Capítulo 71

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Cuando corrí para alcanzar a Tom, ya había demasiada gente alrededor que impedían que yo me acerca lo suficiente como para detenerlos.

–¡Tom, por Dios, para! –Grité desesperada.

No sabía que hacer, a mi alrededor veía bastantes chicos con sus celulares encendidos grabando todo. La gente gritaba demasiado por la euforia, creo que toda la institución estaba aglomerada. Traté de acercarme entre empujones en medio de la gente y cuando por fin pude estar cerca, me quedé asombrada porque Robert seguía en el piso, sin moverse un poco, sin tratar de defenderse y Tom estaba encima de él, golpeándolo con mucha fuerza.

–¡Tom, para por favor! Que alguien llame al director, a quien sea, que lo suelte.

Mis gritos eran en vano, nadie se movía, todos seguían pegados viendo todo el espectáculo, yo me afirmé con fuerza al pecho de Robert, esperando a que Tom cediera y me hiciera caso de detenerse. Cuando me vio protegiendo el rostro de Robert, paró.

–Por favor apártate Ágatha, todavía no termino con este idiota –Dijo furioso.

–No, por favor. Déjalo en paz, él no se merece que le hagas esto.

–Ágatha apártate –Volvió a insistir –No quiero que salgas golpeada. Si es tan señor como dices que se defienda y que deje de hacerse la víctima frente a todos. Que todo el mundo se entere que es un pedófilo de mierda.

La sangre me hirvió cuando lo oí decir aquella horrible expresión, tenía mucho miedo, ya no habían los gritos que se escuchaban al principio, ahora era un silencio rotundo y sólo escuchaba nuestras respiraciones extremadamente agitadas.

–Cállate, no sabes lo que estás hablando. –Dije entre dientes, sentía mi cara arder de furia y mis ojos se comenzaban a humedecer, quería llorar de impotencia.

–No tienes vergüenza en defenderlo, pero te dije que no lo divulgaría, ha sido mi error, no perdón, fue un descuido mío. Ni tú ni él valen la pena. –Se levantó sin despegar sus ojos de los míos.

De repente todos comenzaron a dispersarse de a poco, algunos no dejaban de grabar cuando se escuchó una voz furiosa detrás de nosotros.

–¿¡Me pueden decir qué está pasando aquí!? –Alguien había llamado al director y otros tres profesores lo acompañaban, entre ellos la inspectora de nuestra área. –Todos ustedes a sus salones y dejen de grabar, si yo veo algún video de lo que ha pasado esta mañana subido en el internet, juro que les hago detención de sus celulares y les doy de baja en este parcial. Ahora largo de aquí. –Gritó.

Sin darme cuenta, Robert empezó a soltarse de mi agarre, se quejaba del dolor, su cara comenzaba a derramar sangre en algunas zonas como su frente y sus labios y su ojo derecho comenzaba a tornarse oscuro por el golpe. La cara del director fue de gran sorpresa cuando vio a Robert tirado en el piso, creo que esperaba que fuera otra pelea de chicos pero no, se trataba de una pelea de un alumno contra su profesor.

–Alguien por favor que ayude al profesor Downey a llevarlo a la enfermería, y ustedes dos me acompañan a dirección. ¡AHORA! –Ordenó.

Los dos profesores ayudaron a levantar a Robert y entre ambos vi como lo aferraban a ellos para sostenerlo y llevarlo. Tenía tantas ganas de ir con él, de abrazarlo, de besarlo y solo el hecho de no poder hacerlo, me lastimaba, mi corazón se rompía de mil maneras. De cierta manera me sentía muy culpable por lo que había sucedido, mi rostro comenzó a mojarse por todas las lágrimas que estaban rodeándolo y no pude contenerme.
Empecé a sollozar.
Cuando caminaba un paso adelante del director, mi miedo aumentaba y la intensa mirada de culpa de Tomás que me seguía, ahora no le tenía amor ni siquiera un simple aprecio, lo estaba odiando por haberme hecho esto, por haberle hecho eso a Robert.

No temas a las Leyes de la Atracción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora