Narra Max:
Asomo mi cabeza por la puerta entre abierta, es la segunda vez que el par de payasos cruza el pasillo. No sé por qué, pero tengo la sensación de que ambos saben que la salida de aquí está cruzando ese maldito pasillo.
Siento la respiración de Peter en mi nuca, tengo muchas ganas de salir de aquí, pero no puedo hacerlo, tengo que encontrar a Dolentmolý para terminar con todo esto.
Vuelvo a sentir los pasos acercándose, y ello, me obliga a cerrar la puerta y apoyarme en ella.
—¿Siguen ahí verdad? —Pregunta mi protector de manera retórica.
Frunzo el ceño e ignoro su pregunta. Me pongo de pie a los pocos segundos y posiciono mi mano sobre el picaporte.
—¿Qué se supone que haces? —Cuestiona tocando mi hombro.
—No puedo seguir perdiendo el tiempo, tú mismo lo dijiste, no tenemos tiempo.
—¿Y piensas correr hacia la salida? —Comenta con un tono que hace mi idea sonar realmente estúpida.
—¿Tienes una mejor idea? —Digo girando sobre mí mismo y viéndolo a los ojos.
—Esperar...
—Sabes que no podemos hacer eso... —Aclaro volviendo a mirar por la puerta.
—Max, si sales ahora terminarás como... —Pero él no termina su frase, rápidamente se retracta y como si no me hubiera dado cuenta, mira hacia otra parte.
—¿Cómo Emily? —Pregunto segundos después. —Por ella es que estoy haciendo esto, porque no quiero perder a nadie más.
Peter se queda callado, mirándome a los ojos sin demostrar una mínima expresión, es como si estuviera pensando qué decir, estudiando cada palabra y cada oración para no hacerme sentir peor de lo que me siento.
Aunque creo, que eso es imposible.
—Voy a salir de aquí, correré por ese pasillo y saldré de aquí, si muero, es porque así debe ser —Musito volviendo a poner mi mano sobre la perilla.
—Qué egoísta de tu parte... —Susurra muy bajo, solo que, yo lo oigo.
Ese horrible sentimiento, ese que según muchos es pecado, se apodera de mí. Un odio insaciable se apodera de mi cuerpo de tal manera, que mi puño se dirige directamente al rostro de Peter.
El pelirrojo se balancea ante mi agresión, las pupilas se le dilatan y en cuanto me mira, veo una expresión de cachorrito mojado.
—¿Quién eres para decirme egoísta? —Cuestiono ignorando el rojo de su mejilla izquierda.
—Alguien que enfrentaría al responsable de las muertes de la gente que amo.
—Es una pena... —Bufo volviendo a ponerme frente a la puerta. —Porque estás muerto, y jamás podrás hacerlo. —Termino girando el picaporte y saliendo del salón.
Cierro la puerta detrás de mí y miro hacia el frente. Mis ojos se abren al instante, el pasillo, cada centímetro, está cubierto con pequeños cristales.
Doy un paso, y en cuanto lo hago, el crujido de estos vidrios se escucha por todo el lugar.
Es una maldita trampa.
Respiro profundo y vuelvo a avanzar, por alguna razón, el ruido es aún más fuerte. Miro a ambos lados del pasillo y comienzo a correr, haciendo tanto ruido, que los pasillos hacen eco.
Evito preocuparme por ello y continúo avanzando, solo debo cruzar la puerta y estaré a salvo, o eso espero.
Giro a la derecha y veo la salida principal.
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Inferno © [3]
Mystery / ThrillerLa batalla por la tierra acaba de comenzar. • Libro 3, Saga "Sobrevivientes". •