Capítulo 83

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Mi entusiasmo sobrepasaba mis límites, todo parecía seguir su curso naturalmente bien y vaya que si lo estaba.
Desde poder dormir junto a Robert que era una fantasía total hasta poder cumplir mis logros personales y aunque sonara tan poco para mi edad, era solo el comienzo.

Robert disfrutaba mi logro y me había felicitado con un beso después de clases, quería que festejemos pero tuve que negar su propuesta por los planes que mi madre tendría para mi. A pesar de todas las actividades que realizamos, todas en torno al juramento. Mi cabeza no paraba de pensarlo y deseaba verlo ese 26 de septiembre, me hacía ilusión verlo vestido elegante y muy profesional pero a la vez tierno; porque sabía que yo estaría observándolo a lo lejos y en silencio, mientras era parte de un momento importante en una etapa de mi vida.

El fin de semana se había esfumado tan rápido como mis ganas de seguir esperando a que llegara el día en que por fin terminara el colegio y pudiera exhibir el amor que le tenía a Robert sin importar qué.
Era algo que tenía muy dentro de mi que se asomaba de vez en cuando, pero que a pesar de ello, no dejaba que me haga perder la cabeza. Me reconfortaba saber que ahora él estaba dándome esa seguridad que tanto necesitaba. Ya habría tiempo suficiente para planificar todo lo que podríamos hacer una vez que concluya mi etapa colegial.

La noche anterior había sido una locura para mi, removerme en todo el espacio que me sobraba de cama, luego de experimentar dormir junto al hombre que estaba plenamente amando era insuperable pero más difícil era hacerlo sin él. Me faltaba su calor, sus manos afirmándose a mi cintura y su olor que dejaba huella en mis vías nasales.

Mi mamá con la misma emoción se había encargado de despertarme muy temprano para terminar de hacer el desayuno, mientras tenía su ropa y la de papá listas. Se encargó de dejar mi uniforme en mi cuarto y se veía tan nuevo por las pocas veces que uno tenía que darle el buen uso, aún así cuando me lo coloque lucia increíble en mi, era ajustado pero aún así cumplía con las normas que cada vez eran más estrictas en el colegio y me hacía ver elegante.

Tenía un conflicto sobre cómo llevar mi cabello ese día así que tuve que decirle a mi madre que necesitaría una experta en ello para que resolviera  y me aligerara el trabajo.

El evento comenzaba a las 9:30 aproximadamente, así que todavía tenía mucho tiempo de sobra, mientras llegaba la chica y me alistaba.
Entonces deje que ella hackeara su trabajo, yo releía las líneas de mi discurso que el director me había ofrecido para intervenir. Lo cual hacía que incremente mi nerviosismo mucho más de lo debido. Tenía que concentrarme, respirar hondo y continuar.

Para las 9:00 am corrí al espejo y volví a pasar una mirada rápida a mi cuerpo uniformado y con una coleta que atenuaba mi cara de todo el cabello que se pudiera entrometer en mi frente. Sin duda, ella había hecho un excelente trabajo.


                                            ~•~

Llegamos a tiempo para la ceremonia, mis padres y mi hermano Dylan fueron a sentarse mientras yo fui a saludar a las autoridades y terminar de recibir las indicaciones por parte del director. En el camino me topaba con gente que era conocida por mi familia y también recibí varios elogios por mi apariencia, decían que le estaba haciendo un gran honor a la institución.

–No está. Todavía no llega por si te lo preguntas. –Margot apareció detrás de mi, demasiado bella con su uniforme igual de planchado que el mío y con su cabello lacio y suelto.

–Pensé que podría hablar con él antes de que comience todo...

–Supongo que será después. –Me acomodó un mechón de cabello que se había salido de su lugar. –¿Cómo estas? ¿Te sientes nerviosa?

No temas a las Leyes de la Atracción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora