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Capítulo 4- Mi triste pasado.

—Mami está aqui— Senti sus suaves dedos tocar mi rostro, limpio las lágrimas que estaban en mi rostro.

—Te hecho de menos— Dije.

—Mi amor perdóname se que te e dejado llevar el dolor sola y no sabes cómo me duele verte sufrir, quisiera poder dar hasta mi vida para evitar esto, para cambiar las cosas— dijo desesperada— si fuera posible yo tomaría tu lugar porque lo que más quiero es que vivas, pero a la vez acepto la realidad y con llorar no vamos a solucionar esto, con estar triste tampoco, yo quiero verte sonreír yo r de quiero verte feliz y se que para ti es dificil pero quiero que te esfuerces por ver más allá de tu dolor y veas el nuestro, tu distanciamiento duele sabes. Se.. se que te duele más a ti, yo no sé qué pasará mañana pero sea lo que sea voy a estar para ti, porque soy yo ¡mama!, verte sufrir y no poder hacer nada es más doloroso que cualquier cosa, cuando eras niña hacia todo para que fueras feliz y ahora quisiera hacer algo para que ver tu linda sonrisa en tu hermoso rostro, pero siento que nada servirá no si tú no quieres.

Mire en sus rostro como reflejaba la sinceridad. Me odie en ese momento por hacerla sufrir, de una manera u otra ella tenía mucha razon.

—Perdóname mami, perdóname porfavor, yo solo tengo miedo y no sé cómo enfrentarme a esto, pensé que era lo mejor estar lejos pero veo que no. Ya no quiero lastimarte, ya no quiero lastimarlos. Te nesesito, los nesesito.

—Y yo te nesesito a ti— Depósito un beso en mi coronilla.

—¿Me perdonas?

—No hay nada que perdonar.

—Si lo hay mamá.

—Pero vamos a dejar que el pasado quede atrás.

—Duele, duele mucho.

—Lo se cariño pero la vida sigue, mira yo me derrumbe por mucho tiempo y te lastime a ti.

—Yo pensaba que no me querías.

—Es imposible no quererte, solo que era bastante fuerte para mí, pero no dudes que te amo con todo mi ser.

—Quiero empezar a hacer las cosas bien, pero no sé cómo— suspiré al terminar de hablar.

—Cuando expresas lo que sientes, el dolor de tu corazón es más pequeño, tienes que sacar lo que sientes.

—Creo que solo la idea de morir me da miedo. Me hace sentir inútil, cuando veo a mis hermanas o otras chicas de mi edad, me enoja pensar que mi vida no es como las de ellas, que yo no voy a vivir tanto y no porque yo no quiera, porque no puedo.

—Pero aún tienes vida y eso es lo que importa que has tenido más de una oportunidad. Aparte has mejorado mucho.

—No nos engañemos mama, en cancer se ah expandido en mi sangre en los últimos años y lo sabes— Empeze a dibujar garabatos en la arena.

—Lo se, pero eso no quiere decir que vas a morir, lo has vencido tantas veces y se que aunque volvieras a caer vas a tener la fuerza para vencerlo y levantarte y yo voy a estar a tu lado. Se feliz hija, vuelve a hacer amigos, danos una oportunidad a todos, date una oportunidad a ti misma.

—Una oportunidad— apoye mi cabeza en su hombro.

[...]

Ese día después que saliéramos de la playa, mi mamá llamo a mi padre. Claro este le hizo miles de preguntas acerca de mi. Mamá le exigió que se presentará a la casa a la hora de el almuerzo, él a regañadientes acepto ya que no le gustaba dejar la compañía ¿Porque? Bien porque era un desconfiado.
También llamo a Lilly y a Marie, con ellas fue aún más dificil que con el duro de mi padre, ellas eran tan responsables que no les gustaba faltar a ninguna clase. Al final no tuvieron otra opción que aceptar.

ViolettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora