El pacto || blackpink x BTS

No puedo dejarla ir || Donde los problemas comienzan.

El ambiente estaba más que tenso.
Jungkook miraba con rostro de pocos amigos a Taehyung.
Jin estaba tan borracho que no se podía el cuerpo y lloraba junto a Jimin, quien desde el momento que pisó el bar no ha dicho ninguna palabra.
Hoseok estaba tan drogado que sólo podía reír y no parar, al parecer el estrés lo está llevando a comprar marihuana. Que según el es <<Recreacional>> pero todos sabemos para que es, y nos da igual.
Yoongi está apartado del grupo observándome de vez en cuando.
Algo nos pasa.
Iba a abrir mi boca pero el celular de Jimin comenzó a vibrar encima de la mesa, pero estaba muy triste como para contestar, intente hacerlo pero ya habían colgado, número desconocido.
Luego sonó el de Taehyung.
No fui capaz de oír lo que decía, su relator se desfiguró por completo.

¡Debemos irnos ahora!- Gritó.
¿Que pasa Tae?- Le pregunté tratando de calmarlo, parecía alterado.
¡Nam! ¡Rosé a tenido un accidente!- Gritó. Y como nunca, Jimin dejó su papel de Niño de secundaria botado por su primer amor y se levantó de la mesa lo más rápido posible.
De alguna manera a todos se nos fue del cuerpo el alcohol.
¡¿QUÉ?!- Gritó Jimin llamando la atención de todos. - Yo conduzco- Dijo posesivo ante las llaves del auto de Taehyung.
No, conduciré yo, no puede haber otro accidente- Le quite las llaves y corrimos al auto.

•

Llegamos al hospital y todos corrimos hasta el mesón.
Inmediatamente nos derivaron al quinto piso; piso destinado solo para Roseanne. Imaginen lo que es gastar un dineral arrendando un piso del hospital más costoso de Seúl.
Caminamos hasta que vimos a las chicas, claro sin Lisa.
Me acerqué a Jennie, quien era a la que le tenía más confianza, obviando que Rosé ahora estaba aquí.

¿Y Lisa?- Le pregunté.
Está en la cafetería, no quiere subir...- hizo un gesto.- Está el padre de Rosé dentro y tiene miedo de que el vea que está embarazada o que la vea...- Jennie me respondió acercándose a mi para que no se escuchara que Lisa estaba acá.
Creo que iré a verla- Me levante de la incómoda silla.- No le digas nada a Tae...- Le rogué.
Esta bien Jungkook, pero apúrate y no le digas que yo te dije- Ella me guiñó el ojo.

Corrí hasta la cafetería del primer piso y ahí estaba ella. Triste, con su cabello largo castaño que combinaba a la perfección con su buzo gris. Jugaba con el borde del baso de poliestireno que botaba humo, té. Lo sabía.
Me acerqué sin que me viera, sin antes comprar dos pedazos de pastel de chocolate.
Se lo tendí.

¿Cómo estás?- Dije viendo sus ojos bañados en lágrimas.
Mal...- Dijo con un nudo en la garganta. -Yo...- Se le quebró la voz.- Rosé... ella es mi mejor amiga- Ella lloraba a mares, dudé en hacer algo, pero acerqué mi mano a la suya que posaba en la mesa, su mano. Y mi mano, nuestras, juntas.
Lisa, todo saldrá bien... Rosé es valiente y fuerte- La apoye, sentía un dolor en mi pecho al verla así.
Yo...- Ella seguía llorando.
Lisa, debes comer... n n no estes triste, le hace mal al bebé- Aún acariciaba su mano.

Ella me miró con sus ojos desamparados, eres ojos tristes, los más tristes.
Rojos, inyectados en sangre. Una vez mi abuela me dijo, que la tristeza hacía mal a una mujer embarazada, no sé porque me lo dijo, pero le agradezco al consejo, pues ahora soy yo el que está confortándola.
Cada segundo pensaba <<No seas un niñato Jungkook>> enserio quería ser yo quién la apoyara, debía ser más hombre y estar aquí para ella.
Silencio.
Silencio mientras ella comía el pastel de chocolate lentamente. Demoraba un siglo, yo ya me lo había devorado.

¿Porqué?- Dijo Lisa de la nada.
¿Por que? ¿Qué?- Intrigado le respondí.
¿Porqué estás acá...? Conmigo- Disminuía la voz mientras sus grandes ojos me veían, sentía como me desnudaba con la mirada, ella podía ver todo de mi, solo con esos ojos.- Siendo, bueno- Terminó.
Yo...- No sabía que responder, quería insultarla, quería abrazarla, quería besarla y también quería ignorarla. - No sé Lisa, solo estoy acá- Respondí tratando de sonar idiota.
Oh...- Comió el último bocado de pastel.- ¿puedes subir y dejarle esto a Rosé en su mesa?... cuando despierte sabrá que fui yo- Dijo ella con lágrimas en los ojos.
Tengo una mejor idea- Respondí.

Y la tenía, tenía una muy buena idea.
Tomé de la mano a Lisa y la llevé hasta los vestidores de enfermeros, cuando me preguntaban les decía quien era y solo me dejaban entrar.
Cogí una bata que decía <<Doctora Gyo>> ella sin rechistar se puso la bata, me acerqué dudoso y le peiné el cabello en una coleta alta, unas mascarillas para evitar que vieran su rostro y cogí un par de lentes asegurándome que no tuviesen aumento.
Ella solo podía ser reconocida por los que la conocíamos.

•

Mi corazón se detuvo, y de ahí en adelante veía todo borroso y escuchaba un pitido infernal.
Me dolía todo, pero más el pecho. No podía parar de pensar en ella y las infinitas posibilidades de una muerte.
Oh Roseanne.
Mi Rosé.
Sé que no podía entrar.
Pero estaba apoyado en la puerta suplicándole a quien me escuchara para que el señor Park tuviera algo de ser humano en él y me dejara entrar para ver a quien amaba.
La puerta se abrió de golpe, dejando ver a esa figura tan desagradable, grande, gordo, con aroma a cigarrillo. Y esa mirada repugnante.
Me miró de pies a cabeza, sabía quien era yo.
Su sonrisa se torció, dejando ver su lado más espeluznante.
Alzó su mano derecha y corriendo fue una enfermera.

Quiero una restricción para este...- Me apuntó.- Muchacho -Dijo con asco.- No puede entrar a ver a mi hija- Dijo duro.
¡No! Señor Park... yo la amo- Supliqué.
¡FUE- RA!- Gritó.

Los guardias llegaron y entre cinco tuvieron que sacarme, golpeé como pude, los chicos me apoyaban. Pero no había solución.
No podía ver a quien amo.
Mi dulce Rosé.

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Confieso que me da mucha pena escribir capítulos tristes.
GRACIAS!
He visto a muchos nuevos lectores, personas agregándolas a lista de lecturas llamadas "Mis favoritos", SE SIENTE GENIAL!
❤️