–Estoy esperando a las chicas. –Dije cuando vi que se trataba de Tom.
Se había acercado luego de mucho tiempo estando distante, miró algo en su celular (lo que supuse que era la hora) y luego lo volvió a guardar en el bolsillo de su suéter.
–Yo tengo clases ahora pero... –Se tomó un tiempo, quizá tratando de encontrar las palabras correctas –Okey, seré breve. Lamento lo que pasó la última vez que nos vimos, yo realmente no quise hacer que pensarás que solo quería obtener algo... Simplemente me hubieras pedido que paramos y yo lo iba a entender pero tu actitud no fue la mejor. Y a pesar de nuestros errores yo quería que sepas que ¡me encantas Ágatha! Todas estas semanas no he hecho otra cosa más que pensarte, te amo y no quiero que sigamos así.
Escucharlo me hacia dar mucha vergüenza sobre lo que había sucedido y a la vez más culpable.
–Yo he estado pensando mucho desde esa vez y fui yo la que actuó mal, es decir, enloquecí en ese momento. Yo no quería herirte y no me hiciste pensar cosas horribles, simplemente, fue lo primero que se me ocurrió para alejarte, no creo que seas ese tipo de chicos, te conozco. ¿Me perdonas?
Su cara cambió totalmente a una expresión más relajada, estaba más tranquilo.
–Gracias, es decir, sí. No sabes el peso que tenía encima, me sentí muy mal, una basura. No había entendido que hice mal.
–Lamento que te hayas sentido así por mí, fui una tonta.
–No pequeña, no te digas así. –Se acercó y me abrazó muy fuerte. –¡Feliz cumpleaños Ágatha! Estoy muy feliz porque nos hayamos acercado nuevamente. –Dijo mientras me sostenía aún alrededor de sus brazos y su pecho.
Su abrazo era cálido, me gustaba su contacto, a fin de cuentas lo había extrañado.
Duramos así un buen tiempo, hasta que escuché gritos detrás de él.
Arlete corrió hasta a mi apenas me vió, nos separamos por inercia.–¡AHHHH Ágatha! –Gritó Arlete corriendo hacia a mi. –¡Feliz Cumpleaños Ágathita! –Y me abrazó. –Ah, hola Tom. –Lo saludó sorprendida. –Ten, en serio tienes que abrirlo ahora mismo. –Me entregó una caja pequeña.
–Gracias Arlete, pero sabes que no me gusta abrir las cosas aquí más que en mi casa.
–Oh, sí, lo había olvidado pero como es de parte mía harás una excepción. –Sonrió convincente y no tuve más remedio que ceder a su petición.
Abrí la pequeña caja que tenía un papel de decoración que lo tapaba.
Era un lindo collar gold en forma de Luna, sonreí al verlo.–A qué es muy encantador. –Dijo Arlete.
–Realmente lo es. –Sonreí. –Pónmelo por favor.
Una vez en mi cuello me volteé.
–Gracias, me ha encantado mucho. –Le di un abrazo a Arlete.
–Bueno yo tengo clases ahora así que es mejor que ya vaya apresurándome. –Dijo Tom captando la atención de ambas.
–Oh si, claro que sí. –Alcance a decir.
–¿Tom y tú regalo para Ágatha?
–Se lo iba a dar antes de que llegaras pero creo que mejor se lo entregaré en la hora de receso, ¿te parece? –Volvió a mirarme. Asentí. –Muy bien, hasta entonces. –Dijo y se marchó.
–Cada vez lo soporto menos. –Dijo Arlete finalmente.
Reí ante su comentario.–Todavía no logro comprender por qué te cae tan mal.
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No temas a las Leyes de la Atracción.
FanficÁgatha Daddario conoce al muy buen "casi ético" profesor Robert Downey Jr en su último año de bachillerato, ambos descubren el placer y lo muy excitante que puede ser lo prohibido. Muchos dicen que polos opuestos se atraen y ellos no serán la excep...