Segunda oportunidad || Donde los corazones se parten o se unen

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La imagen dice:

Jungkook:  ¿Eres siempre así de linda cuando comes?
Lisa: ¿Hmmm?

*

Hemos pasado el mejor día, estar con Jin no se compara a nada; el es sumamente perfecto para mi.
Veía como cocinaba, con tanto cariño.
Si hay algo que me tiene vuelta loca se Jin es su afición por la comida; ama cocinar, ama los olores, colores y sabores.

¿Que me miras tanto?- Dijo mientras cogía ingredientes para el risotto.
Te miro a ti- Dije sonriendo, sinceramente me encantaba verlo hacer cosas que le gustan.
Jisoo...- Dijo el mientras servía dos copas de vino.
¿Sí?- Dije recibiendo la copa, olía estupendo.
Quiero tener mi propia franquicia de restaurantes- Dijo el sentándose frente a mi, dejándome ver sus lindos ojos, sus lindas facciones.
¿Es en serio?- Era una buena noticia, me encantaba verlo feliz.
Si, estoy pensando en...- Dudó un segundo.- En vender el bar, y ya sabes... el lado de Yoongi y las chicas... he pensando seriamente en abandonar ese camino- sus facciones decían otra cosa, el quería decirme otra cosa.
¿Y?...- Dije, tenía que darle el pie para que siguiera hablando.
Lo diré sin más Jisoo, pero espero que no me digas nada más al respecto y que no me molestes ¿ok?- Dijo como un niño pequeño.
Ok- Respondí mientras le daba otro sorbo a mi copa.
He pensando, que la promesa que te hice va enserio, si estamos juntos no quisiera que nuestros hijos tienen un padre ligado a ya sabes... la prostitución, quiero que se sientas orgullosos, y tener la mejor franquicia de restaurantes de todo Seúl, sería asombroso... ya sabes.

La convicción con que dijo todo me tenía loca; estaba tan enamorada.
Sin pensarlo me levanté y acerqué a él. Me senté en sus piernas y besé. Lo besé como si no hubiese mañana.
Imaginarme un futuro con Jin sonaba genial, pero que el quisiera concretarlo era asombroso.

Jin...- Dije mientras acariciaba su cabello.- Si tenemos hijos ellos estarán orgullosos por lo que eres, no por tu trabajo... yo quiero que seas feliz, si quieres vender el bar, hazlo pero por tu felicidad, si quieres tener restaurantes o vender zapatos ¡hazlo! Pero por tu felicidad- Bese la comisura de sus labios.
Te amo- Me volvió a besar.- Ahora apagaré la olla antes que se queme la comida-  Rio.
Apaga la olla y ven- Dije coqueta.

Jin dejó la olla apagada, y caminó hasta mi. Con cuidado, como siempre me elevo hasta quedar en la isla de su cocina y comenzó a besarme el cuello. Mis manos traviesas jugaron con el mandil de mi novio. Hasta que este cayo. Tal cual como cayó su camisa dejándome ver sus hombros.
No podía creer que la noche anterior era virgen y ahora estoy aquí, incitando a Jin a volver a hacerlo.

Jisoo no hagas algo de lo que te arrepentirás- Dijo Jin acariciando mi pierna casi desnuda.
No me arrepentiré- Le dije segura para que siguiera y que esto que estábamos armando no acabara.


Desperté en lo que no era mi habitación; el sol me pegaba en el rostro y quería cerrar la cortina para seguir durmiendo, pues a las embarazadas el sueño les aumentaba.
Pero fue cuando lo ví, era el cuarto de Jungkook y el estaba durmiendo en los sofás que habían enfrente, sonreí al verlo ahí, tan placido.

Me levanté, pero me mareé al instante y mis náuseas matutinas de las que tanto hablan comenzaban.
Corrí al baño y el vomito no seso. A los segundos sentía una mano sosteniendo mi cabello y con la otra acariciaba mi espalda baja.
Me sentía terrible, con su agarre me logré levantar, me observe en el espejo, mientras el sonreía detrás con esa sonricilla pícara.

No te rías- Sonreí lavándome los dientes con agua y un poco de pasta dental que me esparcí con los dedos.
Te ves adorable- Se llevo una de sus manos a su cabello. -Vamos a desayunar -Dijo.

Fui a mi cuarto y lo más rápido que pude me vestí, mañana debía firmar los papeles de retiro de dinero e irme para siempre, olvidando quienes fueron mis padres.
Al salir Jungkook me esperaba ya vestido junto con Bobby, ambos se veían distintos, más... libres. Relajados, quizá porque ya no estaban vestidos formales o porque ya no tenían más dramas, no lo sé.

Lista- Dije en tono bajo, los tres caminamos al comedor, ellos iban en frente y yo detrás como la hija pequeña de ambos; Reí ante mi imaginación loca.

Era buffet, y todo se veía fantástico, cada uno se sirvió lo que quiso y comimos en silencio hasta que el teléfono de Bobby vibró, supe por su expresión que era mi padre <<Hagan mi que quieran después de desayunar>> Dijo y se fue corriendo.
Terminamos de comer y el silencio se cortó de inmediato.

Llévame a conocer tu país-Dijo el cómo un niño pequeño.
Pero si no recuerdo mucho de mi país Jungkook- Dije riéndome ante semejante tontería.
Conozcámoslo juntos- Inco los hombros.

Prácticamente corrimos hasta el estacionamiento de taxis y Jungkook pagó todo el dinero que tenía al chofer para que nos llevara a conocer todo lo que era Tailandia, mi país natal, país del que no recuerdo nada; pero que ahora estaba dispuesta a recordar.
Le he enviado más de veinte mensajes a Tae, pero no me ha contestado y según yo el ha vuelto al trabajo.
Llegamos a una plaza enorme, llena de pasto y árboles.
Bajamos de inmediato y Jungkook me regaló una especie de helado tropical, ambos caminábamos en silencio admirando el paisaje.

¿Que planeas hacer con todo ese dinero?- Dijo el rompiendo el silencio.
Compraré una casa...- Dije soñando lo que sería mi futuro.- Con un gran jardín para ya sabes... el bebé- Sé que debo parecer una loca hablando así de la vida, pero hoy más que nunca me siento feliz.
Un día de estos yo...- Dijo dudoso.- Podría mostrarte los sectores buenos en Seúl, donde hay guarderías cerca y esas cosas- Dijo el divagando.
Eso sería bueno...- Le sonreí.
Eres muy guapa cuando sonríes... no se porque no fui más amable contigo antes... sé que te he pedido perdón muchas veces, pero debo decirlo de nuevo, lo siento Lisa- Dijo el arrepentido, de nuevo.
Jungkook... esta bien- Sonreí honesta.
Bueno, ahora que estamos bien... comencemos de cero, Soy Jeon Jungkook- Me tendió la mano y yo se la recibí.
Lalisa Manoban- Dije después de su acción.
Bueno señorita... ¿le apetece si la invito a almorzar? -Dijo el imitando el acto de un príncipe de Disney.

Yo solo reí, el podía ser un niñato, pero cuando quería era un ángel.

Lo único que es oía era un pitido infinito, ruido y ver cómo todo pasaba frente a mi.
Esto era terrible.

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El pacto || blackpink x BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora