Me movía incómoda en el sofá, a mi lado tenía a Tom que no dejaba de expresarme el más mínimo cariño y por inercia tenía que corresponderle lo mejor que podía.
Frente a mi tenía a Margot que no sabía como actuar ante tan desagradable momento y a su lado estaba Robert con el semblante serio, sumergido en su celular tratando de no pararse y despegar a Tom de mi lado.
En ciertos momentos me miraba y en otros trataba de ignorarme por completo.
Luego de una media hora mi papá llegó y volví a tensarme más.–Wao, no esperaba tener la casa llena. –Dijo papá cuando vio a mis amigos. –Siéntanse cómodos y espero que la pasen bien.
–Gracias papi. –Lo salude con un abrazo.
–¿Te gustó el regalo que te dimos tu madre y yo?
–Me encantó, gracias.
–Cariño, ha venido el profesor de Ágatha, salúdalo por favor. –Gritó mi madre desde la cocina, haciendo que me ruborice.
–¿Ha venido tu profesor? – Preguntó mi padre confuso.
-Sí... -Asentí
–Mucho gusto señor Daddario, soy Robert Downey el profesor de física de su hija.
Mire en dirección a Robert que se acercaba seguro a estrechar su mano con la de mi padre, sorprendentemente este le acepto con gusto el gesto, yo estaba en medio de los dos tratando de ocultar mi admiración.
–El placer es mío, es un honor tenerlo aquí profesor –Se sonrieron como si ya se conocieran de años, así que me aparté durante ese momento, parecía un sueño. Un loco sueño.
La mirada de ambos me decía que se habían caído mucho mejor de lo que algún día pensé que podrían llevarse (evidentemente en otras circunstancias), aún así tenía que admitir que me gustaba la idea de que se hicieran amigos.
– Quien lo diría –Tom se acercó a mi lado.
–¿Qué? –Dije sin comprender.
Esperaba una respuesta de su parte, cuando posó sus labios en los míos y me atrajo a seguir el beso.
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No temas a las Leyes de la Atracción.
Hayran KurguÁgatha Daddario conoce al muy buen "casi ético" profesor Robert Downey Jr en su último año de bachillerato, ambos descubren el placer y lo muy excitante que puede ser lo prohibido. Muchos dicen que polos opuestos se atraen y ellos no serán la excep...