Narra Max:
—Debo admitir que estoy sorprendida...—Jesica vuelve a hablar, exactamente, al mismo tiempo que una de las dos personas, aún con el pasamontañas sobre su cabeza, me golpea por tercera vez. —Sabía que sería difícil deshacerme de ti, ¿Pero sobrevivir a un edificio en llamas, una explosión y un maniático intentando matarte? Eso sí que sonaba imposible.
—M-m-a mamá, ¿Qué estás haciendo...? —Alice tartamudea, llorando desconsoladamente.
Y al igual que hizo cuando me vio a mí, se arrastra con demasiada dificultad hacia atrás, pero ahora, se posiciona junto a mí, chocando su rodilla izquierda con mi rodilla derecha, y se mantiene a mi lado, temblando como un cachorro asustado.
Jesica muestra de nuevo esa horrible sonrisa, y se pone en cuclillas frente a su hija, a quien le acaricia el pelo con suavidad.
La observo, y su aliento, con sabor a chicle de uva, entra por mis fosas nasales, causándome unas terribles ganas de vomitar.
—Mi niña... —Su forma de decirlo, de manera amorosa, pero a la vez sarcástica, aumenta mis nauseas, y no puedo evitar tragar saliva, la cual, me sabe a sangre. —Digamos que estoy a punto de quedarme con todo el dinero de tu estúpido padre —Responde sin escrúpulos.
—¿De qué hablas? —André, detrás de nosotros, abre la boca.
—Estuvo envenenando a papá todo este tiempo... —Digo presionando mi mandíbula y llamando la atención de mi hermana. —Lleva planeando esto durante años.
Jesica se pone de pie, lanzan una carcajada como desquiciada y luego pasa junto al enmascarado que sigue frente a mí, ella toca su hombro, lo presiona de una manera extraña, acariciando su pecho, y luego, lo mira a los ojos, asintiendo.
Al parecer, se comunican por señas, pues, en cuanto Jesica termina de subir y bajar la cabeza, el enmascarado, choca su puño contra mi mejilla izquierda.
El golpe es tan fuerte, que no logro mantenerme sentado, y caigo sobre las piernas de a Alice, quien llora de manera desconsolada.
El extraño me toma de la camiseta, tira de ella hasta que vuelvo a estar sentado, y al instante, lanza un gruñido y me golpea en el mismo lugar.
—¡Ya déjalo! —Grita Alice con desesperación.
Alice arrastra su cuerpo hacia adelante y se posiciona frente a mí, protegiéndome.
Mi cara sigue pegada contra el suelo, y a su alrededor, hay pequeñas gotas de sangre, la misma, sale de mi boca como de una canilla defectuosa, el sabor, ese asqueroso sabor, vuelve a traer las náuseas.
El enmascarado ríe y al siguiente segundo, retrocede.
—Jesica, esto no es necesario... —Mi padre habla, con la voz completamente quebrada.
—Oh Richard... —Jesica camina entre nosotros hasta estar frente a mi padre. —He llegado demasiado lejos para retractarme.
—Te daré lo que quieras, solo déjanos —Promete con lágrimas en los ojos.
—Lo que quiero es todo lo que tienes, y la única manera de conseguirlo es terminando con la existencia de cada uno de ustedes.
—¡Somos tus hijos! —Exclama André, completamente roto.
—Sí, y un maldito obstáculo.
—Esto no funcionará —Dice Alice, con un tono de resentimiento. —Se preguntarán qué nos pasó, ¿Qué diablos les dirás a todos? ¿Qué le dirás a Colin?
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Inferno © [3]
Misteri / ThrillerLa batalla por la tierra acaba de comenzar. • Libro 3, Saga "Sobrevivientes". •