Capítulo 14

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Narra Megan:

Tomo una bocanada de aire y abro mis ojos lo más que puedo, me siento colocando mis manos sobre mi cuello.

Estoy viva, por Dios estoy jodidamente viva.

—Hasta que despiertas... Ya me sentía solo aquí —Dice la inconfundible voz de Brad, me mantengo en silencio para recuperar aire y lo observo, se encuentra sentado en la camilla donde estuvo cuando se recuperaba, y a diferencia de lo que él dijo, no está solo, Laura también está aquí.

—Ni yendo al inframundo se te quita lo tarado —Comento con la voz entre cortada, me duele la garganta, me duele y mucho.

—Buen trabajo niña...

—Gracias... —Respondo con algo de egocentrismo. —Espere... ¿Qué fue lo que hice? —Añado segundos después.

—Me salvaste la vida... —Aclara Brad poniendo los pies sobre el suelo y estirando su mano para ayudar a levantarme.

Lo miro a los ojos y al mismo tiempo, sonreímos. Tomo su mano con confianza y el me levanta con tanta fuerza, que provoca que pierda el equilibrio y deba apoyarme sobre su pecho.

Levanto la mirada unos segundos, el sigue sonriéndome.

Muevo mi cabeza para volver en sí y me alejo con algo de nerviosismo, Dios, no sé qué me sucede, yo no me pongo nerviosa con nadie, y menos con Brad.

La única vez que me puse nerviosa fue con Max el día que me pidió ser su novia. Fue aquella mañana en las gradas, recuerdo que mis manos sudaban como nunca lo habían hecho, mi corazón latía rapidísimo y no podía contener las ganas de abalanzarme sobre él y besarlo, me había enamorado como nunca.

—¿Crees que están a salvo? —Me pregunta Brad, su sonrisa ha desparecido, y no tengo idea de cuánto tiempo estuve con mis pensamientos.

Sus ojos no están sobre mí, y ahí es cuando me doy cuenta, ni Emily ni Max están aquí. Giro en mi lugar y me encuentro con sus cuerpos en el suelo.

Me arrodillo junto a ellos y acaricio la mejilla de Max, sé que puede logarlo. Luego, miro a Em y un sentimiento golpea mi corazoncito, me siento terrible por no haberme metido en su pelea con Patricia, sé que tiene una explicación para lo que hizo, ella no es así.

Tomo su mano con suma delicadeza y los miro a ambos, juntos son el equipo perfecto, puedo ver porqué Max la eligió a ella.

Me pongo de pie pero al instante, un chillido se hace presente, Em presiona mi mano y al darme vuelta, veo como comienza a temblar exageradamente.

—¡Emily! —Grito con desesperación, no sé qué le sucede, pero no es nada bueno.

La tomo de los hombros e intento girarla, si esta convulsionando, podría ahogarse.

—¡Esta sangrando! —Exclama Brad a la par que la pongo de costado, observo su espalda, está perdiendo mucha sangre.

—¡Ve por un médico! —Le ordeno a Laura, quien se levanta de su silla y corre hacia la intemperie. —Estarás bien... —Le digo mientras dejo salir mis lágrimas.

Narra Max:

—¡Emily! —Grito con todas mis fuerzas.

Ella, dejando salir sangre de su boca, se desploma en el suelo, intento correr hacia su cuerpo, pero Peter me toma por la espalda y me obliga a alejarme de allí.

Mientras las lágrimas se deslizan por mis mejillas, veo al asesino limpiar con sus guantes negros el cuchillo ensangrentado.

—¡No! —Vuelvo a gritar, no puedo creer lo que sucede.

Inferno © [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora