Capítulo 25

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Víctor conduce el Jeep a una velocidad considerablemente alta, una que, estando en "el mundo real y normal", jamás utilizaría, el motor del vehículo gruñe al ser llevado al límite de lo que puede resistir, la carretera no está completamente limpia, hay ramas de árboles, rocas y agua debido a la nieve que, en esta parte, se ha derretido.

Desde la ventanilla de atrás observo todo a mí alrededor, Megan y Víctor se mantienen en silencio mientras este último intenta encontrar una estación de radio cercana.

—Entonces... —Finalmente rompo el silencio. —¿En una semana lograron restaurar el puente?

—Algo así —Me responde el Sheriff mirándome por el espejo retrovisor.

—La verdad es... —Megan entra en la conversación. —Que él —Señala a Víctor. —Se equivocó cuando nos dijo que estaba destruido —Sus miradas se cruzan y ella traga saliva. —Es decir, si lo estaba, pero no lo suficiente como para decir que estábamos aislados.

—¿Qué quieres decir con eso? —Pregunto algo confundido.

—Ya lo verás —Víctor se apresura a responder, volviendo a girar la perilla del radio.

—¿Qué se supone que haces? —Cuestiono con el ceño fruncido.

—Intento encontrar alguna señal, hemos estado mucho tiempo incomunicados, y necesitamos saber si alguien está hablando de nosotros allá afuera.

—¿Significa que...?

—¿Qué nunca salimos de aquí? Exacto —Me interrumpe Megan.

—No podemos alejarnos del pueblo con el 95% de los ciudadanos inconscientes —Explica Víctor.

Intento preguntar otra cosa, porque en verdad estoy atónito y demasiado confundido, pero el Sheriff detiene el auto, llegamos a destino.

Las dos personas frente a mí bajan del vehículo, y cuando yo lo hago, el viento fuerte golpea contra mi cuerpo, provocando que me tambalee y una puntada ataque mi cien.

Respiro profundo y me reincorporo, doy un paso adelante y comienzo a seguir a Víctor y Megan.

A lo lejos, sobre el puente, veo a Brad, sonrío inconscientemente y luego, lo veo correr hacia nosotros. Su rostro demuestra preocupación, y al llegar, ni siquiera me saluda, pues, sus ojos se clavan en la pareja delante de mí.

—¿Qué sucede? —Pregunta Víctor.

—Hay un policía del otro lado —Responde agitado, me sorprendo, ¿Desde cuándo Brad se cansa por correr menos de cien metros? —Quiere, quiere cruzar —Añade apoyándose en sus rodillas.

Víctor lanza un gruñido y pasa junto a Brad.

—Hey... —Saludo a mi amigo con una media sonrisa.

—Max... —Musita dando un paso adelante, me muestra sus dientes y al siguiente segundo, me abraza. —Despertaste.

—Sí —Susurro presionando su espalda. —¿Creíste que podrías deshacerte de mí?

Lo escucho soltar una carcajada a la par que se separa de mí.

—Me alegra que estés bien —Confiesa.

—Okey chicos, ¿Se van a besar o qué? —Cuestiona con sarcasmo la rubia a mi lado.

Los tres lanzamos una carcajada y luego, escuchamos pasos acercándose.

Megan, Brad y yo miramos en esa dirección, es Víctor quien se acerca, y desde aquí, puedo ver una patrulla policial alejándose a gran velocidad.

Inferno © [3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora