Capítulo 41

438 37 40
                                    

Narra Max:

Doy un paso al frente, acercándome hacia Brad. La tensión es demasiada en este momento, puedo sentirlo. ¿Cómo diablos le explicaré a Emily lo que sucedió? ¿Cómo es que lograré que me crea cuando hay una fotografía que desmentirá cualquier cosa que diga?

No sé quién envió esa fotografía, pero lo odio y me odio a mí mismo por haber actuado como un idiota, esa maldita escena que hice en casa de Megan, ese intento patético de coqueteo que realicé vaya a saber por qué.

Supongo que un ataque de idiotez se apoderó de mí, solo que ahora, ese ataque ha sido revelado, y Em lo sabe.

Temo que mi idiotez haya arruinado todo.

Porque sí, podría culpar a ese desconocido, pero si no hubiera actuado como un completo estúpido, no habría fotografía.

Escucho unas cuantas y diminutas ramas ser pisoteadas detrás mío, la rubia y la castaña ahora están a mi lado, esperando que nuestro amigo nos enseñe su teléfono.

Brad gira con cierta lentitud el dispositivo, este, se encuentra de manera horizontal, en la pantalla puede verse un vídeo pausado. Levanto la mirada por sobre el teléfono y noto como el moreno asiente. Acerco mi dedo hacia la pantalla y la presiono levemente.

El video no tarda en comenzar, y la sangre se me congela con cada segundo que transcurre.

En el vídeo, de apenas diez segundos, puede verse a Christian Bertotti, atado a una silla de madera, inconsciente en una habitación que no puedo reconocer.

—No puede ser... —Musita Megan con las manos en su boca.

—Eso no es todo —Comenta un Brad inexpresivo.

Él aleja el teléfono, presiona la pantalla varias veces y vuelve a ponerlo frente a nosotros:

Si vivo lo quieren, obedecer es lo que deben. Hora de Jugar. Bastardos. Viernes primera hora.

MEGAN DESBLOQUEA TU MALDITO TELÉFONO

—No, no, no —Repite Emily dando vueltas sobre sí misma.

—Em... —Pronuncio, pero ella sigue moviéndose sin escucharme. —Em —Vuelvo a decir, otra vez, sin obtener respuesta. —¡Emily! —Poso mis manos sobre sus hombros y ella se me queda mirando con los ojos llenos de lágrimas. —Hey, ¿Estás bien?

La castaña niega de manera nerviosa y se separa de mí rápidamente.

—¿Qué vamos a hacer? —Pregunta Brad.

—Nada... —Pronuncia Megan, la observo sorprendido, ella también se comporta como Em, no para de moverse y de frotar sus brazos como si hicieran diez grados bajo cero.

—¿Estás insinuando que no hagamos nada? —Pregunto desconcertado.

Ella asiente.

—Increíble —Protesta Brad alzando sus manos hacia el cielo.

—Me-Megan tie-tiene razón... —Emily la apoya con cierta dificultad.

Brad y yo la miramos, los dos, completamente atónitos.

—¿Hablan enserio? —Cuestiona Brad.

—Claro que hablamos enserio, ¡¿Acaso pretenden que obedezcamos a ese psicópata?! ¿Qué acaso no aprendieron nada el año pasado?

—¿Y qué hacemos entonces? ¿Lo dejamos morir? —Brad vuelve a hablar.

—No estoy diciendo eso.

Inferno © [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora