•Día 2
Me removía en mi cama varías veces, tratando de que el sueño no se despegue de mi, sentí un brazo fornido encima de mi abdomen reteniendo cualquier movimiento que hiciera.
Me desperté consternada al recordar que tenía que ir a clases y de seguro no alcanzaría la primera clase por lo muy tarde que era, me topé con un bello rostro que dormía placenteramente junto a mí y caí en la cuenta de lo que había pasado hace varias horas. ¡Robert había dormido en mi cama!
Eso era una total sorpresa para mi, había pasado la noche conmigo y todavía me tenía entre sus brazos totalmente desnuda.¡Nunca había dormido desnuda en mi propia casa!
Sonreí al verlo, analicé cada una de sus facciones, su rostro reposaba sobre la almohada, tenía el cabello un poco revuelto y su semblante era sereno.
¡Tendrás que despertarlo!
Aquella voz en mi cabeza hizo que reaccionara, tomé el celular que tenía encima de la mesita a lado de mi cama y vi la hora. Cuarto para las siete de la mañana, Robert tenía que trabajar y yo recibir mis clases.
Lo moví apresuradamente y lo llamé esperando a que se despertara lo más pronto posible, luego de unos segundos él reaccionó al llamado que le hacía y abrió sus profundos ojos avellana que me miraron con su ceño fruncido.–¿Qué pasa Ágatha? –Preguntó entre medio bostezo.
–Se nos hace tarde, ya van a hacer las siete y tenemos que ir al colegio.
–¡Ay! No te preocupes...Hoy faltaremos. –Dijo acercándome con su brazo y haciendo que me acomodara junto a él.
–Pero tienes que ir al colegio, ¿qué les dirás? Yo también tengo que ir, Robert.
–Mira les dire que estoy enfermo y tú harás lo mismo. Nadie notará que hemos faltado, tú tranquila.
Ciertamente las palabras de Robert no me habían calmado en lo absoluto, yo sabía que mi responsabilidad era haberme levantado lo más rápido de esa cama y dirigirme al colegio, pero no lo hice. Pensé en mamá automáticamente, ¡si se entera me mata!
Volví a dormirme con la esperanza de no volver a sentirme culpable por no haber ido y Robert me rodeo entre sus brazos colocando su rostro cerca de mis pechos y su aliento cálido chocaba contra estos.
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No temas a las Leyes de la Atracción.
FanfictionÁgatha Daddario conoce al muy buen "casi ético" profesor Robert Downey Jr en su último año de bachillerato, ambos descubren el placer y lo muy excitante que puede ser lo prohibido. Muchos dicen que polos opuestos se atraen y ellos no serán la excep...