Capítulo 19– La verdad.
Juliett.
—Sebastian Jhonson es un empresario muy reconocido en California, tiene una buena familia junto a la Honorable Juez Margot Jhonson. Tienen tres hijas, Marie, Lilly y...—
—...Violetta Jhonson— Interrumpí, Keven me miro confundido.
—¿Cómo lo sabes?
—Lo recordé, Keven recordé a mi familia, recordé el accidente, el día que me separaron de ellos, recordé mis primeros años, recordé a Violetta, recordé a mi gemela— Dije entre sollozos.
—Cariño— Me abrazo y dejó que llorara en su hombro, lo amaba tanto, el era mi único soporte en esos momentos.—Investigue acerca de ellos, ellos piensan que estás muerta— Dijo mientras me miraba a los ojos— Pero te prometo que pronto sabrán la verdad.
—Confio en ti— Susurré.
—Mi Juliett— Fue la primera vez que no me llamó Julieta, y realmente Juliett se escuchaba muy bien saliendo de el.
Ya tenía varios días de no tener noticias de el, hacia unas semanas había sido mi graduación, así que dentro de unos dos meses tendría que partir a Madrid, pero ahora sabiendo la verdad no sabría que haría. Nisiquiera sabía cómo escaparía de las garras de "mis padres".
No obstante me sentía feliz, alfin conocía la verdad, mi verdad. Pero sabía algo, sin Keven jamás hubiera logrado saber nada, sabía que el me ayudadaria a encontrar a mis padres, y sabía que el siempre estaría conmigo, o al menos eso pensaba.
Esperaba que mi estadía con esas personas acabada pronto porque no quería que ellos sospecharan algo, o que supieran mis planes, quería volver a ver ah mi verdadera familia.
Al día siguiente me encontraba como siempre en mi cama con mis pies elevados a la pared, sentía que eso me distraía y me ayudaba a pensar mejor.
Escuché ruido en la cocina y por instinto mis pies me llevaron hasta ahí, antes de entrar a la cocina escuché dos voces y me parece atras de la puerta, una conocida y la otra para nada que sabía quién era.
—Ella ya sabe que no es nuestra hija, tenemos que acelerar el proceso— Decía.
—Ire a visitar al jefe, pero tienes que aguantar unos días más.
—Pero y si hace una locura.
—Tienes que controlarlo, el jefe no está nada feliz por ahora. Su hijo está enamorado de una de las hijas de Sebastián, y aunque es una ventaja pero aún así, no quiere poner a su hijo en su contra.
—Esto se está complicando, y ¿si mejor la encierro?.
—No Jack, no la puedes lastimar, está chica nos dará mucha ganancia en unos meses
—Esta bien.
—Preparate porque lo que empezó hace unos años está apunto de acabar.
Cuando escuché que hiban a salir de la cocina camine rápido hasta la sala de estar, encendí la televisión y me hice la distraída. Solo escuché que se callaron cuando supongo me vieron.
Mi corazón me borbandeaba a mil por horas, no quería que me lastimaran y mucho menos a mí verdadera familia, pero como diera lugar impediría que ellos matarán a alguien.
Luego de un momento que ya no quería estar ahí ante la atenta mirada de ellos camine a la cocina y cogí una manzana, camine hasta mi pequeña habitación y cerré la puerta. Suspiré aliviada.
[...]
—¡Julieta!— Gritó Jaqueline. Abrí los ojos, sabía por instinto que aún era muy de mañana, ni sabía a qué hora me había quedado dormida la noche pasada, lo que si sabía esque estaba soñando con alguien que tocaba el violín, esa melodía se me hacía conocida pero me fue imposible recordarla.
—¿Que?— Pregunté irritada al verla parada frente a mí con los brazos en su cintura y con su celo fruncido, y esa mirada. La mirada que solo sacaba cuando estaba muy molesta.
Antes me daba miedo, porque muchas veces sufrí consecuencias cuando ella se ponía en esas, pero cuando supe defenderme deje de temerle, sabía que ella se emborrachaba porque Jack no la amaba, nisiquiera yo sabía porque seguían juntos si ni se soportaban.
—No has preparado comida y tengo ambre— Dijo con tono amenazante.
—Pues cocina que para eso tienes manos— Dije enojada— No soy tu sirvienta.
Error. Era la primera vez que le contestaba así, usualmente me levantaba y obedecía lo que pedía, pero estaba cansada de ella, de todo.
Pero no me espere que tomara con fuerza mi mano y me hiciera caer al suelo. Al caer mi cara se golpeó contra el piso, aún así no le hice caso. Me levanté rápidamente y me puse frente a ella, teníamos casi la misma estatura ganándome por unos centímetros ella, aún así no tenía miedo.
—¡Ve a cocinar!— Demandó a gritos.
—No quiero— Dije firme—Si tanta ambre tienes ve a cocinar tu propia comida— Al terminar de hablar su mano golpeó mi mejilla, el ardor era fuerte pero mi enojo era más.
Cuando iba a soltar otro golpe logré empujarla haciendo que retrocediera unos pasos de mí, no me importaba enfrentarme a ella con tal de defenderme, no iba a permitir que me tratase como ella quería.
—¡Estúpida!— Grito, salio de mí habitación dejándome sola.
Mi vida era una mentira, una tortura día tras día, pero a cómo diera lugar sabía que saldría de ahí. Sabía que en lo que estaba involucrada era algo grande pero no me importaba que tuviera que pasar, la vida me había enseñado a golpes, me había echo sufrir y me había enseñado a ser valiente, así que no me hiba importar soportar algunos otros golpes para llegar a la felicidad.
Por la tarde del tercer día de la segunda semana de junio me encontraba viendo televisión en la sala, cuando derrepente escuché la puerta abriendose con mucha fuerza.
Me sobresalte de mi lugar, al ver hacia donde provenía el ruido me encontré con Jack observandome con una mirada orrible que nunca había echo.
Se acercó a mí mientras yo me ponía en posición de defensa propia, el estaba borracho y yo en mi sano juicio así que yo llevaba ventaja en muchas áreas. Cuando trato de caminar un poco más tropezó con algo y hubiera caído si yo no me hubiera tomando la molestia de sujetarlo.
Me sonrió.
Me quedé sería parada ahí junto a él, elevó su mano y coloco el mechon de mí cabello tras mi oreja, esa situación me daba miedo, el me daba miedo, y lastima.
—S...abes— Tartamudeo— Seb....astián perdió un...a hija, y muy pro...nto va a perder una más— De un jalón me hize hacia atrás y corrí hasta mi cuarto, eso no era verdad, ellos estaba bien y nada malo les pasaría.
Yo ya sabía la verdad, y todo era una guerra donde yo esperaba que lo bueno triunfara. Un mal presentimiento calló sobre mi, aún así me obligue a ser fuerte y a mantenerme estable en mi postura. Tenía la esperanza, aquella esperanza.
Todo estaría bien.
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Violetta
Teen FictionElla sabe que una enfermedad le arrebató sus ganas de vivir, le arrebató sus sueños, ella no sabe que vive en una mentira. Ellos saben que el dolor la destruye día tras día, y que ella no los quiere lastimar, ellos saben que ella puede morir en cual...