor. 

-Realmente no te entiendo Finn Wolfhard. 

Yo tampoco lo hago, tranquila. 

No dije nada. Nos subimos al auto nuevamente. Ya de pronto la chispa por el auto nuevo había huído. Así de rápido.

Lo que duran las cosas.

Ambos nos giramos al mismo tiempo para ponernos el cinturón. Adentro estaba calentito e iluminado y entonces vi sus nariz respingona roja por el frío, sus mejillas sonrojadas, sus labios rellenos entreabiertos, sus ojos miel que me miraban con una mezcla de confusión y fascinación. 

No tenía un porro, no tenía una botella de alcohol, pero tenía los labios de mi vecina. ¿Qué mejor droga? 

No lo dude. Mis labios buscaron los suyos, le di unos segundos de margen para que me alejara pero no lo hizo.  Así que la bese. La besé por la vez que nos interrumpió Gaten, la besé por todas las veces que nos besamos en mis sueños, la besé por todas las veces que me imaginé que él la estaría besando. La besé pensando en la pequeña Millie que me había amado en secreto, la besé por el Finn cobarde que nunca pelió por nada. 

Nos besamos. Fue diferente a la vez que la besé de prepo para ser su primer beso, también fue diferente al jugueteo infantil de cuando jugábamos Minecraft. Este beso fue cargado de necesidad y anhelo, y también de todo aquello que podríamos haber sido si yo no hubiera sido tan ciego. 

-Creo que lo hemos bautizado. -le dije sonriendo, sin poder evitarlo, cuando al fin nos separamos por falta de aire. 

Mi vecina también tenía una sonrisa de satisfacción pero al mismo tiempo en sus ojos color miel había una asustadiza culpa. 

-Yo lo quiero Finn. -confesó entre susurros. Odiaba el hecho que pareciera estar por echarse a llorar en cualquier momento.

-Lo sé, solo era que lo necesitábamos para pasar página. Ya veraz como nos olvidamos de todo esto. 

Pero eso, queridos amigos y amigas, era la mentira más mentirosa que dije nunca. 

Esa misma noche, en mi fiesta de cumpleaños en casa de Alya me emborraché como no lo había hecho en mi vida. Al fin y al cabo no todos los días uno cumple los dieciocho. Caleb me convidó de una nueva mierda que había conseguido. Nunca jueguen con esas cosas, no son lo que prometen. Cuando ya había perdido casi la conciencia mi nueva amiga me permitió quedarme en su casa. Puede que se haya aprovechado un poco de tenerme a su merced. Bueno, capaz que yo también deje que se aprovechara. Realmente no lo recuerdo. 

Gaten quiso cuidarme pero no, esa noche no era yo. Él por primera vez se rindió conmigo. 

De Millie no supe más hasta un buen tiempo después. 

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Uy, estamos llegando a esos capítulos que una nunca quiere escribir. Pero estaban predestinado a ser desde que empecé esta historia. 

Disfruten, o no sé. Que se yo. 

Abrazo y graacias por el apoyo!!!

Vecinos & Ene(A)migos ||FillieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora