Durante los últimos dos días había empezado a divagar sobre la conversación que había tenido con mi amiga, tratando de encontrar la forma de hacer que Robert me necesitara más allá de solo un momento de placer.
Había escuchado otro tipo de consejos como:"mientras más te haces la difícil, ellos más te buscan"
O como: "Ignóralos, deja que hagan lo que se les dé la gana y notarán tu desinterés y así será cada vez más tuyo"Entre otros consejos de los cuales no sabía si yo era capaz de lograr, lo que era cierto es que tuve que comprometerme con lo que quería hacer cada vez más pronto o de lo contrario mi territorio estaría cada vez más marcado por Emilia.
Por otro lado, había pedido más información a mi amiga Arlete sobre la supuesta relación de Robert con aquella chica, solo era cuestión de esperar las buenas "nuevas" que podía acontecer entre ellos y de los que seguramente me enteraría.Para el domingo había acabado de preparar una exposición de historia medieval que tendría que dar el lunes después de receso, después de una corta lectura pude por fin relajar mi mente y conciliar el sueño.
Para el lunes, me había tenido que ir lo suficientemente deseable y cambiar un poco mi actitud respecto a Robert. Ahora, la mayor parte del tiempo lo miraba con deseo, y estaba segura que él solo veía fuego destellar de mis pupilas.
Estaba parada en el umbral de la puerta, esperando a que tocara la campana para el inicio de clases.
No demoró mucho y vi asomar el perfecto cabello de Downey que cada vez sobresalía más del borde que daba hacia las escaleras. Venía distraído con su celular, pero yo no quitaba mi vista de sus ojos.
Cargaba puesta una camisa blanca junto a un pantalón de tela azul oscuro y para darle el toque final una pajarita que lo hacía ver mucho más elegante.
Finalmente se dió cuenta de donde estaba parado y se topó con mi mirada.–Buenos días Ágatha. –Dijo para luego indicarme mi asiento.
Asentí y busqué el asiento que quedara libre y me senté como primera vez al fondo del salón.
Inmediatamente crucé mis piernas dejando ver más piel de lo normal, puesto que cargaba una falda estilo colegiala no tan corta pero que dejaba ver lo suficiente junto a mis medias largas.
Robert fingía dar su clase pero era muy notorio que me miraba de vez en cuando, simplemente sonreía coqueta porque sabía que lo podía tener rendido en este mismo instante si me lo proponía.–¿Te has fijado en las miraditas que te pega Downey? –Preguntó Arlete.
–Claro que sí, es más estoy segura que le he provocado una erección con sólo verme.
–Por cierto, ya te tengo un nuevo dato...
–¿Qué esperas para decirme? –Dije entusiasmada, despejando toda mi atención de Downey y de la clase.
–Resulta que hace unas dos cuadras de mi casa, hay un lugar de hospedaje y a qué no adivinas quien se ha instalado ahí. –Mencionó mi amiga creando más suspenso.
–¡Suéltalo ya!
–Sí, de seguro es lo que piensas. Es Emilia, un día pasé caminando por ahí y me la topé. Puedo decir que es mucho más "especial" de cerca...
–¿Como que muy especial?
–O sea, claramente se puede apreciar que no tiene buen estilo, no sé cómo Downey puede salir con ella. –Dijo mi amiga encogiéndose de hombros.
Me quedé pensando en lo que había dicho y bueno sin duda era verdad y más si Arlete lo decía.
–De seguro que Robert y ella se han de ver ahí, tienes que estar más que atenta amiga.
–Srta. Daddario. –Llamó mi atención el profesor –¿Podría ser tan amable de pasar al pizarrón?
¡Mierda!
Me tensé automáticamente y sin perder la actitud que había llevado a lo largo de toda esta hora, me levanté de mi asiento y caminé aparentemente segura hasta la pizarra.Había un ejercicio escrito ahí para resolver y para mi suerte yo tenía que hacerlo.
–Profesor, ¿si no logro hacerlo me podría ayudar? –Dije volteando a verlo.
–¡Por supuesto que sí! Pero ese que está ahí no, borre la pizarra por favor.
Hice lo que me pidió y aproveché para moverme un poco, sentía su mirada sobre mí y estoy segura que me estaba analizando y él quería seguir haciéndolo a profundidad.
–Listo, dicte.
•••
–Hola profesor.
Había logrado darme una escapada al despacho de mi buen querido profesor con la excusa de que tendría a que explicarme bien el ejercicio que me había puesto hacer en la pizarra y del cual no logré terminar por falta de tiempo así que, aquí estaba yo sentada esperando mientras Robert leía el periódico, tratando de enfocarse en su lectura y dar despiste a mis insinuaciones.
¿Por qué se hacía el duro justo ahora? ¿Sería por las veces que lo había ignorado?Hasta que finalmente sentí su mano que me acariciaba sutilmente la pierna y parte de mis dedos.
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Hasta aquí🤭❤️ Gracias por leer, déjenme sus comentarios 😋
–DXWNEYAZALEA
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No temas a las Leyes de la Atracción.
FanfictionÁgatha Daddario conoce al muy buen "casi ético" profesor Robert Downey Jr en su último año de bachillerato, ambos descubren el placer y lo muy excitante que puede ser lo prohibido. Muchos dicen que polos opuestos se atraen y ellos no serán la excep...