Capítulo 10

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Narra Max:

Con la cuchara que tengo en mi mano remuevo los cereales, no tengo apetito, estoy demasiado preocupado por Brad, el Padre dice que lo vio salir corriendo del hospital, pero juzgando el estado en el que esta, dudo que haya llegado.

Enserio, enserio espero que este a salvo.

Ya es de mañana, y gracias al Padre pude dormir un par de horas en una pequeña habitación sin pasar frío, pues, aunque suene loco, el ambiente aquí es cálido.

Ahora estoy sentando en el primer banco de la iglesia, pensando en la terrible noche que pasé.

—¿Cómo está eso? —Me pregunta él bajando las escaleras del escenario de la iglesia.

Dejo el tazón a un lado y levanto la cabeza.

—¿Cómo sabía que estaba allí? —Cuestiono, tuteándolo por algún tipo de razón "espiritual".

—Ya te lo dije —Se queja, bueno, en realidad no lo hace, solo lo dice con un tono cansado. —Escuché gritos y luego vi a tu amigo correr, pensé que alguien estaba en peligro.

—Y tenía razón... —Lanzo una falsa carcajada, estoy agradecido, pero, recuerdo muy bien lo que le hizo a Em aquel día en el cementerio y eso, no puedo perdonárselo.

—Cómete eso, se cortará la leche —Bromea señalando el tazón junto a mí.

Como un pequeño niño al que obligan a comerse el brócoli, obedezco.

Tomo el plato con una de mis manos y con la otra la cuchara, recojo un par de cereales y los llevo a mi boca, honestamente, están deliciosos, y con eso me refiero a que aún no están tan blandos.

En entonces, cuando veo a el Padre observándome comer, que algo viene a mi mente, no dudo mucho y apenas termino de tragar los cereales suelto mi pregunta:

—¿Qué fue lo que le hiciste a Charles? —Digo, haciendo que el automáticamente desvié su mirada.

—¿A qué te refieres? —Se hace el desentendido, pero ambos sabemos de lo que hablo.

—No tengo que explicarlo...

Un silencio sepulcral inunda el lugar, yo, continúo mirándolo para que responda, va a hacerlo, eso es seguro, si él sabe algo, tiene que decirlo, y más ahora que Laura desapareció.

—Utilicé agua bendita con sal —Responde dándome la espalda y rompiendo el silencio, esta incómodo, puedo sentirlo.

El Padre Pablo lanza un suspiro, me mira por aproximadamente unos diez segundos y luego, se sienta en las escaleras frente a mí.

—Cuando todo esto comenzó, cuando vi el Rayo de Destrucción aparecer, sabía lo que estaba por pasar... —El hace una pausa, acomodando su alzacuello. —Por esa razón, y con todos mis conocimientos preparé la iglesia para el Apocalipsis.

El silencio vuelve a tomar protagonismo. No respondió mi pregunta, solo me dijo algo que ya sé: el Apocalipsis comenzó. No me interesa si la iglesia está protegida, solo quiero saber cómo es que detuvo a Charles.

—Con todo respeto, no me interesa saber si "la casa de Dios" está a salvo, lo quiero saber es como usted le hizo daño a Charles —Confieso de manera seria.

El sacerdote me observa perplejo, y sé por qué, pero en este momento necesito respuestas, no sermones.

—Agua bendita y sal —Repite la misma frase que dijo hace unos minutos, lo cual, me confunde completamente.

Inferno © [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora