Capítulo 69

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Recuerdo que me desperté un par de veces durante la noche con las sábanas envueltas y con un poco de dolor en el cuerpo.
Las cortinas seguían bajadas pero lograba entrar un poco de luz, ya estaba amaneciendo, me giré y vi a Robert dormir con gran tranquilidad que era inusual verlo así tan relajado. Me levanté y corrí al baño a darme una ducha antes de que él despertara.
Trate de no demorarme tanto porque dentro de poco tendría que asistir a clases.
Salí envuelta con la toalla que encontré en un armario lleno de ellas, así que no dude en ponérmela, me sorprendí nuevamente cuando vi que seguía dormido, camine en puntillas para no hacer tanto ruido e ir hacia la sala donde había dejado mi maleta con lo poco que había traído, junto con mis libros.
Todo se veía tan desordenado, la botella de vino destapada, una copa que había utilizado, todavía seguía medio llena y la otra vacía, ambas tiradas en la mesita que adornaba esta zona de la sala y por consecuente la ropa tirada en gran parte del piso y en el mueble.

Me apuré a recoger las cosas y que todo pareciera lo más ordenado posible, puse la ropa sucia en una canasta que encontré en el baño y fui a la cocina a preparar un desayuno. Hice lo que pude con lo que había en su nevera y cuando terminé lo llevé a la habitación de Robert, al parecer ya se había levantado, puse la comida sobre la cama y esperé a que saliera del baño.

Vi el reloj de mano que tenía puesto y me fije que faltaba menos de hora y media para tener que salir, no sabía si Robert iba a tardarse más en ducharse, para acompañarlo y desayunar juntos o apurarme comiendo sola, pero me tranquilizaba la idea d...

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Vi el reloj de mano que tenía puesto y me fije que faltaba menos de hora y media para tener que salir, no sabía si Robert iba a tardarse más en ducharse, para acompañarlo y desayunar juntos o apurarme comiendo sola, pero me tranquilizaba la idea de que al menos yo ya estaba vestida y lista, sólo me faltaba desayunar.
Opté por la opción de esperarlo, aproveché para coger mi móvil y apenas me conecte a la red empezaron a llegar mensajes. Muchos mensajes de Margot, unos tantos de Arlete, uno de mi mamá y por supuesto otros pocos de Tom.
Primero decidí escribirle a mi mamá tranquilizándola con la idea de que ya estábamos por salir hacia el colegio, a Margot le respondí que los detalles se los daría en clases y de igual manera a Arlete. Decidí no abrir el mensaje de Tom y esperar a cuando lo viera, no quería arruinar mi mañana, respondiéndole, después de lo que había pasado entre Robert y yo, tendría que aclarar las cosas con Tom después de todo.

–Buenos días gatita.

Miré en la dirección de donde provenía aquella voz tan varonil, no pude evitar mi cara de sorpresa cuando vi a Robert saliendo envuelto en una toalla que cubría su atractivo cuerpo. Casi nunca tenía el placer de verlo de esta manera.
Su cabello estaba bastante mojado, algunas gotas caían por su torso y esa maldita toalla dejaba al descubierto la curva de su perfecto y redondo trasero. Sin darme cuenta había mordido mi labio inferior por un lapso de segundo.  

–Buenos días Robert –Fue lo más prudente que pude decirle entre todas las ideas descabelladas que tenía en mi mente.

Se acercó hasta mi para darme un beso y no pude resistirme a la tentación de fundir mi lengua con la suya, éste me la aceptó y chupó con fuerza para luego apegarme mas a su cuerpo haciendo que me mojara la ropa un poco. Cuando ya nos faltó el aire, me soltó de su avivada boca pero aún mantuvo sus manos en mis caderas.

No temas a las Leyes de la Atracción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora