Capítulo 21

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—Rápido, tenemos que salir —Anuncia Víctor guardando el hacha en la mochila.

—No, esperen...—Pido tratando de calmarme. —Patricia y Carolina, vayan al sótano.

—¿Qué diablos pretendes Max? —Pregunta Megan algo desesperada.

—Nosotros los distraeremos —Aseguro. —Esto es muy peligroso para llevar el cuerpo de Em, deben quedarse.

—¿¡Estas demente!? —Exclama Brad.

—El Jeep está en la cochera —Anuncia Víctor.

—Si nos ven alejarnos de la casa no la registraran, solo tenemos que salir lo antes posible.

—Max tiene razón, no somos útiles en esto, no somos parte de esto y no pueden cargar con un cuerpo en estas circunstancias —Carolina respira profundo y sigue. —Confío en ti Max, vamos a quedarnos —Añade con una sonrisa.

Brad lanza un bufido y sale de la cocina en dirección a la puerta principal, las miradas de todos lo siguen por un segundo y luego, se dirigen hacia mí.

—Okey...—Comienza Laura volviendo a abrir los cierres de la mochila de montaña. —El hacha no es lo único que traje.

Los demás nos acercamos un poco más a la mesada, y ella empieza a sacar cosas del interior; lo primero son las viejas armas de juguete que estaban en el campamento, lo segundo, una bolsa llena de globos de agua.

—Agua bendita...—Pronuncio mirándola a los ojos.

—Exacto —Laura asiente y me entrega una de las armas, luego, repite la acción dos veces más, esta vez, con Víctor y Megan.

Los golpes en la puerta comienzan a oírse, cuando suena el primero, todos damos un pequeño salto, Brad corre hacia la cocina, y sin decir una palabra, todos entendemos lo que sucede.

En silencio, señalo la puerta que va hacia el sótano y Carolina y

Patricia bajan con una expresión de preocupación en el rostro.

Víctor cruza el umbral hacia la cochera para encender el Jeep.

—Vamos a cerrar esa maldita brecha... —Digo colocando la mochila de montaña en mis hombros.

Megan, Brad y Laura corren hacia la cochera, y yo, mientras también lo hago, escucho la llave de la puerta del sótano siendo girada, estarán, bien, lo sé.

Llego a la cochera, donde todos ya están dentro del auto. Víctor me mira con una expresión rara y luego, hacia el frente, no tardo mucho en darme cuenta, la puerta, está cerrada y alguien debe abrirla.

Asiento con seriedad y el presiona el acelerador, provocando que el motor ruja. Camino hacia el portón de color marrón y con mis manos tomo la palanca para subirlo.

Lanzo un gruñido mientras comienzo a levantarlo, mis oídos oyen dos cosas en ese instante: Una de ellas es el portón chillando y la otra, la puerta de la entrada siendo destrozada por completo.

Los faros del Jeep se encienden cegando mi vista por un segundo, con mis brazos estirados termino de subir el portón y luego retrocedo para que Víctor avance, lo cual, hace al instante.

El vehículo pasa junto a mí y se detiene a poco menos de un metro, corro hacia el y abro la puerta lo más rápido que puedo, pero algo me impide avanzar, siento que tiran de mí y antes de que pueda hacer algo, me veo en el suelo.

—¡Max! —Escucho los gritos de Megan muy cerca.

Mi cuerpo comienza a ser arrastrado por el pasto recubierto de nieve descongelada, siento como mi ropa se humedece por completo.

Inferno © [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora